publicado hace 11 días

Vitaly Lazarevich Ginzburg, Premio Nobel de Física

Vitaly Lazarevich Ginzburg nació en Moscú el 4 de octubre de 1916 en una familia judía. Su padre era ingeniero y su madre médica. Cuando Vitaly cumplió 11 años, fue enviado a una escuela francesa. En 1931, cuando terminaba su séptimo curso, fue enviado a escuelas de formación profesional, pero renunció a incorporarse. A sus 15 un amigo consiguió entrar como ayudante de un laboratorio de rayos X. En 1933 decidió presentarse a la Universidad Estatal de Moscú, pero tendría que completar los tres cursos de enseñanza secundaria que no había estudiado, que completó en tres meses, pero no fue admitido porque no era miembro de la Liga de Jóvenes Comunistas, ni obrero, ni sus padres eran proletarios. Vitaly tuvo que asistir como oyente a las clases de Ciencias Físicas. Al año siguiente consiguió incorporarse como alumno regular, pero fueron capacitados como oficiales. En 1937 se casó con una compañera de estudios, con quien tuvo una hija; en 1946 la pareja se divorció. En el cuarto curso Ginzburg eligió Óptica. En 1940 defendió su tesis de grado y, en calidad de posgraduado, fue admitido en el Instituto Lébedev de Física. El 22 de junio de 1941 los nazis invadieron Rusia y el Instituto Lébedev fue evacuado a Kazan. En 1942 defendió su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Moscú. Cuando los nazis alcanzaron el Volga, se afilió al Partido Comunista. En 1945, la Universidad de Gorki propuso a Ginzburg como profesor invitado, lo que aceptó. Enseñó propagación de ondas de radio en la ionosfera. Ese año conoció a Nina Ermakova, con quien se casó en 1946. Ginzburg deseaba ser profesor en la Universidad Estatal de Moscú y enviaba frecuentes solicitudes, que siempre fueron denegadas al provenir de un judío casado con una contrarrevolucionaria. En 1947, dentro de la campaña antisemita del gobierno, el Ministerio de Educación anuló su nombramiento en la Universidad de Gorki. Paradójicamente, sería la bomba de hidrógeno la que le salvaría la vida. En 1948 se creó un grupo de alta seguridad con la misión de fabricar una bomba termonuclear. Las primeras propuestas fueron de Sájarov y Ginzburg, consistentes en el uso de Litio-6 como combustible, lo que haría posible la bomba de hidrógeno soviética. Ginzburg formuló también la teoría de la propagación de ondas electromagnéticas en plasmas, la del origen de la radiación cósmica, la de emisión de radio de los púlsares y la de la superconductividad.En 1953 Ginzburg fue elegido miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, recibió los Premios Estatal y Lenin y entre 1989 y 1991 fue diputado del Soviet Supremo. En 1991 la Real Sociedad de Astronomía le otorgó una Medalla de Oro. Fue galardonado con el Premio Wolf y la Medalla de Oro Lomonósov. Fue también elegido miembro extranjero de nueve Academias de Ciencias. En noviembre de 2001, Ginzburg se jubiló y en 2003 recibió el Premio Nobel de Física por sus contribuciones a la teoría de los superconductores y superfluidos. Ginzburg escribió centenares de artículos científicos y más de una docena de libros. Formó parte del Congreso Ruso-Judío, combatiendo el antisemitismo y defendiendo el Estado de Israel. Falleció el 8 de noviembre de 2009 en Moscú y fue sepultado donde reposan los restos de ilustres políticos, escritores y científicos rusos.

publicado 03 Octubre 2025

Cuatro Conversaciones del Judaísmo Moderno

Esta serie forma parte del segundo semestre del programa Mercaz Lemida, dirigido por el Rabino Ari Sigal. El Dr. Rodrigo Garrido, Doctor en Teología, exploró encuentros entre pensadores judíos del siglo XX: algunos fueron amigos que rompieron, otros colaboradores hasta la muerte, y algunos que, aunque contemporáneos, no dejaron registro de diálogos directos.Lapide-Panikkar: Tender puentesPinchas Lapide huyó de Austria en 1938 a los quince años. Raimon Panikkar nació entre dos mundos: hindú y catalán. Ambos dedicaron sus vidas al diálogo interreligioso. Lapide insistía en el “silencio reverente” ante lo sagrado. Panikkar respondía que Dios solo aparece en el encuentro directo. Ambos parafraseaban la máxima talmúdica: toda discusión tiene tres caras —la tuya, la mía y la verdadera.Scholem-Arendt: La rupturaAmigos durante décadas, Gershom Scholem y Hannah Arendt, rompieron en 1963 por el libro sobre Eichmann. Ella escribió que el mal era “banal” - Eichmann era un burócrata, no un monstruo. Él la acusó de falta de amor al pueblo judío. Arendt respondió: “No amo pueblos, amo personas. Amar abstracciones es la raíz del mal político.”En 1964 intentaron reconciliarse. Scholem reconoció: “Somos dos marginales. Esa es nuestra conexión real.”Buber-Rosenzweig: La traducción imposibleMartin Buber y Franz Rosenzweig tradujeron la Biblia hebrea preservando su extrañeza. En 1925, Rosenzweig ya estaba paralizado, comunicándose letra por letra. Discutían si la Torá era ley o poesía, práctica o encuentro místico.En sus últimos escritos, Rosenzweig reflexionó sobre la experiencia de ser “extranjero en toda lengua”—una idea central de su filosofía sobre la traducción y el exilio. Murió en 1929, y Buber tardó 35 años más en terminar solo el proyecto.Levinas-Derrida: Ética primeraEmmanuel Levinas, cuya familia fue asesinada en Lituania, enseñaba que el rostro del otro dice “no matarás” antes que cualquier filosofía. Su discípulo Jacques Derrida, expulsado de la escuela en Argelia por ser judío, objetaba que incluso nombrar al “otro” es violencia.Cuando Levinas murió en 1995, Derrida lloró: “Me enseñó que decir ‘aquí estoy’ ante otro ser humano es más fundamental que pensar.”El fuego que no se apagaEstos encuentros revelan las tensiones vitales del judaísmo moderno: ¿Particularidad o universalidad? ¿Ley o experiencia? ¿Memoria o futuro? No son heridas para sanar, sino paradojas que dan vida al pensamiento."Esh Tamid" (Fuego Eterno) no es la llama del Templo, sino el calor del desacuerdo productivo. En tiempos de polarización, estos diálogos enseñan que se puede discrepar sin destruir, que pensar juntos duele, que a veces la reconciliación es parcial.Mercaz Lemida demuestra que estos encuentros siguen resonando porque plantean preguntas que cada generación debe reformular. El judaísmo no es museo, sino laboratorio, donde el fuego eterno arde entre voces que dialogan, discuten y vuelven a dialogar, manteniendo viva la llama de la pregunta en un mundo que prefiere las respuestas definitivas. Nuestros participantes opinanPeppy Rubinstein: “Hacer estas 4 clases se me despertaron muchas inquietudes que tenía en mis 20 años, en que era todo pregunta y las respuestas se me dieron algunas con los años, tus clases perfectas, elaboradas con lenguaje simple y los diálogos entre los distintos filósofos y su pensamiento me encantaron. Agradezco al Mercaz esta oportunidad de crecer desde el alma y por la capacidad de lograr comunicar el “Pensamiento Judío”.Shlomit Cabello: “Para mí fue un espacio de aprendizaje significativo, me dio impulsos para seguir estudiando. Además, las clases tenían un objetivo claro y una secuencia adecuada. Rodrigo explica los conceptos difíciles con un lenguaje claro y didáctico. Excelente uso del tiempo. Sentí que aprendí mucho”.Roberto Berrios: “Fueron sesiones muy fructíferas en las cuales entregaron una reseña y línea de pensamiento de filósofos que ciertamente son muy conocidos a nivel académico. Esta aproximación permite iniciar el conocimiento de Hannah Arendt de una línea muy vigente por toda la problemática y coyuntura mundial, también me permitió conocer más a Martín Buber, también a Emmanuel Levinas. Inició una apertura a conocimiento que permitirá seguir estudiando estos temas y eventualmente seguir profundizando para entender estas líneas filosóficas”.Juan Fco. Riquelme: “Primero, agradecer a Rodrigo Garrido y a Mercaz Lemidá, por el curso del Pensamiento Judío en Diálogo, para mí fue un descubrimiento de otra faceta desconocida de algunos filósofos y en otros casos empezar su conocimiento. Esta no fue una clase de filosofía o historia, fue revivir su pensamiento en diálogos, principalmente en contraposición en temas filosóficos, místicos, históricos, sociales, donde la profundidad, el respeto y la fraternidad entre ellos marcan un apasionante y ejemplificador ejercicio que tanta falta hace hoy en día. Este curso es una puerta que invita a conocer a la persona y su pensamiento, que en mi caso siguen resonado, como Raimon Panikkar, Pinchas Lapide, Hannah Arendt, Gershom Scholem, Emmanuel y Martin Buber”.

