Salud mental en tiempos de COVID19
Por LPI
En esa fecha, la organización internacional lanzó un informe de políticas sobre el COVID19 y la salud mental, en el que advirtió que “se está produciendo un aumento de los síntomas de depresión y de ansiedad en varios países”. Por esta razón, conversamos con especialistas para conocer cuáles son las recomendaciones para enfrentar y mitigar los riesgos para la salud que se derivan de la actual contingencia sanitaria, qué hacer y cómo actuar ante la posibilidad de un cuadro de enfermedad psíquica.
Como señala el médico psiquiatra Alex Oksenberg, quien cuenta con más de 35 años de experiencia en el campo, en Chile ya hay evidencia sobre los riesgos de enfermedades de este tipo derivadas del COVID 19, “evidencia que ha sido reunida a través de la mesa Social COVID19, que se reúne dos veces por semana desde el comienzo de la pandemia. En esa mesa participan profesionales de la salud (universidades y Colegio Médico) y personeros del Ministerio de Salud, MINSAL, y otras reparticiones públicas. Y la semana pasada lanzaron una iniciativa para hacerse cargo de este deterioro en la salud mental”.
Doctor, estos cuadros de enfermedades psíquicas, ¿afectan sólo a quienes tienen patologías anteriores o pueden afectar a cualquiera?
-¡A cualquiera! Me atrevo a decir que son muy pocas las personas que no han sufrido algún “síntoma”, por leve que sea, de aquellos que llamamos “neuróticos”. Para mencionar sólo algunos indicadores, se ha registrado un aumento en: trastornos del dormir, crisis de pánico, depresión, consumo excesivo de alcohol e incremento en las denuncias de Violencia Intrafamiliar, VIF.
¿Hay recomendaciones para lidiar de mejor forma con el encierro que impone la cuarentena?
-Sí, se recomienda mantener una disciplina con los horarios, respetar la autonomía de los miembros de la familia que están teletrabajando, alternando entre todos los adultos las tareas del hogar, y dejando horario para almorzar y comer en familia. Idealmente, hacer alguna forma de ejercicio y/o practicar alguna técnica de relajación. También se recomienda un límite de tiempo para participar de Redes Sociales, que pueden resultar tóxicas.
¿Y qué pasa con el temor a la enfermedad, o a la muerte? ¿Es posible manejar eso?
-Bueno, es una pregunta que no tiene una sola respuesta, porque depende de qué tan cerca de la muerte de seres queridos o la propia se encuentre cada cual. En un sentido más general, todas las alteraciones emocionales a las que aludí en la penúltima pregunta son tributarias del temor a la enfermedad y a la muerte, aunque esta ligazón no necesariamente es consciente para quien experimenta sorpresivamente uno o más de los síntomas mencionados.
La OMS ha advertido que hay poblaciones especialmente afectadas en su salud mental, como los niños. ¿Qué recomienda para manejar esta situación con ellos?
-Hay varias asociaciones profesionales que han publicado en Internet tutoriales para contestar esa pregunta en un lenguaje simple. En síntesis, hay algunas constantes que puedo plantear acá: primero, que los adultos mantengan un equilibrio emocional suficientemente apropiado es fundamental, puesto que son los reguladores naturales de la angustia y el comportamiento de los niños; segundo, informarles a ellos, de acuerdo a la edad, acerca de lo que está ocurriendo, con un lenguaje comprensible, para que no tengan que explicarse con sus fantasías infantiles (a veces muy terroríficas) por qué se ha producido este cambio radical en sus vidas, y tercero, jugar con ellos que es la herramienta natural que tienen los niños para tramitar sus ansiedades sin que éstas los perturben o retarden en su crecimiento psico-emocional, que dicho de otro modo es evitar que toda esta situación se configure como un “trauma infantil“.
También se ha advertido de la situación de las mujeres y la sobrecarga asociada en cuanto a labores de cuidado, ¿cómo manejarlo?
-Bueno, este es un buen momento para que los hombres nos empecemos a poner al día con esa deuda histórica.
Y, en el entorno familiar, ¿cómo apoyar a alguien que en esta situación ve su salud mental afectada?
