Bernie Sanders y el voto judío en Estados Unidos
Por Grace Agosin - Instagram: @Graceenwashington
De ellos, los más destacados son Joe Biden, Elizabeth Warren y Bernie Sanders, quien en 2016 declinó su candidatura en favor de Hillary Clinton para derrotar a Donald Trump.
Sanders es judío, lo sabemos. Su padre logró sobrevivir a la Shoá, pero casi toda su familia fue asesinada en Polonia. En 1963 fue voluntario en el kibutz Sha’ar HaAmakim por su interés en el sionismo y el socialismo. Su identidad judía, dicen sus cercanos, es “más étnica y cultural que religiosa”.
En la arena política es extremadamente crítico de Trump en relación a su manejo de la inmigración, la política exterior, su mirada sobre el cambio climático, su nepotismo y, sobre todo, su tendencia a favorecer a los más ricos y a las grandes corporaciones.
Propone una serie de medidas relacionadas con educación, salud, igualdad y empleo, en una dimensión que para muchos es idealista e inaplicable.
La relación de los otros candidatos demócratas con Israel es dispar. Joe Biden ha dicho sobre Israel: “Nos unen nuestros valores democráticos compartidos, pero también tenemos que decirnos la verdad y eso incluye criticar políticas que son contraproducentes para la paz.
Elizabeth Warren, en tanto, apoyó el financiamiento de emergencia para el sistema de defensa aérea israelí, ha asegurado que Israel “tiene derecho a defenderse”, pero también ha votado en contra de decisiones del gobierno de Netanyahu y sobre cómo se enfrentó a los manifestantes en la frontera de Gaza en 2017.
Sanders: ¿judío díscolo?
Durante un debate en la ciudad de Nueva York con Hillary Clinton, Sanders dijo: “Como alguien que cree absoluta e inequívocamente en el derecho de Israel a existir, y a existir en paz y seguridad, como alguien que de joven vivió en Israel, durante varios meses, y está muy orgulloso de su herencia judía… debemos decir en voz alta y claramente que oponernos a las políticas reaccionarias del Primer Ministro Netanyahu no nos hace anti israelíes”.
En relación al gobierno israelí también ha dicho que está liderado por una derecha “que me atrevo a decir, es racista”.
El factor joven
Volviendo a Sanders, The Times ha publicado que es un “viejo que cautiva a los jóvenes”. Testimonio de ello es una entrevista que realizó The Jerusalem Post a estudiantes judíos y jóvenes profesionales. Muchos de ellos expresaron que a pesar de que Bernie Sanders ha dicho que Israel utilizó “fuerza desproporcionada” en Gaza en 2014, no creen que sea un mal candidato para Israel.
Max Finkel, estudiante judío de la Universidad de Columbia, votó por Sanders y asegura que “debería haber una conversación más matizada sobre Israel en Estados Unidos”.
Otro estudiante (que no quiso ser identificado) dijo en la misma línea: “Criticar una política o al gobierno israelí en particular, no es criticar el proyecto sionista”.
De esta forma, pareciera que el candidato Sanders podría contar con el voto joven o millennial.
Comportamiento electoral de los judíos en EE.UU.
Los judíos son el 2% de la población estadounidense y, en 2018, fueron el grupo que por identidad religiosa votó en un 79% por los demócratas, mientras que un 17% lo hizo por los republicanos (Pew Research, “How religious groups voted in the midterm elections”).
Esto no varió mucho en el ejercicio de Trump como presidente. En 2018, el 71% de los judíos estadounidenses desaprobó su trabajo y sólo el 26% lo aprobó. De hecho, el Washington Post tituló un artículo “Lo siento, presidente Trump”, en el que explicaba por qué los judíos estadounidenses siguen votando por el Partido Demócrata.
El rabino Ken Spiro, profesor titular de Aish HaTorah Jerusalem, dice que el Partido Demócrata representa más fielmente valores del judaísmo como el Tikun Olam (mejorar el mundo), un sello del judaísmo que impacta las definiciones políticas y sociales de este grupo.