publicado 26 Septiembre 2025

Capellán judío de La Moneda, en el Te Deum Ecuménico del 18 de septiembre.

Elokei Harujot Lejol. BasarD-os que anidas en el alma de todo ser.Te pedimos una bendición para Chile, nuestra patria querida.Para sus habitantes desde el norte al sur de esta loca geografía.Para los hombres y mujeres laboriosos y creativos que componen esta nación plural, sin dejar a nadie de lado, porque sabiendo que todos sus habitantes cuentan, la patria no estará completa si alguno faltara.Te pedimos una bendición de progreso y desarrollo para sus valles, ríos y montañas, para su mar fecundo y sus islas.Sabiendo que las palabras crean realidades, te rogamos que nos des inteligencia, para proferir palabras que unan y no separen, palabras que integren y no dividan.Que podamos abrazarnos como hermanos que somos, por sobre las lógicas diferencias de pensamientos que nos hacen humanos.Que Tu amor reine sobre todos nosotros y que podamos construir una sociedad en la que quieras habitar.Que todos los hombres y mujeres del mundo prioricen la paz, el diálogo y el entendimiento.Y que todo hijo de Chile se sienta seguro y querido, y no discriminado por su origen o elección de vida, en esta patria, porción de cielo, que Tú nos regalas.Bendice A-donai a Chile, tierra generosa y buena con Tu bendición de amor.Ki Ata Shomea tefila, porque Tú escuchas nuestras oracionesAmén

publicado 19 Septiembre 2025

Teshuvá, tefilá y tzedaká ¿Qué prácticas de arrepentimiento y perdón recomienda para estos días?

Cuando llegan estos días entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, no venimos a pedir que borren lo que fuimos, sino a atrevernos a ser quienes podemos llegar a ser. Nuestros sabios dicen que “la teshuvá, la tefilá y la tzedaká anulan los malos decretos” (Unetané Tokef). No es magia. Es trabajo interior.Teshuvá es volver. Volver a la versión de nosotros que dejamos olvidada entre el ruido. Rambám enseña que la teshuvá verdadera es cuando uno se enfrenta a la misma situación y actúa diferente (Hiljot Teshuvá 2:2). No es cargar con culpa: es mirar de frente lo que no funcionó, asumirlo, y decidir qué vamos a hacer distinto. A veces basta con una conversación pendiente, con dejar de justificarse, con decir: “Sí, eso fue un error, y quiero hacerlo mejor”.Tefilá es hablar con D-os, pero sobre todo escucharte a ti mismo. El Talmud cuenta que Jana “oró desde lo profundo de su corazón” (Berajot 31a). Eso es tefilá: palabras que no tienen que sonar bonitas, solo sinceras. Puede ser el rezo tradicional, o puede ser quedarte en silencio unos minutos al día para preguntarte: “¿Qué necesito? ¿Qué agradezco? ¿Qué deseo soltar?”. No oramos para cambiar a D-os, oramos para que Dios nos cambie a nosotros.Tzedaká es justicia. Isaías dice: “Parte tu pan con el hambriento… no te escondas de tu hermano” (Isaías 58:7). Es elegir no vivir solo para uno. Ayudar no solo con dinero, sino con tiempo, atención, escucha, contactos, abrazos. Cada acto de bondad reordena un poco el mundo.Teshuvá limpia el pasado. Tefilá ilumina el presente. Tzedaká abre el futuro. Y juntas, nos recuerdan que no estamos atados a lo que fuimos: podemos volver a empezar, con más verdad, más fe y más amor.

