20 años acercando a los jóvenes judíos a su judaísmo y a Israel
Por LPI
Con dos salidas anuales para esta región, en enero y en junio-julio, Taglit ya está presente -además de nuestro país- en Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia (que se sumó en junio con su primer grupo), Perú (que se suma en enero con su primer grupo), Panamá, México y, parcialmente, Paraguay. Actualmente, busca ampliarse a Bolivia y países de Centro América, como explica Jorge Zak, Vicepresidente de Taglit para América Latina, quien estuvo en los últimos días de visita en Chile promoviendo el programa.
Taglit es un programa gratuito para los participantes. El sistema de postulación es online, a través del sitio web www.birthrightisrael.com, y -como explica Jorge- tiene tres requisitos para los postulantes: tener entre 18 y 26 años; tener ascendencia judía vía paterna o materna, y no haber participado de un programa educativo antes de los 18 años por más de tres meses ni haber vivido en Israel después de los 12 años.
Taglit, que va a cumplir 20 años desde su fundación, ¿cree que ha cumplido el objetivo con el que se fundó, de acercar la Diáspora a Israel?
-Sí, el objetivo esta totalmente cumplido, lo reflejan los números y los resultados. Hasta el año 2000, en que empezó Taglit, viajaban por año alrededor de 2.000 jóvenes en edad universitaria. Y Taglit trajo en el último año a 48.700 jóvenes. En los 19 años de trabajo, próximos a cumplir los 20, trajo casi 720.000 jóvenes. Si pensamos que la Diáspora se compone de seis o siete millones de judíos, 700.000 de ellos vinieron al programa, en familias de cuatro personas promedio, estamos viendo que los números hablan por sí mismos. En los lugares y en países en los que yo tengo mi trabajo, que es todo el continente Latinoamericano y algunos países en los que estoy trabajando en Europa, se observa con claridad cómo viene gente que está totalmente alejada del judaísmo. Para ser claros, no importa que un participante venga de una familia enteramente judía. Muchas veces, esto significa que aun cuando su padre y su madre son judíos, y sus abuelos son también, muchos de los casos -y cuando digo muchos, en algunos lugares el 50% de los casos- para el joven le es ajeno el judaísmo; no es que esté alejado de su comunidad, sino que lo judío le es ajeno.
¿Qué es lo que espera la organización de un participante de Taglit? ¿Cuáles son los efectos esperados?
-Tres efectos son los que esperamos, que son los tres objetivos del programa. El primer objetivo del programa o el primer efecto, es la profundización en el pensamiento respecto a su propia identidad, el descubrimiento o redescubrimiento de su identidad judía. Un chico que pertenece al Círculo Israelita de Santiago y que, por ejemplo, va a un grupo como Arkavá, de su identidad sabe, entonces lo que nosotros ayudamos es a profundizarla y que él la viva en Israel, pasando un Shabat, por ejemplo. Pero un joven que no recibió nada de judaísmo, que se empieza a preguntar por su propia identidad... a ese joven le presentamos un judaísmo lindo y que es alegre, que es bueno. El segundo objetivo es que pueda hablar de Israel por mirada propia, no lo que escucha o no sabe, y si no escucha o no sabe no puede decir nada. Que mire Israel, que lo vivencie y que conozca, y que saque sus propias conclusiones. Nosotros no le damos las conclusiones hechas, sino que de alguna manera esperamos que cuando el joven vuelva a su comunidad, y alguien diga o hable algo de Israel, que pueda contestar porque él lo vio. Y el tercer efecto que buscamos, que ahí si depende del trabajo que haga su comunidad, es que el joven se incorpore a la comunidad. Primero, para nosotros es comunidad esto, una institución, pero también es si los jóvenes vuelven y se reúnen en un Shabat en la casa de alguien, o si cuando es Jánuca van a ver el encendido de las velas a alguna parte. No necesariamente tiene que quedar en la institución, en la sinagoga, pero puede que cuando se case piense “Yo estuve en algo, en una sinagoga, y voy a ir”. Eso para nosotros, que es el tercer efecto, de alguna manera es lo comunitario, es sentirse parte de la comunidad y participar de ella.
Es importante que todo joven judío chileno que cumpla con los requisitos, sepa que Taglit tiene un regalo esperándolo, que se basa en su derecho a conocer Israel, simplemente por ser judío y de ahí en más, a su regreso, elegir como aplicar todas estas nuevas herramientas para seguir construyendo su identidad judía.