En la misma línea, el periodista Matthew Yglesias explica que: “Los valores judíos y la identidad judía están vinculados con la apertura y el pluralismo”.
Finalmente, podría agregarse que la razón para identificarse como demócratas es que dicho partido considera la separación Iglesia-Estado.
Judíos y Republicanos
Kenneth Wald, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Florida, señala que los judíos ortodoxos y los judíos rusos se identifican más con los políticos conservadores y con el Partido Republicano. Esos grupos -explica- votan por percepciones con respecto a Israel y por su conservadurismo. De hecho, el 54% de los judíos ortodoxos dice que votó por Trump, según encuesta realizada por el American Jewish Committee, AJC.
Esto responde a algo muy concreto: más allá de las polémicas y desacuerdos, los presidentes republicanos han sido los que más han apoyado Israel en su historia.
Fue bajo la administración de Harry Truman, que EE.UU. se convirtió en el primer país en reconocer a Israel en 1948. Por su parte, Lyndon Johnson entregó apoyo militar a Israel y no interfirió en la Guerra de los Seis Días. Más tarde, Nixon, a pesar de sus actitudes antisemitas, creó un puente aéreo durante la Guerra de Iom Kipur. A su vez, Ronald Reagan y George W. Bush resaltaron la condición Israel como país democrático.
Actualmente, Donald Trump se ha convertido en el presidente más pro-Israel, según Bill Schneider, ex analista político senior de CNN, quien asegura que “Trump ha favorecido los intereses de Israel durante su administración, incluyendo el traslado de la Embajada de los EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalem y el retiro del acuerdo nuclear iraní”. Esto pese a que hay sectores judíos demócratas que no están de acuerdo por lo que esto podría significar en el futuro.
Sanders: ¿apoyo más demográfico que judío?
En 2017, Julie Zauzmer, del Washington Post, dijo: “Sanders se ha acercado más a la Casa Blanca que cualquier otro judío en la historia, pero no está claro que esté inspirando a los judíos a ser más propensos a votar por él que los estadounidenses no judíos con características demográficas similares”.
En la misma línea, el rabino Peter S. Berg señaló que: “La gente que conozco que apoya a Sanders no parece que lo haga porque es judío, de hecho, hay muchas personas orgullosas de que Sanders sea judío, pero apoyan a Hillary Clinton”.
Bernie Sanders en el actual escenario político
Pareciera que Sanders despierta adhesión por valores universales que se relacionan con el judaísmo y que identifican a millones de personas, más allá de su religión, raza o etnia. Se trata de valores que representan a casi todos los candidatos demócratas, que proponen mayor bienestar en un país en que hay 50 millones de pobres. Es por eso que Sanders se convierte para el ciudadano estadounidense, judío o no judío, en “un candidato demócrata más” (quizás más a la izquierda) pero en una alternativa plausible.
El apoyo millennial con el que parece contar es complejo de analizar, por la poca participación electoral de este grupo etario.
Por otra parte, la forma de vivir su judaísmo no pareciera asegurarle el voto judío demócrata.
Falta un largo camino de financiamiento, candidaturas y primarias en el que “los 24” deberán cautivar a los votantes para lograr su objetivo de sacar a Trump de la Casa Blanca.
No podemos tener certezas, pero si hiciéramos política ficción y pensáramos que los principales candidatos demócratas -incluyendo por cierto a Sanders- se enfrentarán a Trump por la presidencia de Chile: ¿cómo votaríamos los judíos?
Desde principios de 1990, la participación demócrata en el electorado judío nunca ha caído por debajo del 63%, mientras que la votación por el Partido Republicano nunca ha subido por encima del 31%. Los judíos han sido, en promedio, 20% más demócratas que toda la población.
La encuesta Pew Survey (2013), arrojó el siguiente dato: entre los judíos de EE. UU., el 89% dijo que se puede ser judío y muy crítico de Israel al mismo tiempo. De hecho, sólo el 15% de los judíos dijo que Israel era un tema clave de votación.