publicado 29 Agosto 2025

Por qué Israel no puede abandonar a los drusos de Siria

Como nueva inmigrante en Israel, me asaltaba una pregunta incómoda: ¿por qué debemos intervenir en Siria para defender a los drusos? ¿Acaso no tenemos ya suficientes frentes abiertos —Gaza, Líbano, Irán, Yemen, Irak, Judea y Samaria—? Nuestros soldados están exhaustos, y, sin embargo, drusos israelíes piden enviarlos a otra guerra, que no es nuestra.Buscando respuestas, viajé hasta Abu Snan, una aldea drusa en Galilea. Allí me recibió Julia Hazima, periodista y profesora de inglés de 28 años. Desde el primer instante me habló con la calidez de quien visualiza en ti a una hermana perdida. Me presentó a sus padres, y pronto la casa entera se transformó en un ejemplo de hospitalidad. “Quiero que el mundo sepa lo que está pasando”, me dijo la joven antes de empezar nuestra conversación.Un pueblo milenario, siempre perseguidoHoy existen alrededor de un millón y medio de drusos en el mundo; la mitad reside en Siria. Su religión es monoteísta e incorpora elementos del judaísmo, el cristianismo, el islam y la filosofía griega. Creen en la reencarnación y valoran la lealtad entre hermanos por encima de todo. No es posible convertirse al druzismo ni está bien visto asimilarse. La mayoría desconoce los detalles profundos de su propia fe. Al no ser sunitas ni chiitas, y mantener ocultas sus creencias, han sido considerados herejes y por lo mismo perseguidos.La relación entre Israel y los drusos tiene raíces antiguas: los drusos consideran a Jetró, suegro de Moisés, uno de sus profetas fundadores. En tiempos modernos, ese vínculo tomó forma concreta a partir de 1948, cuando líderes drusos e israelíes sellaron un pacto de cooperación que muchos llaman “el pacto de sangre”.En la Guerra de los Seis Días, junio 1967, Israel ocupó los Altos del Golán, territorio que pertenecía a Siria, allí vivían muchos drusos sirios y quedaron bajo control israelí. Por décadas no tuvieron contacto con sus familias, al no poder cruzar las fronteras. La voz de una drusa israelí—¿Cuál es tu percepción de la situación actual en Siria?—Es como un rompecabezas incompleto —responde Julia—. El contacto con nuestros hermanos se cortó. Sueño con poder cruzar la frontera y conocer las tierras donde vivieron mis abuelos.—¿Qué hace especiales a los drusos?—Respetamos al ser humano por lo que es, no por su religión. Somos fieles a nosotros mismos y a los demás. Amamos nuestra tierra. Te doy un ejemplo: en Hurfeish, una aldea drusa de la Alta Galilea, Hezbollah la atacó con dureza, pero nadie quiso abandonar su hogar, aunque sus vidas corrían peligro.—¿Cómo te sientes como drusa en Israel?—Es un privilegio. Estoy orgullosa de ser drusa israelí, aquí soy yo misma. A veces nos llaman “drusos palestinos” y me disgusta. Acá me siento segura, no temo practicar mi religión. Puedo estudiar, desarrollarme y trabajar. En la comunidad drusa hay igualdad entre hombres y mujeres: podemos heredar bienes, entrar en política o en la policía, incluso pedir el divorcio. Si no fuera por los prejuicios de la sociedad árabe chovinista, podría llegar a ser guía espiritual. Agradezco a Israel todo lo que me ha dado.Bajo amenazaLa conversación cambia de tono cuando Julia recuerda la situación en Siria. Me muestra fotos y videos que circulan en secreto por las redes sociales. Me advierte que son fuertes. Tenía razón. Veo imágenes que me transportan al 7 de octubre: aldeas arrasadas, cadáveres, mucha sangre vertida, la misma brutalidad de Hamas.— Bashar al-Assad, aunque dictador, no intentó masacrarlos. Todo cambió con la llegada de Abu Mohammad al-Julani, excombatiente de Al Qaeda e Isis. Se presenta como moderado, con su traje y corbata, pero sus actos lo delatan. Es un extremista y un asesino. Ha impulsado una verdadera limpieza étnica.—Han secuestrado a cien mujeres, quinientos hombres y once niños —continúa Julia con los ojos vidriosos—. A las mujeres las venden como esclavas sexuales por sumas superiores a los 16.000 dólares. Hubo un caso estremecedor: un beduino compró a una drusa solo para devolverla a Suwayda. Aún existen hombres buenos, pero son excepciones. Los beduinos se han unido al régimen, en su intento de aniquilar a los drusos.La humillación también es un arma:—En muchos casos —agrega Julia—, los Sheiks fueron rapados, les cortaron barba y bigote a la fuerza, como señal de burla. Para nosotros eso es un símbolo de dignidad. Fue un acto denigrante.Con voz entrecortada relata lo siguiente:—Violar a una niña de cinco años en un centro de oración y luego decapitarla… ¿qué clase de animal hace algo así? También asesinaron a un joven y exhibieron su cabeza para culpar a los drusos. Una familia reconoció en esa imagen atroz a su propio hijo.Los relatos se suceden: han conquistado más de treinta aldeas, cortaron la luz y el agua, la gente tiene que caminar kilómetros hasta llegar a un hospital que está desprovisto de insumos y medicinas, cadáveres tirados por doquier en las carreteras, es desolador.El pacto de sangreCuando le pregunto por la relación entre drusos e israelíes, su mirada se ilumina.—Durante la Guerra de Independencia, se selló un pacto. Cuentan que en una batalla murieron juntos un soldado israelí y uno druso, y que sus respectivas sangres se mezclaron en la tierra. Ese símbolo representa nuestra lealtad mutua.Desde entonces, los drusos han servido en las Fuerzas de Defensa de Israel y han sido parte activa en la construcción del país. Por eso, dice Julia, la ayuda no es caridad: es una obligación moral.—Si Israel no los ayuda, nadie lo hará.Una petición urgenteLos drusos israelíes pidieron a Netanyahu que interviniera. Las FDI se movilizaron al rescate. También se les envió ayuda humanitaria en helicópteros, y algunos heridos fueron tratados en el hospital de Zfat. “Sin la intervención de las FDI, habrían masacrado a 40.000 drusos”, afirma Julia. Aun así, insiste en que se necesita más: un corredor humanitario desde Galilea hasta Suwayda y más presión internacional.Antes de despedirme, le pregunto cómo imagina el futuro.—Sueño con un reencuentro entre hermanos, con que los drusos sirios recuperen sus derechos. Quiero que sepan que Israel no es un estado de apartheid, que no crean las mentiras que lo demonizan. Y deseo que no tengamos que cruzar de nuevo la frontera con mil drusos israelíes dispuestos a morir defendiendo a nuestros hermanos.Salí de su casa con el corazón apretado. La pregunta inicial que me hice ya tiene respuesta. Israel no está peleando “otra guerra”: está honrando un pacto de sangre, un vínculo sagrado de lealtad compartida y sacrificio mutuo.--Nota del editorLamentamos no poder incluir todas las imágenes compartidas por la autora. Estas fueron obtenidas en condiciones de gran riesgo para quienes las capturan y hacen circular, y constituyen un testimonio gráfico de enorme valor. Sin embargo, por su crudeza, hemos optado por no publicarlas en su totalidad.

publicado 15 Agosto 2025

¿Por qué tradicionalmente el judaísmo prohíbe los tatuajes, y cómo se interpreta esa norma hoy en relación con la identidad corporal y la memoria? Por ejemplo, los sobrevivientes de la Shoá o entierros en cementerios judíos, entre otras.

La Torá enseña en Vaikrá 19:28 que no debemos grabar tatuajes, una norma que, según nuestros sabios (Makot 21a, Rambam, Shulján Aruj), nos separa de costumbres idolátricas y recuerda que el cuerpo es sagrado, creado Betzelem Elohim. Aunque está prohibido tatuarse voluntariamente, la halajá es clara: un tatuaje no te hace menos judío ni impide el entierro en un cementerio judío (Igrot Moshe YD II:61). El mito de la “prohibición de entierro” carece de base y es parte de un mito para desincentivar la práctica del tatuaje. En la Shoá, los números tatuados no fueron pecado, sino heridas forzadas que hoy son símbolos de memoria y resistencia como explica Rav Ovadia Yosef z”l (Yabia Omer YD 3:11). Rabinos contemporáneos como Jonathan Sacks recuerdan que la identidad se “escribe en el corazón” más que en la piel. La halajá mantiene la prohibición, pero responde con respeto, escucha y dignidad hacia toda persona, con o sin tatuajes.

publicado 18 Julio 2025

¿Cómo se puede encontrar el sentido y el propósito en la vida después de una tragedia como el atentado de la AMIA?

Harold Kushner, quien escribió tras la muerte de su hijo, nos desafía a buscar no el “por qué” del sufrimiento, sino el “para qué” de nuestra vida tras él. “No todo tiene una razón que podamos entender, pero todo puede tener un propósito que decidamos asumir”. A veces, la presencia divina se eclipsa —como la hester panim, el ocultamiento del rostro de D-os—pero incluso allí, el ser humano puede elegir ser luz en la oscuridad.En ese sentido, el judaísmo nos llama a la responsabilidad sagrada: no explicar el mal, sino responder al mal con bien. El concepto de Tikun Olam —reparar el mundo— no es una utopía ingenua, sino un llamado concreto. Como enseñó Heschel, “lo que D-os exige de nosotros no es una teología correcta, sino un corazón sensible y manos dispuestas a actuar”.Frente a la violencia, la respuesta judía no es el cinismo ni el nihilismo, sino el compromiso renovado con la vida, con la justicia, con el otro. Quien ha sufrido una tragedia no está obligado a “entenderla”, pero puede decidir transformar su dolor en fuerza moral, su memoria en responsabilidad.Como dice el profeta Isaías (58:10): “Si das tu alma al hambriento y sacias al alma afligida, tu luz nacerá en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.”El judaísmo no ofrece respuestas simples al dolor, pero sí ofrece una presencia que sufre con nosotros, un llamado a la responsabilidad, y una visión de sentido que nace en la acción compasiva. D-os sigue buscando al hombre; nuestra tarea es responder con fidelidad, aún —y sobre todo— en medio del dolor Hineni- aca estoy de cuerpo y alma para asumir la responsabilidad de letaken olam bemaljut shadai.

