¿5780 o 2020? ¿La Torá es Verdad?
Por Natan Waingortin, Seminarista en la Comunidad Judía de Resistencia, Chaco-Argentina.
Los judíos contamos 5780 años desde la creación del mundo. Si para ser judío yo tuviera que negar el Big Bang porque contradice a la Torá, sinceramente no me interesaría una cultura así. Por eso te quiero contar por qué amo ser judío.
¿Bereshit o Big Bang?
Si piensas que el judaísmo afirma que esta es la edad del universo, presta atención a lo siguiente.
En la Torá no aparece la fecha de la creación del mundo, ni tampoco en el Tanaj. Esta datación fue hecha en el siglo II e.c. por Rabi Yosi ben Jalafta en su libro Séder Olam Rabá (Gran Orden del Mundo). A principios de la Edad Media, una parte del pueblo judío empezó a usar como punto cero la creación del mundo. En el siglo XII Maimónides ordenó generalizar esta cuenta, pero recién en el siglo XVI Rabi David ben Zimra, logró su uso global.
¿Por qué contamos los años? Hay dos conceptos: Calendario y Cuenta de Años. Calendario es la herramienta humana que usamos para administrar el tiempo. Se basa en los ciclos de la naturaleza, como el Sol o la Luna. Sirve para establecer fechas, como tu nacimiento.
La Cuenta de Años sirve para medir los tiempos en el calendario, por ejemplo, establecer tu Bar o Bat Mitzvá. Se basa en puntos de referencia compartidos, eventos tan importantes como para ser considerados “punto cero”.
La importancia de una cuenta unificada
¿Cuándo hice mi Bar Mitzvá? En el año 23 desde el casamiento de mis papás. O en el año 9 de mi primer teclado, o el año 1 del segundo, que me acompaña hasta hoy. Estos momentos son importantes en mi vida, pero para nadie más. Mejor decir que mi Bar Mitzvá fue el 9 de marzo de 2002. Queda claro que es importante tener una cuenta de años en común, para poder entendernos.
En cuanto a la elección del “punto cero”, todos tenemos fechas importantes en la vida. La Torá cuenta los años en relación con la salida de Egipto (Éxodo 19:1 “En el segundo año de la salida…). El Tanaj contará desde cada rey, como David o Salomón. Cuando Babilonia destruye el Primer Templo, perdemos la autonomía y pasamos a contar como los demás imperios (Daniel 7:4 con los persas).
Alejandro Magno estableció una cuenta de años globalizada que los judíos adoptamos como propia por más de 2000 años: la Cuenta Seléucida, en hebreo “Minian Hashtarot” (Cuenta de los Documentos). Recién en 1550 el rabino Ben Zimra en Egipto ordenó que los judíos sefaradim y de países árabes dejaran de usarla.
Los ashkenazim, no. La destrucción del Segundo Templo significó un golpe para nuestro pueblo, que seguimos llorando cada año en Tishá Beav. “Minian Hajurban”, la cuenta desde aquella tragedia, fue usada para asuntos comunitarios como casamientos o divorcios, mientras que en lo civil y comercial usábamos la Cuenta Seléucida. Los judíos yemenitas usaron Minian Hashtarot hasta su Aliá masiva a Israel en 1949.
Curiosidades
Hoy decimos que el Segundo Templo fue destruido por Roma en el 70 desde el nacimiento de Jesús. Para eso Jesús debió nacer en el año 1. Pero, si existiese, la “partida de nacimiento” de Jesús diría “25 de diciembre del año 753 desde la fundación de Roma”. ¡Sí, otro punto cero! Siglos después, Dionisio el Exiguo fechó este evento fundacional para el cristianismo, logrando “mover” el punto cero hacia ahí, “retro fechando” el nacimiento de Jesús y ubicándose a sí mismo en el año 525. Así es como tú y yo terminamos el 2019 y brindamos por el 2020. En todo caso, por más que el Vaticano impuso la cuenta en 525, recién en 731 se llegó a usar en toda Europa. ¿Escuchaste bien? Al principio los cristianos no contaban los años desde Jesús, aunque suene raro.
Y los judíos tampoco contábamos desde la creación del mundo. De hecho, desde que usamos la Cuenta Seléucida o Minian Hashtarot, surgieron muchas cuentas paralelas según los liderazgos temporales: los Macabeos, Yojanan Hirkanus, el rey Herodes, los combatientes de Masada, la misma revuelta de Bar Kojba, entre otros. Sabemos esto por restos como monedas o inscripciones: “Año 2 de Bar Kojba”.
Como has visto, la etiqueta “el judaísmo cree que el mundo tiene 5 mil años” es infantil para los judíos modernos como tú y como yo. ¡Gracias a Dios no es así! No hay motivo para creerlo, ya viste que no hace falta “cuestionar” la edad del mundo “según la Torá”, porque es indefendible conociendo la historia judía. Creo de corazón que dejar de pensar en esta frase como un dogma puede despertar en nosotros los jóvenes un reencuentro con la Torá, a la que muchas veces descartamos como “cuento de niños”. Entiendo el descreimiento de muchos y muchas por la Torá, si es que la ven así.
Judaísmo Humanista
Detalle importante: Los cristianos cuentan los años desde el nacimiento de su Salvador. Los musulmanes desde la Hégira, inicio del islam. Los judíos teníamos mucho para elegir, como Abraham o la salida de Egipto, y elegimos empezar a contar nuestro tiempo desde algo que es común para todos: la creación simbólica del primer ser humano.
Amo ser judío, amo la Torá, porque el judaísmo me sorprende al descubrir esto y me interpela para compartir y ser cada día más pensante, más cuestionador, más humano y más feliz.
Feliz año nuevo, para el mundo entero.