En memoria de un gran hombre
“A un emprendedor lo mueve el hambre, la pasión, la locura... sin ellos no hay acción”. Con esta frase, Mauricio Russo Calderón, Z.L., encabezaba su cuenta de la red social X. El empresario, miembro destacado de la comunidad judía y colaborador fundamental de varias obras benéficas de las instituciones comunitarias chilenas, falleció a los 67 años, el pasado 12 de septiembre de 2023, afectado por un cáncer que le había sido descubierto cerca de su fecha de cumpleaños, en agosto de 2022. El fundador de CasaIdeas, tal como lo destacaba su biografía en su perfil social, era un emprendedor a todo terreno. Su historia de vida y su trayectoria en el mundo empresarial habían hecho de su persona un ejemplo a nivel continental. Pero su espíritu innovador y soñador no había comenzado 30 años antes, con la fundación de su compañía que hoy tiene tiendas en Chile, Perú, Bolivia, Colombia y México, sino desde el comienzo de su formación. Tal como lo destacó el medio Ex-Ante, a los 16 años convenció a su padre de viajar a conocer el mundo y llegó hasta Israel. Sin un peso, producto de un robo, se puso a trabajar en un kibutz, y en cuatro meses ahorró lo suficiente para recorrer la antigua Yugoslavia, Turquía, Afganistán y Chipre. De vuelta en Chile, en los años ‘80, “dejó de trabajar en la empresa de su padre y abrió su primer negocio: Distexsa, una tienda de telas para los confeccionistas de ropa. En ella tuvo que aprender a diferenciarse y comenzó a hacer desfiles de moda para ofrecer sus telas. Ahí llegaron clientes importantes como Wrangler, Americanino y Ferouch”, señala el medio online. Y fue a comienzo de los ‘90 que conoció a la diseñadora Claudia Venegas, con quien se propuso crear una compañía que lograra democratizar el diseño, tal como lo destacó la misma empresa en una nota publicada en su sitio web: “Fueron los responsables de crear Casaideas en Chile hace 30 años, marca hoy presente en 5 países y con miles de clientes en diversas latitudes. Imposible será olvidar tu incombustible espíritu de niño curioso, tu energía desbordante, alegría y ese empuje de emprendedor y empresario que hizo de Casaideas su ideal: trabajar para que el diseño y la belleza estuviesen al alcance de todos”. Junto a su familia, y a su trabajo por la comunidad, CasaIdeas fue el motor de Mauricio Russo. En plena pandemia, su nombre se hizo conocido a nivel nacional cuando se difundió la información -a partir del posteo de uno de sus colaboradores- de que esta empresa había decidido mantener el pago completo del sueldo a sus trabajadores a pesar del cierre de sus locales por la contingencia sanitaria. En una entrevista publicada en La Palabra Israelita el 18 de junio de 2020, Russo comentó que: “Pensamos que si la compañía había ganado plata durante años, este año no ganaba plata no más, si la gente no es desechable (...) En un período de crisis el foco no es la rentabilidad, es hacer que la compañía pueda sobrevivir”. Esta humanidad, esta preocupación por su entorno laboral, también se traducía en lo comunitario. Discreto, no era un fanático de los homenajes, aunque en vida fue objeto de varios. Por ejemplo, como apoyo fundamental del Programa de Becas para la Educación Superior de B’nai B’rith, fue distinguido por esta institución en el año 2018, en el contexto del evento anual de recaudación de fondos, de manos del entonces presidente de esta organización, Jaime Fuchs. Era, también, un colaborador en la preservación de la memoria de la Shoá. Tal como destacó el Archivo Judío de Chile en reciente post en sus redes sociales: “Su dedicación para preservar la memoria de los y las sobrevivientes del Holocausto era permanente y dedicada, así fue parte del Directorio de la Fundación Memoria Viva”. Para despedirse de sus colaboradores de CasaIdeas, Mauricio Russo dejó una carta que les fue enviada por mail, pocos minutos después de su adiós en el Cementerio Israelita de La Unión. “Hoy más que nunca sé que gran parte del valor que le damos a la vida es porque no somos dueños de ella. Y que, a cambio de todas las cosas lindas que nos entrega, esta viene sin derecho a disponer”, reza la misiva, en la que promete, a quienes trabajaron a la par con él, que los acompañará siempre. También a nivel a comunitario, la memoria de este gran hombre, su solidaridad, empatía, calidez y generosidad, serán un recuerdo permanente. Desde esta tribuna, y a nombre de quienes somos parte de La Palabra Israelita, acompañamos a la familia y seres queridos de Mauricio Russo Calderón, Z.L., en estos momentos de tristeza y pesar.