publicado 04 Julio 2025

El efecto Mamdani

Zohran Mamdani tiene solo 33 años y hace poco era un miembro de la Asamblea Local de Nueva York, pero tras vencer a Andrew Cuomo en las primarias demócratas, está a un paso de convertirse en el próximo alcalde de la ciudad. Ex rapero, nacionalizado estadounidense en 2018, se define políticamente como “progresista y musulmán. Su ascenso ha generado entusiasmo en algunos sectores, pero también preocupación y muchas preguntas. ¿Es Mamdani aire fresco o un retroceso político con riesgos económicos?Asociado a figuras como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, el candidato impulsa propuestas como transporte público gratuito, supermercados estatales y congelamiento de arriendos, medidas que sus críticos consideran inviables o fiscalmente irresponsables.Una mirada localMedios estadounidenses, como el Wall Street Journal, New York Post, New York Times y Washington Post, han publicado gran cantidad de editoriales y columnas, que revelan la visión sobre el candidato.En editorial llamada “República Popular de Nueva York”, el Wall Street Journal (WSJ) explica que Mamdani se ha convertido en la cara visible de un nuevo tipo de liderazgo progresista, que representa un giro a la izquierda que viene tomando fuerza entre votantes jóvenes y sectores desencantados con la política tradicional.El medio lo considera el cambio más radical en la política de la ciudad desde los años 70, y advierte que muchas de sus propuestas —como el transporte público gratuito, los supermercados estatales o el congelamiento de arriendos— pueden sonar bien en teoría, pero podrían terminar en una pesadilla financiera para la ciudad.El New York Post, dedica dos editoriales a estos temas. En ellos explica que la propuesta de congelar los arriendos de viviendas es eventualmente plausible, pero muy limitada, pues no es prerrogativa exclusiva del alcalde, sino de un comité.  Lo mismo ocurriría con la propuesta de supermercados estatales que “utilizaría fondos de los contribuyentes que en realidad no existen”.El Washington Post también se sumó a las críticas y fue incluso más duro. En su editorial “Mamdani: una mala noticia para Nueva York y para el Partido Demócrata”, expresa temor por medidas que puedan causar pérdida de empleos, fuga de empresas, desinversión, desabastecimiento y, en el peor de los casos, una crisis fiscal como la que sufrió la ciudad en los años 70.El medio también apunta a su historial con la policía. En una ciudad donde el tema de la seguridad sigue siendo clave, Mamdani ha sido un ferviente defensor de reducir el presupuesto de las fuerzas de seguridad y se opone a aumentar el número de oficiales. Sobre IsraelA diferencia de Eric Adams, Mamdani ha sido un defensor abierto del BDS y ha declarado que Israel no debería ser un Estado exclusivamente judío. Según el New York Times, el candidato ha explicado su respaldo a consignas como “globalizar la Intifada” argumentando que no se trata de un llamado a la violencia, sino de una expresión de lucha por los derechos palestinos. Para justificarlo, dijo que el término “intifada” se usa en traducciones árabes del Museo del Holocausto de Washington para referirse al Levantamiento del Gueto de Varsovia, algo que el propio Museo desmintió y calificó como ofensivo para los sobrevivientes.El editorial “Zohran Mamdani y los judíos” del Wall Street Journal (WSJ) se refiere a este tema de forma crítica: “Incluso la peor masacre de judíos desde el Holocausto fue una ocasión para la propaganda antiisraelí. Comenzó el 8 de octubre con una equivalencia moral perfecta: «Lamento la muerte de cientos de personas en Israel y Palestina en las últimas 36 horas». Después, su declaración giró hacia la crítica a la autodefensa de Israel, y a continuación vino la difamación: «El camino hacia una paz justa y duradera solo puede comenzar poniendo fin a la ocupación y desmantelando el apartheid».De ahí su idea de —en concordancia con la Corte Penal Internacional— arrestar a Benjamín Netanyahu si llega a la Gran Manzana.Ante esto, el WSJ plantea una pregunta de fondo: ¿puede el Partido Demócrata seguir respaldando a un candidato cuyas posturas generan tanta división, incluso dentro de su propia base?Por ahora se debe estar atento a si Cuomo decide seguir en carrera como independiente, lo que pavimentaría el camino para Mamdani en noviembre.

publicado 02 Mayo 2025

Una parashá dedicada a Máximo Nagel Hirsch Z’’L

En Tazria-Metzora, la Torá habla de marcas, pero no para excluir.Dice: “והובא אל אהרן הכהן” — “y será llevado a Aharón el sacerdote” (Vayikrá 13:2).Llevar lo herido al centro, no al margen. Mostrar la mancha, no para ocultarla, sino para comenzar a sanar.Los sabios preguntan: ¿Por qué la Torá trata tan extensamente al Metzora?Y responden: “Porque la palabra puede construir mundos o destruirlos” (Arajín 15b). Lo que se ve en la piel es apenas una sombra de lo que se pronunció, lo que se calló, lo que no se cuidó.Pero hay más. El Metzora es enviado fuera del campamento, no para ser apartado, sino —como dice el Rambam (Hiljot Tumat Tzaraat 16:10) —“para despertar el corazón, para que quien ve su aislamiento, reflexione sobre el camino de retorno”.Y es ahí donde recordamos a Máximo Nagel Hirsch (ז״ל). Un niño que no necesitó retiro para enseñar pureza, ni palabras complejas para iluminar a quienes lo rodeaban. Con su mirada, con su juego, con su risa, Máximo fue lo contrario al Metzora: un sembrador de presencia, un tejedor de vínculos.En días donde los silencios pueden aislar más que la piel herida, su memoria nos devuelve al corazón del mensaje: que toda vida —especialmente una que irradia desde tan temprano— nos llama a hablar con intención, a mirar con profundidad, a abrazar sin demora.Porque al final, como dice el Midrash (Vayikrá Rabá 17:3): “más que la impureza, Dios se preocupa por los corazones que regresan con sinceridad.”יהי זכרו ברוךQue su recuerdo nos purifique, y su luz nos enseñe a volver.

publicado 18 Abril 2025

¿Qué importancia adquiere la palabra “Libertad” en la continguencia actual del pueblo judío?

La palabra “libertad” en la contingencia actual del pueblo judío no es un concepto político, sino una categoría existencial. En la Torá, Dios no se revela primero como Creador, Juez ni Redentor, sino como el que libera: “Yo soy el Eterno tu Dios que te saqué de Egipto, de la casa de esclavitud” (Éxodo 20:2). La primera línea del Decálogo no habla de fe, sino de experiencia: salir del encierro.El Maharal de Praga explica que “la libertad es el estado natural del alma humana” (Guevurot HaShem, cap. 4), y por eso Egipto —Mitzrayim, que también significa estrechez— no solo es un lugar, sino una condición. En este tiempo donde el pueblo judío es presionado a justificar su mera existencia, volver a hablar de libertad es una forma de resistir no con poder, sino con sentido.El Midrash (Shemot Rabá 15:22) dice que en el Mar Rojo, las aguas se abrieron solo cuando un alma, Najshón ben Aminadav, se atrevió a caminar. La libertad comienza cuando uno da el paso antes que el mundo esté listo para entenderlo. No se trata de independencia territorial, sino de la dignidad de caminar hacia lo desconocido sin renunciar a quién uno es.Rabí Yehuda HaLeví decía: “Soy esclavo de Dios, por eso no soy esclavo de ningún amo” (Kuzarí V:20). La libertad judía no es estar sin yugos, sino elegir el yugo correcto: el de la memoria, la ética y la esperanza. En tiempos donde la opinión pública define quién es digno de compasión, la libertad es tener el coraje de narrar desde adentro nuestra propia historia, con todas sus heridas y su profundidad.

