publicado hace 8 días
Primer Premio Nobel judío
Samuel Joseph Thatchkes, más conocido como Shmuel Yosef Agnon, fue el primer Premio Nobel de Israel. Uno de los escritores más fértiles de la primera generación de escritores judíos en Israel, fue un poeta precoz, cuentista y gran novelista. Nació en 1888 en Búchach (Buczacz, en idish), entonces Galitzia y actualmente parte de Ucrania. Aunque no recibió educación formal, de su padre conocido rabino, conoció el Talmud, Maimónides y los textos jasídicos, y de su madre la literatura alemana. Con solo quince años publicó su primer poema en idish, y en los años siguientes llegó a escribir setenta poemas, tanto en hebreo como idish. Su primera historia, Agunot (Esposas abandonadas) fue publicada en 1908, y en 1909, a los 21 años, se instala en la entonces Palestina, atraído por el ideal sionista. Su adorada Jaffa y su inquebrantable ideal de convivencia pacífica entre los pueblos que la habitaban fue inspiración de muchas de sus obras. En 1913 se radica en Alemania, donde vivió 11 años. Ahí conoció a un acaudalado hombre de negocios quien se transformó en su protector y benefactor, con lo que pudo dedicarse por completo a la escritura. Sin embargo, debido a un incendio que consumió su biblioteca y obras, en 1924 se instala definitivamente en el barrio Talpiot de Jerusalén, donde vivió hasta su muerte. Ya en 1932 es reconocido como una de las figuras centrales de la literatura hebrea moderna. Sus trabajos completos fueron editados en 1964 en ocho volúmenes con los siguientes títulos: Hajnasat kala (La dote de la viuda), Elu va-élu (Estos y aquella), Kapot Al-Hamanul (Sobre el umbral), Oréaj nata lalún (El anfitrión de la noche) Tmol sihishom (Ayer, anteayer), Samuj veniré (Cerca y visible), Ad héna (Hasta aquí), Haésh vehaetsim (El fuego y la madera).Los rasgos principales de su escritura son la sencillez, contundencia y dominio de las palabras, la exquisitez de sus metáforas, la búsqueda introspectiva de sus personajes, ahondando en los estados de ánimo, en las pasiones del amor y en las interrogantes existenciales y espirituales. Su pluma desemboca dentro de la realidad y la fantasía, llevando su letra tanto al terreno de lo onírico como al real por su impecable descripción. El tema constante de su novelística es la diáspora de Europa oriental. Su obra abarca la comunidad judía de los últimos siglos: tradición y revolución, apego a lo viejo y a la renovación, originalidad e influencias extrañas, destrucción de comunidades judías y crecimiento de otros nuevos en Israel. Otro aspecto característico de su obra son los juegos metaficcionales, ya que era capaz de combinar en su ficción aspectos de su biografía con la historia del pueblo judío. Por ejemplo, afirmaba que nació el 9 de Av, fecha de la destrucción de los dos Templos, y relacionaba las dos veces que se quemó su casa en Hamburgo y en Jerusalén con la destrucción de los dos Templos.Es muy difícil traducir sus obras, ya que su estilo está cargado de asociaciones y vocablos compuestos de toda la literatura hebrea antigua y moderna, sagrada y profana, de tal modo que cualquier traducción deja necesariamente fuera los fundamentos y secretos de su obra y la porción más grande de su belleza y originalidad. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, las obras de Agnon se han traducido a una veintena de idiomas, incluyendo el español.Agnon recibió muchos galardones durante su vida, incluyendo el Premio Israel en 1954 y 1958, el Premio Bialik, el más preciado de las letras de Israel, y en 1966 el Premio Nobel de Literatura. En partes de su discurso, al recibirlo dijo: “¿Quiénes fueron mis mentores en la poesía y la literatura? En primer lugar, están las Sagradas Escrituras, luego la Mishná, el Talmud, los Midrashim y los comentarios de Rashí sobre la Torá. Después vienen las explicaciones de la ley talmúdica, nuestros poetas sagrados y los sabios medievales. Cuando empecé a combinar otras letras que no eran hebreas, leí todos los libros en alemán que cayeron en mis manos, y de estos he recibido lo que se aviene a la naturaleza de mi alma. Como el tiempo es corto, no me dispensaré en compilar una bibliografía o mencionar nombres ¿Por qué, entonces, enumero los libros judíos? Porque son ellos los que me dieron mis cimientos. Y mi corazón me dice que ellos son responsables de ser galardonado con el Premio Nobel”. Agnon falleció en Jerusalén el 17 de febrero de 1970, siendo reconocido como una de las cumbres de la literatura hebrea contemporánea, además de influir marcadamente en las nuevas generaciones de autores hebreos.