publicado hace 9 días
Joseph Brodsky, Premio Nobel de Literatura
Un 24 de mayo de 1940 nacía el poeta y ensayista Iosif Aleksandrovich Brodsky en la región del actual San Petersburgo en el seno de una familia judía, en tiempos aciagos como lo fueron los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania, transgrediendo el acuerdo Molotov-Ribbentrop, invadió con doscientas unidades militares una superficie considerable de la Unión Soviética. El pequeño Iosif contaba apenas dieciséis meses de vida cuando comenzó el asedio de Leningrado, que terminó cuando el futuro poeta ya contaba cuarenta y dos meses de maduración en un entorno de hambre y desesperanza que por poco fulminaba a sus padres, de por sí pertenecientes a un grupo social marginado. Tras una pubertad y adolescencia de fricciones con autoridades escolares soviéticas, Iosef desarrolló habilidades como técnico de mantenimiento de máquinas fresadoras, diseñadas para la extracción de diversos tipos de viruta de materiales como la madera y el acero. Más adelante, se empleó como embalsamador en una prisión. En sus horas libres, Iosif estudiaba por su cuenta polaco y checo.A los quince años comenzó la escritura y publicación de sus primeros poemas, que circuló en publicaciones clandestinas vistas con malos ojos por los órganos oficialistas de la Cultura. Iosef Brodsky y sus amigos eran Samizdat, es decir,’hágalo usted mismo’, a mano, sin utilizar los dispositivos mecánicos de imprenta que los capataces de la cultura oficial habían ordenado empadronar para poder fiscalizar. Pero la Gozkomizdat localizó a Brodsky y comenzó su fiscalización, que produjo al menos dos internamientos psiquiátricos, un arresto, un juicio bastante kafkiano, y su sentencia a un lustro de trabajos forzados en un centro de adoctrinamiento en Norinskaya, una comunidad rural ártica que en 1964 ya contaba con 7 habitantes. Fue ahí donde Brodsky fue remitido a purgar su condena por ser “un parásito social disfrazado de poeta”. En su covacha rústica, sin chimenea ni mayor comodidad que su aislamiento, Brodsky estudiaba y estudiaba, mientras que la intelectualidad soviética estaba indignada, con las voces notables de Evutshenko, Akhmatova y Shostakovich. Así se consiguió rebajar la condena del joven poeta a 18 meses, tras los cuales pudo retornar a Leningrado, ya bajo un manto internacional de celebridad. Siete años permaneció Brodsky en su tierra natal y cuando casi cae nuevamente en la camisa de fuerza de la psiquiatría soviética, en mayo de 1972, las autoridades soviéticas le sugirieron que abandonara la URSS amenazándole, en caso contrario, con unos “días calientes”, según la expresión del propio Brodsky. El 4 de junio de 1972, Brodsky abandonó su país con una maleta que contenía la máquina de escribir y un libro de poemas de John Donne, migrando a Estados Unidos, donde se asentó en Ann Arbor, Michigan. Tras recibir el premio Nóbel en 1987, declaraba en entrevista: “Soy judío, soy un poeta ruso, un ensayista inglés y, por supuesto, un ciudadano americano”. Temas recurrentes en su poesía eran el lenguaje, la historia, los viajes, el cosmopolitismo, el instante presente. Se lo considera como uno de los poetas más grandes de la época soviética junto con Borís Pasternak y Anna Ajmátova. Estuvo casado con Maria Sozzani. Murió el 28 de enero de 1996, en Nueva York. Recibió grados honoríficos de prestigiosas universidades, entre ellas Yale, Oxford, Essex, y la Universidad de Silesia, en Polonia.