Sydney Brenner, Premio Nobel de Medicina

Sydney Brenner nació el 13 de enero de 1927 en Sudáfrica, hijo de inmigrantes judíos, de padre lituano y madre letona. Su padre era reparador de calzado y vivían en la parte trasera de la zapatería; él nunca aprendió a leer o escribir pero hablaba ruso, yidish, inglés, afrikáans y zulú. A diferencia de su padre, Sydney aprendió a leer a una edad temprana, y cursó el kínder en la escuela de una clienta de la reparadora de calzado. Brenner estudiaba demasiado rápido, terminó los primeros tres años de primaria en un año, la primaria le tomó cuatro años, y terminó el bachillerato en 1941 antes de cumplir los quince años. Su tío Harry le regaló un microscopio con el que hacía sus observaciones personales; al año siguiente se mudó a la Facultad de Medicina, ahí comenzó a interesarse por la biología celular. En 1942, a los quince años con una beca de 60 libras por año, Brenner pudo ir a la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo para estudiar medicina. Llevando sándwiches para el almuerzo, se iba en bicicleta todas las mañanas a la estación de tren para ir a Johannesburgo, y luego caminaba hasta la Universidad.Como era el más joven de su generación, le ofrecieron hacer un curso extra en ciencias, para que al graduarse tuviera 21 años y pudiera ejercer la medicina. Finalmente Brenner terminó haciendo una Maestría en Ciencias, en fisiología celular y citogenética, y trabajando como técnico de laboratorio para mantenerse. Cuando retomó sus materias de medicina, ya no le interesaban tanto, menos cuando había rechazado una oferta para estudiar en Oxford para terminarlas. Al graduarse de medicina ya estaba convencido de dedicarse a la investigación, así que postuló para hacer su doctorado en la Universidad de Oxford. En 1952 Brenner se casó con May Covitz, que estaba haciendo su doctorado en Psicología. Interesado en el ADN, Brenner sabía que en Cambridge Jim Watson y Francis Crick estaban tratando de resolver la estructura del ADN. Cuando dieron con la estructura correcta, Sydney fue a Cambridge en 1953 para verla y entender la complementación de bases nitrogenadas. A partir de ahí Brenner se iluminó científicamente. Después regresó a Sudáfrica donde estableció un laboratorio en la Facultad de Medicina de Sudáfrica, desde donde colaboró para resolver el código genético.En 1956, Francis Crick le consiguió un puesto en el Laboratorio de Biología Molecular (MRC). Ellos compartieron oficina durante 20 años en Cambridge, y en ella gestaron las ideas que los llevaron por separado a las aventuras de la formación del cerebro y de las actividades complejas del sistema nervioso. Sus principales aportes científicos fueron el descubrimiento del ARN mensajero (mRNA), que transporta la información genética del ADN a los ribosomas para la síntesis de proteínas, ayudó en el desciframiento del código genético, contribuyendo a establecer cómo las secuencias de ADN determinan las secuencias de aminoácidos.Obtuvo el Premio Nobel de Medicina 2002 por sus descubrimientos sobre la regulación genética del desarrollo de órganos y la muerte celular programada (apoptosis). Fue conocido por su mente brillante y su humor agudo. Fundó y dirigió varios institutos de investigación. Su trabajo sentó las bases para la genética moderna, la neurobiología y la biología del desarrollo. Falleció el 5 de abril de 2019 a los 92 años en Singapur.

Cristales

La noche cae sobre Alemania y Austria, de entre las sombras una horda de camisas pardas y negras asaltan las propiedades de los judíos. La violencia es extrema. Casas y negocios son saqueados, las sinagogas y los colegios comunitarios son incendiados. 90 judíos son asesinados y miles son internados en el campo de Dachau. La noche del 9 de noviembre de 1938 será recordada como el último pogromo antes del camino sin retorno al exterminio. La orden de Goebbels era clara, los judíos deben pagar por todos los crímenes, reales o imaginarios, que cometieron contra el pueblo alemán. La ignominia debía ser total, por lo que se les obligó a las víctimas a pagar los daños que sufrieron las propiedades públicas y la de los alemanes arios. El primer día el mundo se horrorizó. Al segundo día el mundo protestó. Al tercer día el mundo olvidó. Nadie quiso recibir a los que buscaban refugio, quizás se merecían el castigo, nada nuevo en la historia de los judíos en Europa. El continente donde nació la democracia una vez más miró para otro lado. Tímidas voces protestaron, pero no fueron escuchados. El ruido de los cristales al ser pisoteados ensordecía la súplica de las víctimas. La señal era clara, a nadie les importan los judíos.Lo que parecía que no volvería a ocurrir, ocurrió. Esta vez no eran camisas pardas y negras, esta vez fueron pañuelos y cintillos. Nuevamente Europa abandonó a los judíos, nuevamente los judíos quedaron solos. Esta vez los judíos decidimos defendernos, ya no creemos en la bondad del mundo, ya no confiamos. Nuestra defensa fue formidable, alzamos la espada para decir basta. El pueblo se unió como en la época de David. Quienes nos quieren gritaron en nuestro favor. Nuestra defensa incluyó a todos los que antes no pudieron hacerlo. No más cristales rotos.La Kristallnacht debe servir de ejemplo para alertar como el odio es capaz de generar violencia. Cuando una sociedad acepta discursos extremistas y xenófobos se vuelve cómplice. Los judíos de esta generación debemos estar alertas ante estos discursos. Debemos ser la voz de los que no la tienen o no la han tenido. Nuestro pueblo ha sido víctima de muchos cristales rotos y es por eso por lo que nuestro deber es denunciar a los nuevos odiadores. 10 de noviembre de 1938, los cristales están por todas las calles. Es imposible no pisarlos. Como sonoros testigos le claman al mundo solidaridad y justicia. Cada pedazo de cristal es una lágrima. Cada brillo que salga de sus entrañas es el recordatorio de nuestra resiliencia. Como la luz del templo, el brillo jamás se apagará.

Entre dos mundos, un mismo destino: La Aliá de Sivan Gobrin

Sivan Gobrin habla con una energía que contagia. Su relato fluye entre anécdotas, aprendizajes y convicciones profundas, como quien ha vivido lo suficiente para mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con determinación.Nació en Israel pero su familia se mudó a Chile, país en el que se formó. Estudió periodismo y luego, con el impulso de la juventud y el deseo de probarse a sí misma, decidió dar un paso que cambiaría su vida: hacer Aliá. En realidad, lo hizo dos veces. Primero en 2008, cuando viajó sola a Israel y se inscribió en un programa de MASA. “Vine por cinco meses, y decidí que quería quedarme”, recuerda. Se matriculó en la Universidad Hebrea de Jerusalem y comenzó un máster en ciencias políticas. Sin embargo, la vida la llevó de regreso a Chile en 2013. Tres años después, en 2016, volvió definitivamente a Israel, esta vez para echar raíces en Kfar Saba.Desafíos y aprendizajesLos comienzos no fueron fáciles. “El primer gran desafío fue el idioma. Aunque podía preguntar lo básico, estudiar en la universidad era otra cosa. Pasaba horas en la biblioteca traduciendo mis apuntes”, cuenta. Con paciencia y persistencia, fue adquiriendo vocabulario, practicando con carteles en la calle y pidiendo textos en inglés.Otro obstáculo fue la burocracia. “Hacer trámites sola en un sistema desconocido es muy frustrante. uno no entiende lo que le piden y los procesos parecen eternos. pero al final, con paciencia, todo se aprende”, dice con una sonrisa que revela más alivio que queja.Los logros que marcan el caminoA pesar de las dificultades, cada meta alcanzada fue una victoria: terminar el máster, aprobar el Ulpán, superar entrevistas de trabajo. “No puedo elegir un solo momento. Lo gratificante es mirar atrás y ver todo lo que lograste después de tanto esfuerzo”, afirma.Hoy, Sivan combina su vocación y compromiso trabajando en la Liga Anti Difamación (ADL) en Israel, además de colaborar con medios de comunicación en Sudamérica. Su rol profesional se entrelaza con su identidad judía, reforzando la convicción de haber elegido el lugar correcto para construir vida y futuro.En Chile, además, es conocida por toda la comunidad ya que en forma clara y valiente, ha transmitido y dado testimonio para los medios de comunicación más relevantes del país, convirtiéndose en una vocera y corresponsal desde Israel, mostrando la realidad que pocos medios chilenos se atreven a contar.Adaptarse con carácterPara ella, integrarse en la cultura israelí fue más natural de lo esperado. “Siempre tuve un carácter israelí”, confiesa. “Me acostumbré rápido a levantar la voz, a hacer valer mi opinión. En Israel, si no lo haces, nadie te escucha”. Lejos de molestarse por las diferencias culturales, optó por la risa: “uno puede elegir enojarse o reírse. yo elegí la segunda opción”.Lo que más valoraLo que más disfruta de vivir en Israel es ver crecer a sus hijos con independencia, en un sistema educativo que responde a sus valores familiares. “A pesar de todo, este es el lugar más seguro para los judíos. Además, cada rincón del país guarda un pedazo de historia, y uno es parte de ella”, dice con orgullo.Mensaje para quienes sueñan con AliáSivan no romantiza la Aliá: “lo más importante es venir informado. No es que llegas y todos los problemas desaparecen. A veces toca trabajar en cosas distintas a tu carrera, vivir en departamentos más chicos. No es arte de magia: es esfuerzo. Y, lo esencial, es aprender hebreo”.Identidad y pertenenciaAl mirar su recorrido, Sivan reconoce que siempre supo que Israel sería su lugar. “Estaba en mi identidad desde el colegio, la tnuá, la universidad. Siempre creí que terminaría acá. hacer Aliá no cambió lo que era, sino que me devolvió a lo que siempre supe que era parte de mí”.Su historia, entre viajes, estudios, hijos y resiliencia, refleja lo que significa el sueño de generaciones: no solo llegar a Israel, sino quedarse, construir y ser parte viva del pueblo judío en su tierra.