-Creo que si algún miembro del grupo familiar presenta clara evidencia de estar “afectado” emocionalmente, es mejor tele consultar en una amplia cadena de profesionales de la esfera pública, privada y de asociaciones sin fines de lucro que se ha puesto al servicio de dar cobertura a este aumento en la demanda de ayuda en salud mental. Hay una gama muy amplia de profesionales que se pueden buscar a través de la página del MINSAL, de las universidades o en los distintos buscadores de internet (psiquiatras, psicoterapeutas de diversas orientaciones, geriatras, médicos generales, sicólogos de la emergencia, psicopedagogas, terapeutas ocupacionales, etc.).
Para terminar, quisiera agregar que esta situación, nunca antes vivida por nadie que esté actualmente vivo (la última pandemia fue la gripe española hace más de un siglo), puede también tomarse como un desafío para repensar la forma en que vivimos, tanto entre nosotros como con nosotros mismos, introspectivamente. Y tal vez, por qué no, esta dura experiencia por la que estamos atravesando nos permita no sólo sufrir de un trastorno emocional, del cual es necesario salir con ayuda profesional, y/o sobrevivir a la amenaza de la enfermedad y de la pobreza. También podría pasar que esta hecatombe despierte lo mejor del ser humano, nuestras tendencias solidarias, nuestras virtudes psíquicas, artísticas, espirituales e intelectuales, que nos permitan construir un mundo mejor, antiguo anhelo fundante de nuestra tradición.
Analía Stutman, psicóloga clínica: “La sensación de sentir que uno no es el único, eso calma”
La psicóloga clínica, supervisora acreditada y Magíster en Psicoanálisis, Analía Stutman, señala -ante la consulta de cómo evitar enfermedades mentales en esta pandemia- que “forma puntual de prevenir, no hay, pero se sabe que todo lo que tenga que ver con despertar el sistema de calma, ayuda. Nosotros tenemos, internamente, una especie de programación que nos alerta a usar el estrés como un elemento que nos informa que estamos en peligro. El sistema de calma se activa con cosas bien puntuales, uno son los estados de relajación, y esos pueden ser inducidos por las personas. Una persona puede buscar estados meditativos, ejercicios de relajación; hoy en día, de hecho, hay un montón de aplicaciones para justamente favorecer los estados de relajación y calma, y otras que te enseñan a meditar. Y lo otro, que es un inmunoprotector -pero que en realidad no es que uno lo pueda “falsear”, activar o salir a comprar- son los vínculos afectivos amorosos, las relaciones que te producen sensaciones de seguridad. Y algo que ayuda a paliar, más que a prevenir, es la conversación, es tener espacio de hablar de lo que te asusta, ponerle palabras, compartirlo, que no es lo mismo que estar informándose a través de la prensa, porque eso puede ser súper estresante. Poder estar en espacios de conversación, de diálogo, de intercambio de experiencias afectivas, genera calma. La sensación de sentir que uno no es el único, eso calma”.
En su opinión especializada, avalada por los casi 30 años de experiencia que tiene en el campo, los vínculos afectivos, incluso través de las plataformas digitales, son útiles en este contexto. “En primer lugar, para la gente que vive acompañada y no vive sola, es importante enriquecer la calidad de los espacios compartidos en familia. Eso sirve mucho. Pero para la gente que está sola, que está sólo con sus hijos y no está con pares adultos, de su edad, las plataformas virtuales sirven como un espacio. Y los teléfonos, porque lo que ha estado pasando en las últimas semanas es que la gente ya se está cansando de las pantallas, y han vuelto a las llamadas telefónicas, a la conversación íntima telefónica, puede ser más aliviador que estar en un Zoom”.
Ante la posibilidad de que algún miembro del grupo familiar presente síntomas de un cuadro depresivo, Analía Stutman señala que lo primero que se debe hacer es consultar, y que en estos momentos la mayor parte de los especialistas ya está atendiendo online, además de que muchas de las clínicas psicológicas están recibiendo pacientes nuevos, incluso algunos con aranceles a costo y precios más accesibles.