Chile se va a las Macabeadas con delegación de 280 deportistas
Entre el 5 y 15 de julio, en México
Por LPI / Stampa
¡24 países, 21 deportes, y más de 3.500 deportistas! Estas son las cartas de presentación de los Juego Macabeos Panamericanos, que se desarrollarán en México, entre el 5 y el 15 de julio, en las instalaciones del Centro Deportivo Israelita y otras 4 sedes satélites.
La comunidad judía de Chile estará presente en esta cita deportiva con la delegación más grande de la historia para competiciones fuera de Chile, con más de 280 deportistas.
La información fue entregada a La Palabra Israelita por Mauri Cohn, gerente deportivo EIM, quien destacó el nivel de trabajo y entusiasmo de todos los deportistas participantes.
De hecho, este mismo entusiasmo se apreció el domingo recién pasado en la ceremonia de despedida del Team Chile, realizada en el EIM con la presencia de autoridades comunitarias y público en general.
En la ocasión hicieron uso de la palabra el presidente del EIM, Alan Guendelman; el jefe de la delegación, Álvaro Rosenblut; el director del Instituto Hebreo, Sergio Herskovits, el ex futbolista Rodrigo Goldberg, y el rabino Eduardo Waingortin, quien realizó una invocación por la delegación, la cual incluyó la bendición del viajero.
Asimismo, se anunció al abanderado del Team Chile, honor que recayó en Julián Cohn, integrante de la delegación del fútbol.
Metas deportivas
Según explicó Álvaro Rosenblut, esta delegación es la más grande de la historia de Chile, pues la anterior fue en 1991 en Uruguay, con 140 personas. “Creo que en parte esto es una consecuencia de las Maccabedas de 2015 en Chile y la que se hizo luego en Israel, que generaron mucha adhesión de los deportistas, pero también del equipo de voluntarios. En esta ocasión, la calve fue un trabajo de voluntarios-embajadores por cada categoría, que comenzaron a trabajar hace dos años con mucho esfuerzo y dedicación”.
Respecto de los objetivos deportivos, el dirigente explicó que el trabajo comenzó hace mucho tiempo y casi todas las disciplinas han tenido entrenamientos adicionales, incorporando trabajo de gimnasio y kinesiología. “De hecho, como ejemplo, por primera vez estamos llevando un masoterapista especializado, porque queremos que esta delegación marque un hito en lo deportivo”.
En esa línea, Rosenblut reconoció que siempre el primer objetivo es la continuidad judía, y para eso el deporte es una gran herramienta. “Pero todos vamos a competir y esa es la disposición mental, queremos buenos resultados. No tenemos un pronóstico, porque nunca habíamos tenido una delegación de este tamaño. En lo individual tenemos varias opciones, y creo que tenis es una de las ramas que podría traernos buenos resultados, igual que nuestro equipo de hockey femenino que trabaja acá desde los 8 años, lo mismo en fútbol, básquetbol y voleibol”.
“Tenemos muchos papas que compiten con hijos, familias completas que no viajan juntos desde hace años, deportistas de los 10 a los 70 y tantos años, o sea que comunitariamente el impacto es muy grande”, concluyó.
Abanderado
“Poder decir presente en una Macabeada me hace sentir que estoy contribuyendo a la continuidad del pueblo judío”, aseguró Julián Cohn, integrante de la Selección +45 del Estadio Israelita Maccabi, quien vuelve a México luego de 20 años, ya que compitió en los Panamericanos de México 1999. “Gracias al EIM uno crea vínculos para toda la vida y los más lindo que son heredables a nuestros hijos”, dijo
“Tengo grandes expectativas para México. En lo deportivo poder obtener una medalla, pero creo que, desde lo humano, que es lo más importante para mí, es poder vivir una experiencia inolvidable con mis amigos que juego de los ocho años juntos y esta vivencia memorable solo te la da un Panamericano. Tengo muchas expectativas sobre la organización, ya que tengo las mejores referencias de nuestros hermanos mexicanos. México es un gran país y muy acogedor con los extranjeros”, dijo
Cohn agregó que decir presente en una Macabeada hace sentir que uno está contribuyendo a la continuidad del pueblo judío. “Representar a mi querido EIM es un orgullo personal, pero creo que lo más importante es poder ir pavimentando un camino para todos los deportistas judíos de Chile, para que algún día puedan vivir esta experiencia que será inolvidable para sus vidas. Como le he mencionado anteriormente, cada vez que voy a un Panamericano o a una Macabeada realmente es cumplir un sueño, ya que cada una de ellas es diferente y muy especial”, aseguró con alegría Cohn.