Rafaela Knapp brilla en 2025 con varios primeros lugares en el ski nacional

Rafaela Knapp (14 años) es la segunda hija de los Knapp-Moya, una de las pocas familias judías practicantes en Punta Arenas. La magallánica comenzó a practicar ski a los 3 años, y este año obtuvo primeros lugares en distintas competencias, en Corralco, La Parva, la Copa Araucarias y en el Nacional de ski, respectivamente.Rafaela viajará este año a Austria, para entrenar con miras al 2026. Austria y Suiza son los lugares donde practican los futuros campeones mundiales de ski, por lo que la deportista nacional cumplirá uno de sus sueños en lo que resta del 2025.¿Cómo nace tu pasión por este deporte?Cuando me probé los esquíes por primera vez, amé este deporte. Siempre me gustó, ya que era una actividad que podíamos hacer todos juntos en familia, y además me encantó la sensación de libertad y velocidad.¿Cuándo empezaste a practicarlo? ¿Tenías algún familiar que practicara ski?Empecé a esquiar a los 3 años, cuando tomé clases en la escuela de Ski del Club Andino de Punta Arenas. Mis papás esquían, pero no eran corredores. En cambio, mi hermano Simón -dos años mayor que yo- se metió en el esquí alpino de manera competitiva, un par de años antes que yo.Tengo hermosos recuerdos esquiando de pequeña junto a Simón. Siempre nos hemos potenciado y acompañado en el ski.¿Cómo es un día de entrenamiento cuando te preparas para una competencia?El día previo se preparan los esquíes, mientras que el día de las carreras uno se levanta muy temprano, tipo 6 AM a tomar desayuno. Después, alrededor de las 7.30, se hace el reconocimiento de la pista, ya que las condiciones siempre cambian, y luego es la carrera propiamente tal.¿Qué resultados obtuviste este año? ¿Cuáles fueron los más destacados?Este año ha sido bastante movido en búsqueda de nieve, ya que en Punta Arenas prácticamente no nevó. Mis logros fueron el 1er lugar en gigante en Corralco, 1er lugar en slalom Copa Araucarias, 4to lugar en súper gigante en Valle Nevado y 1er lugar en gigante en La Parva. También destacan los resultados en el Nacional, donde siendo mi primer año en U16 obtuve el 1er lugar en súper gigante y slalom.¿Se cumplieron las metas que te habías puesto para este año?Absolutamente. Este año mi meta era mejorar la técnica y ganar el Nacional. Creo que me falta mucho por mejorar, pero los objetivos fueron cumplidos.¿Cómo logras compatibilizar estudio y deporte?La verdad es súper difícil, en especial viviendo en Punta Arenas. Afortunadamente tengo el apoyo de mi familia y la comprensión del colegio.¿Cuáles son tus metas y tus planes para el próximo año?Mi meta es ir a entrenar a Austria para ver realmente cuál es mi nivel. En Austria y Suiza es donde entrenan los futuros campeones del mundo de ski. ¿Cuáles son tus sueños en ski? ¿Tienes alguna meta a largo plazo?Trato de ir paso a paso. Los resultados obtenidos han sido fruto de mucho trabajo, pero sé que falta. Estoy muy motivada con ir a probarme en Austria, y después de esa experiencia decidir metas a largo plazo. Por ahora voy viendo las metas más cercanas.¿Piensas ir a competir fuera de Chile?Absolutamente. Previamente he ido a Andorra e Italia. Este año iré a Austria en noviembre.¿Tienes algún o alguna referente en este deporte a nivel nacional o internacional?Mikaela Shiffrin. Ella lo ha ganado todo en el mundo del ski.¿Qué competencia importante viene en 2026?En 2026 vienen todas las carreras del hemisferio norte. Borrufa en Andorra, Alpe Cimbra en Italia, Whistler en Canadá, y después empieza nuestra temporada de invierno con todas las carreras del Campeonato Nacional y el Patagónico, que es con Argentina.

