¿De qué hablamos cuando hablamos de recesión?
Por Ariel Nachari
De acuerdo con la definición técnica, una recesión comienza en el momento en el que el Producto Interno Bruto de un país presenta una caída por dos trimestres consecutivos. Bajo esta definición, es correcto afirmar que EE.UU. ya se encuentra atravesando este período de contracción. Sin embargo, en términos más amplios, la entidad encargada de declarar cuándo la economía cae en recesión es la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER). Para aquello, el grupo encargado toma en consideración una gama amplia de factores e indicadores que les permiten afirmar con seguridad que: (i) la caída de la actividad es significativa, (ii) que se extiende por todos sectores de la economía, y (iii) que dura varios meses.
Por ahora, hay elementos que sugieren que la economía norteamericana se mantiene resiliente y que lograría evitar la recesión. En julio se crearon 528 mil nuevos puestos de trabajo, permitiéndole al mercado laboral volver a sus niveles pre-pandemia, y el desempleo cayó hasta un 3,5%, su menor nivel desde 1969. ¿Es consistente hablar de recesión con un mercado laboral así de fuerte?
Por otro lado, hay elementos que siguen preocupando a los entendidos y que han llevado a los distintos modelos que calculan la probabilidad de que la economía caiga en recesión hasta niveles entre 40% y 50%. Entre ellos, la persistencia de la inflación, las fuertes alzas de tasas que seguiría aplicando la Reserva Federal en los próximos meses (el Banco Central norteamericano), y la extensión de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Más allá de si tendremos o no una recesión, existe consenso de que estamos atravesando un momento en el cual el crecimiento será bajo. Si es 0,1% o -0,2% no hará mucho la diferencia. Lo que si puede hacer la diferencia es que la caída de la actividad sea significativa y que se prolongue por un tiempo extenso. Por ahora esta posibilidad ocupa un porcentaje menor de la escala de probabilidades. Por lo mismo, no es lo mismo hablar de recesión suave, que de recesión fuerte.
En términos históricos, la recesión más larga desde 1900 se dio entre agosto de 1929 y marzo de 1933, con una duración de 43 meses. La caída en el PIB fue de 26,7% y fue bautizada como la “Gran Depresión”. La más corta, 2 meses en 2020 con la pandemia, con una caída de la actividad de 10,1%. Entre medio de ambas ha habido 13 recesiones, con una duración promedio de 11 meses. De ellas, la mayoría corresponden a caídas en el PIB de entre 0% y 2%. En caso de que se declare una recesión en los próximos trimestres, es más probable que se parezca a estas últimas en términos de profundidad.
¿Y Chile? El Banco Central ya anticipa que el PIB se contraerá durante 2023 entre -1% y 0%. La mayor debilidad económica ya se nota en indicadores de consumo, producción, confianza, y crecimiento. De persistir la inflación en estos niveles, con un Banco Central muy activo en el retiro de estímulos, el mercado laboral podría comenzar a sentir los efectos de este debilitamiento en los siguientes meses.