Uno de los grandes momentos de las Macabeadas es la ceremonia de Apertura y al respecto dijo: “Prefiero no imaginar nada, quiero dejar que me sorprenda y emocione como cada una de las que me tocado vivir”.
Vale mencionar que Julián dijo presente en los Panamericanos de México 1999 y guarda los mejores recuerdos de aquella Macabeada: “Fue increíble, inimaginable, inolvidable, realmente no se puede describir en un par de frases lo que vivimos en lo deportivo y humano con todos los deportistas que estuvieron ahí. Esta Macabeada que se viene será muy especial para mí, ya que después de 20 años me emociona poder volver y saber que vamos a reencontrarnos con muchos amigos macabeos que nos conocimos en México 1999”.
Y agregó: “He jugado con mis mejores amigos por más de 35 años juntos. Gracias al EIM uno crea vínculos para toda la vida y los más lindo que son heredables a nuestros hijos, y uno puede ver como ellos están dando sus primeros pasos en el deporte comunitario, tal cual lo dimos nosotros y eso es una gran satisfacción como padre, ya que uno sabe todo lo que van a poder vivir gracias al EIM”, concluyó con emoción y entusiasmo Cohn.
Padre e hija
“Será una gran combinación de deporte, amistad y fortalecimiento de los lazos con las otras comunidades judías”, aseguró Marcelo Tokman, quien participará en los Juegos con la Selección de Fútbol de Chile +55. Además, tendrá el placer de compartir estas Macabeadas con su hija Ignacia, quien irá con la Selección de Hockey Sub16.
Tokman, que fue Ministro de Energía de Michelle Bachelet, hoy se encuentra muy cercano al EIM, y ya participó de las Macabeadas de Chile 2015 e Israel 2017.
“Estoy muy feliz y emocionado de poder participar junta mi hija en esta Macabeada. Es una oportunidad muy linda de acercarnos aún más. Imagino que esta será la primera Macabeada de muchas para ella, y espero que siempre recuerde que a su primera Macabeada fuimos juntos. La verdad que es un sueño cumplido. Yo estuve gran parte de mi vida alejado de la vida comunitaria y de nuestra religión y, con mi señora, tomamos la decisión de darles a nuestras hijas la posibilidad de vivir y disfrutar plenamente el ser judías. Haberla visto en su Bat Mitzvá, estudiando el hebreo, haciendo su promesa en Maccabi y ahora participar en las Macabeadas, es la muestra de que tomamos la mejor decisión posible para ellas”, manifestó Tokman.
Asimismo, contó sobre la preparación para los Panamericanos: “Empezamos a entrenar con todo el equipo varias veces a la semana y yo además estoy yendo al gimnasio. Tengo la expectativa de jugar harto fútbol, compartir con mis amigos y hacer nuevas amistades. Además, hacerle barra a todos los equipos de Chile, especialmente al de hockey donde juega mi hija Ignacia”.
“Imagino que los Panamericanos estarán súper bien organizados y que será una gran combinación de deporte, amistad y fortalecimiento de los lazos con las otras comunidades judías de la región. Además, estoy seguro que algo de tiempo quedará para disfrutar de la riqueza cultural de México, su cocina, su arte, su historia y su gente”, señaló.
Sobre sus experiencias en Chile 2015 y las Macabeadas de Israel 2017, manifestó: “Fue algo excepcional en todas las dimensiones. En términos deportivos, ha sido como volver décadas atrás cuando practicaba deportes de manera competitiva, entrenando rigurosamente. Además, en ambas ocasiones he tenido la suerte de tener compañeros de equipo extraordinarios con los que he podido compartir tanto dentro como fuera de la cancha. En Chile fue muy lindo tener a mi familia haciéndome barra y participando juntos en varias de las actividades. Y la experiencia en Yerushalaim fue muy especial y llena de emociones. Uno de los recuerdos inolvidables fue cuando desfilamos en la inauguración de las Macabeadas en un estadio que estaba repleto y donde proyectaban en pantallas gigantes la bandera de Chile. También fue muy emocionante cuando todo el estadio, lleno de judíos de todas partes del mundo, cantamos juntos Hatikva”.