Del November Pogrom al 7 de Octubre

Ochenta y cinco años separan dos tragedias unidas por el odio contra el pueblo judío. La memoria de los sobrevivientes nos recuerda que “Nunca Más” debe ser ahora. El 9 y 10 de noviembre de 1938, el régimen nazi desató el November Pogrom, conocido como Kristallnacht o Noche de los Cristales Rotos: un ataque coordinado contra la población judía en Alemania, Austria y los Sudetes (antigua Checoslovaquia).Cabe destacar que el nombre November Pogrom ha reemplazado a “Kristallnacht”, término inventado por los nazis para describir los hechos, trivializando asesinatos, violaciones, arrestos masivos y destrucción de comunidades enteras.El detonante de los hechos fue el asesinato del diplomático alemán Ernst vom Rath en París, perpetrado por el joven judío Herschel Grynszpan, que buscaba vengar la deportación de miles de judíos polacos, incluida su familia. Joseph Goebbels y Adolf Hitler aprovecharon el hecho para promover “demostraciones” antisemitas, ordenando a la policía no intervenir, detener entre 20.000 y 30.000 judíos varones y proteger solo propiedades no judías.Esa noche, miembros de las SA, SS, Juventudes Hitlerianas y civiles destruyeron más de 1.000 sinagogas. Miles de comercios fueron saqueados, cementerios profanados y hogares invadidos. Libros, muebles y rollos de la Torá ardieron en las calles. Al menos 91 judíos fueron asesinados directamente, y cientos murieron por golpizas o infartos.La Gestapo arrestó a unos 30.000 hombres judíos, que fueron enviados a campos como Dachau, Sachsenhausen y Buchenwald. Centenares murieron por hambre, frío y violencia. Solo se liberó a quienes prometían emigrar y entregar sus bienes.Se aplicaron multas de mil millones de marcos a los judíos, para reparar los gastos sufridos, se expulsó a los niños judíos en las escuelas, y se evidenció la persecución de la población judía en la sociedad alemana.El Museo del Holocausto de EE.UU. define la Kristallnacht como el momento en que la barbarie eliminó la vida judía visible, y desde el Museo de Ana Frank se dice que probó “que los judíos no tenían futuro en Alemania”. En el Memorial de Buchenwald, una piedra recuerda a las 10.000 víctimas del pogrom.Testimonios desde Chile: voces que llegaron al fin del mundoChile acogió a cientos de sobrevivientes del Holocausto, cuyas memorias se conservan en el Museo Judío de Chile y en la colección “Voces de la Shoá”.Ana María Wahrenberg era una niña. Su padre fue detenido esa noche y enviado a Sachsenhausen. Lo liberaron 29 días después. Ella presenció el secuestro con apenas ocho años de edad. Ocho décadas después recuerda el drama: “De ahí en adelante mi vida cambió totalmente, vivimos siempre amenazados de muerte”. La solución era huir.Margot Kreisberg: “Cuando empezaron a destruir los negocios y quemar las sinagogas, empezó el miedo, el miedo fue más fuerte cuando empezaron a sacar a los hombres de las casas”.Steffi Jacobsohn: “Cuando ya nos íbamos a sentar a la mesa, a comer, sentimos unos hachazos, quebrazones de cristales y gritos. Mi mamá miró por la ventana y vio que estaban destruyendo nuestro negocio. Estaban sacando todo. La gente sacaba las cosas y se las llevaba.Después sentimos como subían las escaleras del departamento y con hachazos rompieron la puerta y empezaron a destruir todo, todo. Los muebles, la loza, sacaron las ventanas, los cuadros de las paredes. Todo lo que encontraron lo tiraron por las ventanas del segundo piso. No nos dejaron nada. Fue algo tan espantoso que nunca, nunca lo voy a olvidar.Mi papá era el presidente de la congregación y fue a la sinagoga porque la estaban quemando, pero no había nada que hacer.  Cuando regresaba lo llevaron a la cárcel y después al campo de concentración de Sachsenhausen, junto con todos los demás hombres judíos de la ciudad”.El November Pogrom fue el preludio del Holocausto y confirmó a los nazis que el genocidio era posible. Ecos del Pogrom — Del 9 de Noviembre al 7 de OctubreOchenta y cinco años después, el 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamás lanzó el ataque más letal contra judíos desde el Holocausto: 1.200 personas asesinadas —civiles, mujeres, niños y ancianos— y 251 secuestradas. Como en 1938, la violencia fue brutal: violaciones, mutilaciones y humillaciones filmadas por los propios terroristas.Así como la Noche de los Cristales Rotos pulverizó la seguridad judía en Europa, el 7-O reavivó un antisemitismo global con ataques a sinagogas y agresiones en las calles. Al respecto, la Anti-Defamation League, reportó un aumento alarmante de incidentes antisemitas en las siete comunidades judías más grandes fuera de Israel: Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Australia y Argentina. Por ejemplo, Australia experimentó un aumento del 317% en incidentes antisemitas en 2024.Por ello, a 87 años del November Pogrom es imperativo concientizar a la sociedad global sobre lo que significó el antisemitismo en el pasado, pero también lo que ha provocado especialmente en estos últimos dos años.“Nunca Más” no es un eslogan: es un deber. Mantener viva la memoria es la única forma de resistir al odio eterno.

¡Mazal Tov por los 40 años de la filial Maimonides de B'nai B'rith!

Palabras del Presidente Maimónides:“Corría el año 1985, Cecilia y yo nos habíamos casado un año antes. Los dos veníamos de un mundo, digamos… no tan judío, amigos, trabajos hasta familias judías y no judías, al menos en mi caso. Había ya viajado a Israel, pensando más en la radioterapia en Israel, mi trabajo y pasión, que en la tierra prometida. Pero había vuelto con el bichito del judaísmo, metido en los huesos, en la médula de los huesos, donde se forma la sangre.Queríamos tener más vínculos con judíos, pero no tan judíos, abiertos progresistas, palabra vilipendiada hoy, y con razón. Recordé de un seminario en el hotel amancay de Reñaca, al que me había llevado mi amigo Danny Szewkis, a un personaje que me había fascinado, Raúl Bitran, prohombre, magnético, inteligente, había sido secretario general de la Universidad de Chile, junto al rector más famoso quizás desde Andres Bello, Edgardo Boeninger. (que me perdonen Domeyko, Valentín Letelier y DON Juan Gómez Milla)”.Se alinean los astros“En la maleta de mi auto encuentro una revista de una institución de nombre impronunciable, Bnai Brith, pero la revista era interesante, y el director ejecutivo de la institución de raro nombre era…. Raúl Bitran. Ceci y yo decidimos ir a verlo, y ver que tal era la Bnai Brith.La dirección estaba en la revista, Lyon 1933, fuimos una tarde noche, y tocamos el timbre, rinnnng rinnng, se abre la puerta y un señor amablemente nos hace pasar, “Hola, buscamos a Raúl Bitran, ¿está? Si está, pase, ¿me dan sus nombres? ¿Claro, Luis Schwartzmann y Cecilia Frenkel (el burro primero) y tú, ¿cómo te llamas? Alejandro, me dijo él. (Alejandro ya tiene más de 47 años en la institución).Al rato apareció Raúl. Se acordaba de mí, cuanto honor. “Lucho, tú eres el que no votó por mí en la universidad”, me dijo. Pa que le conté eso pensé.Queremos pertenecer a la Bnai Brith, es posible ¿? “Claro, pero mira la casualidad, está aquí un médico joven, ¿tú te dedicas a algo con medicina, cierto?, que quiere hacer una nueva logia. ¿¿¿Logia??? Qué diablos será esto.Apareció el joven médico, Rodolfo Klein y nos contó de su proyecto, una nueva logia de gente joven había que rejuvenecer la Bnai Brith. ¿Les suena eso? A usted que ya llegó hasta aquí leyendo. Al poco tiempo aparecían los brotes de lo que sería la gran filial MAIMONIDES”.Buscar incautos “Dany y su hermano Moishe con la Mimi y Rosita, claro, por supuesto, el negro Cohen con Elizabeth, claro, Gabriel Pilowsky y Selma Abaud, adentro; Roberto Gurovich y Rosi Camhi también, Felipe Kohen y Marta Frías, Alejandro Felzenstein e Isabel Recher y por supuesto Rudy Klein y Deborah Shaoul. Quedamos inscritos en el chárter ¿? Dice en letras grandes:  BNAI BRITH INTERNATIONAL BENEVOLENCE, BROTHERLY LOVE, AND HARMONY. Sí, está en inglés, el lenguaje de D-s decía un jefe mío (si está en inglés, todos creen que es cierto).Que se sepa, se otorgó una carta, que en el distrito veinte, los descritos arriba conforman la filial Maimónides con el número 3250. Qué número tenemos. Tiene sellos dorados, letras góticas y cinco firmas (un vicepresidente no firmó), por eso quizás son siempre dos vicepresidentes. Parece una cosa seria. Lo es. Crecimos, nos transformamos en lo que somos hoy día, una filial vibrante, grande, más de 50 miembros, la presidenta de la Bnai Brith está en nuestra filial, varios exdirectores ejecutivos están o estuvieron en la Maimónides, dirigentes comunitarios, hombres y mujeres exitosos, pero sobre todo GENTE BUENA. Buena gente”. A manera de epílogo “La Maimonides de B'nai B'rith es importante. Lo ha sido para muchos de nosotros que nos ha marcado la vida, para bien, hicimos amistades para toda la vida. En ese momento no lo percibíamos siquiera, pero hoy, 40 años después, nos salta en la cara, como una de las cosas más positivas de que formamos parte. Acrecentamos nuestro judaísmo, valoramos más la amistad y el cariño, aprendimos a convivir y no solo vivir, en fin, crecimos como personas y como judíos.  Y lo hicimos en benevolencia, fraternidad y concordia. Pasamos las dificultades propias del crecimiento y adolescencia, tuvimos escisiones que causaron dolor y angustia, pero, quién diría, nos fuimos consolidando, casi sin proponerlo, como una de las filiales más importantes de Bnai Brith Chile. Y para nosotros por supuesto la más importante del mundo. Hoy cumplimos 40 años y estamos en todas las instituciones judías, aportando, hinchando, pero sobre todo cultivando nuestro judaísmo. Y apoyando a Israel”.- Luis Schwartzmann HassonFundador de la filial y casualmente hoy: Presidente de Filial Maimónides, B’nai B'rith.

