El arte en movimiento de Gaad Baytelman
Tensión entre el espíritu y la naturaleza:
Por Verónica Waissbluth
Antes de abocarse por completo al arte, Gaad Baytelman era ya conocido en el mundo del cine y la publicidad como pionero fundacional de los efectos especiales. Sus asombrosas soluciones estéticas, físicas y mecánicas le trajeron fama entre cineastas de Chile y Latinoamérica, quienes lo buscaban ávidamente para resolver problemas complejos frente a las cámaras.
Paulatinamente, comenzó a recibir invitaciones para desarrollar otro tipo de proyectos. En 1994 por ejemplo, fue convocado para crear algunos de los juegos interactivos del recién creado Museo MIM, a lo que pronto se sumaron encargos como director artístico de comerciales y colaboraciones con destacados pintores y escultores chilenos. En efecto, el espíritu colaborativo de Gaad Baytelman no es algo nuevo, pues ha realizado trabajos junto a prestigiosos creadores del ámbito de la plástica como Patricia Israel, Gustavo Poblete, Keka Ruiz-Tagle, Conchita Balmes, Lotty Rosenfeld y Matilde Huidobro. Su trayectoria le ha permitido además obtener dos importantes fondos del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el primero de ellos para la intervención urbana colaborativa “Gran Dominó del Puerto” que cerró el Festival Puerto de Ideas 2016 en Valparaíso, y el más reciente para la escultura monumental “Mecánica de Plumas y Viento” que se ubica en la explanada principal del Parque Cultural de Valparaíso.
Con sus 10 metros de altura, la pieza cinética de acero inoxidable es una de sus intervenciones más impresionantes, y fue inaugurada como antesala de la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile en 2017. Única en su tipo con estas dimensiones en el país, los visitantes se fascinan con el el sutil movimiento de sus gigantescas piezas superiores, que parecen ballenas o dinosaurios meciéndose suavemente con el viento. Entre máquina y ser vivo, “Mecánica de Plumas y Viento” oscila por el solo juego de equilibrios de sus componentes. "Para lograr ese movimiento, de algún modo me inspiré en el permanente vaivén de las conversaciones que sostenían los sabios judíos", asegura Baytelman. Sin programación computacional ni motores, la escultura “evidencia el renovado atractivo de la física real, luego del predominio de la creatividad comandada por el joystick y el mouse. En efecto, artistas como Theo Janssen y Anthony Howe –creador del espectacular pebetero en las Olimpíadas de Río 2016- demuestran que la materialidad vuelve al mundo del arte en gloria y majestad”, señala el catálogo del artista.
Su manejo del equilibrio y el movimiento ha consagrado a Baytelman como uno de los creadores chilenos de mayor proyección, con obras de hipnótica y singular belleza que han concitado el interés de galerías y festivales en Chile y el mundo. A "Mecánica de Plumas y Viento” se agregan ahora piezas pequeñas y medianas que tal como su escultura de gran formato, conjugan las matemáticas y el estudio del entorno. Han sido encargadas por instituciones y coleccionistas privados que aportan sus temáticas y gusto estético, pues a Baytelman le resulta particularmente inspirador el trabajo para personas o contextos específicos. “Me interesa enormemente sumar a mi producción de diseño cinético las sugerencias del futuro propietario de la escultura, quien se incorpora así al proceso creativo, convirtiéndose en coautor de la obra”.