Del kibutz a la minería chilena

Tecnología israelí para enfrentar la crisis hídrica en ChileFundada por el israelí Oron Wegman, Relix Water se dedica a implementar, en Chile y América Latina, soluciones de desalinización y tratamiento de aguas con sello de innovación y rapidez. Desde la minería del norte hasta los campos del centro-sur, la empresa busca transformar el acceso al agua con ingeniería israelí adaptada a la realidad local.En un país donde el agua se ha convertido en un tema tan urgente como complejo, una compañía con raíces israelíes está demostrando que la innovación puede cruzar océanos para resolver problemas concretos. Con más de 17 años de experiencia, combina la ingeniería de procesos desarrollada en Israel con fabricación local para ofrecer soluciones que, literalmente, hacen brotar el agua donde no la hay.Detrás de este proyecto está Oron Wegman, su CEO y fundador, nacido y criado en el kibutz más lindo de Israel. Esa infancia, marcada por la vida comunitaria y la austeridad en el uso del agua, moldeó su visión: “El agua no es simplemente un recurso, es un bien vital que se gestiona colectivamente”, explica. Y esa filosofía, asegura, sigue guiando su manera de liderar.Israel y Chile: climas difíciles, soluciones compartidasPara Wegman, Chile es un terreno fértil para la tecnología hídrica israelí. Ambos países comparten desafíos similares: climas áridos, geografías exigentes y dispersión territorial. En el norte chileno, el agua superficial y subterránea está al límite de su capacidad, y en el centro-sur, las sequías prolongadas golpean tanto a comunidades rurales como a grandes industrias. “Vimos en Chile no solo una necesidad crítica, sino también la voluntad de adoptar soluciones innovadoras”, señala.Ese puente tecnológico se traduce en plantas desalinizadoras modulares y sistemas de tratamiento de agua adaptados a las condiciones extremas de la minería y la agricultura chilena. El modelo de Relix es claro: tecnología israelí, fabricación local en Chile, instalación en terreno en modalidad plug & play. Resultado: una planta operativa en tiempo reducido. Minería y agricultura: dos frentes, una misma urgenciaEn minería, la vara es alta: operar en altitud, cumplir estrictas exigencias ambientales y garantizar un suministro constante. Relix ya ha instalado más de 40 plantas en Chile y Perú, incluyendo proyectos para Minera Centinela, Spence, Escondida y Codelco, algunos bajo contratos Build, Operate, Transfer donde se encargan de todo, desde el diseño hasta la operación.En agricultura, el desafío es lograr eficiencia y sostenibilidad, adaptándose a productores de distintas escalas. Aquí entran en juego las plantas de ósmosis inversa, sistemas de riego inteligente y venta de insumos especializados.“Aprendimos a no imponer nuestras ideas, escuchar primero, adaptar después”, resume Wegman.Innovación israelí al servicio de ChileUno de los ejes que mantiene vivo el dinamismo de Relix es la conexión y el diálogo permanente de Wegman con el ecosistema de startups israelíes especializadas en agua. “Israel tiene un ecosistema único de innovación, y nuestro rol es actuar como puente”, comenta. Cada innovación pasa por un proceso de adaptación y certificación para asegurar que funcione en las condiciones específicas de Chile.En Relix, la sustentabilidad no es un apartado del plan comercial, sino parte del diseño inicial de cada planta. Se busca recuperar hasta un 95% del agua tratada, operar con eficiencia energética y minimizar la huella ambiental. Los datos respaldan el enfoque: litros reutilizados, energía ahorrada, tiempo de instalación reducido. “El objetivo es cumplir e incluso superar las normativas, ganando la confianza de comunidades, empresas y autoridades”, afirma Wegman.Un liderazgo con los pies en la tierraWegman no es un ejecutivo de oficina: su liderazgo es cercano, activo y tangible. Recorre personalmente las plantas de tratamiento de agua, conoce cada etapa de los procesos y mantiene una comunicación directa y fluida con su equipo técnico. Su manera de dirigir se basa en la experiencia en terreno y en la búsqueda constante de la mejora continua, lo que le permite no solo dirigir con eficacia, sino también impulsar la innovación desde la práctica.Su estilo de gestión, heredado del kibutz, combina responsabilidad colectiva, rapidez en la toma de decisiones y disposición para ensuciarse las manos cuando es necesario. En un sector donde cada día cuenta, ese pragmatismo marca la diferencia.Chile como laboratorio de solucionesAunque Relix está presente en Perú, Colombia, Ecuador e Israel, Wegman considera que Chile tiene un rol particular: es un “laboratorio de soluciones”. El país ofrece un entorno técnico exigente, con industrias que valoran la innovación y un ecosistema profesional capaz de implementar mejoras rápidas. Esa combinación ha permitido desarrollar modelos de gestión y tecnologías que luego se exportan a otros países.“Chile es más que un mercado; es un espacio para probar, mejorar y demostrar que las soluciones funcionan”, asegura.Propósito y negocio: dos caras de la misma monedaPara Wegman, un buen negocio debe generar impacto positivo. Por eso, cada proyecto de Relix busca un “doble retorno”: técnico y económico, pero también social o ecológico. Mejorar la eficiencia en minería significa reducir el impacto ambiental; instalar riego inteligente implica cuidar un recurso cada vez más escaso; trabajar con comunidades rurales fomenta empleo y educación hídrica.La inspiración proviene de la propia historia israelí: transformar la escasez en oportunidad. “Ese es el mensaje que queremos transmitir en cada planta y cada decisión”, afirma.Un mensaje para la próxima generaciónA la hora de dirigirse a jóvenes emprendedores, especialmente de la comunidad judía, Wegman es directo: “No esperen a que todo esté perfecto para empezar”. Los anima a asumir riesgos, construir desde la pasión y entender que el impacto real puede nacer de pasos pequeños pero constantes. “Nuestra comunidad sabe de resiliencia y creatividad. Úsenla, y no emprendan solos: hagan comunidad, colaboren, pregunten, ayuden”.En tiempos en que Chile enfrenta un futuro hídrico incierto, la historia de Relix y de Oron Wegman es una muestra de cómo la tecnología, la cooperación y la visión pueden cruzar fronteras y transformar realidades. Desde un kibutz en Israel hasta las faenas mineras en el desierto de Atacama, el agua sigue siendo el hilo conductor de una misión que une dos países y un mismo propósito: que nunca falte donde más se necesita. 

¿Por qué están callados?

Desde que se anunció el alto el fuego en Gaza, las voces que durante meses sacudieron las redes sociales han desaparecido. Aquellos mismos activistas, “defensores de la justicia” que marchaban por las calles, hablaban en universidades y saturaban TikTok e Instagram con consignas encendidas, hoy guardan silencio. Un silencio que resuena. Justo ahora, cuando las armas callaron y los titulares cambiaron, era el momento para un debate honesto, y, en cambio, llegó la nada.Durante dos años se escucharon exigencias apasionadas de “¡Alto el fuego ya!”, acusaciones y eslóganes de colores. Y, sin embargo, cuando finalmente se cumple lo que pedían, la campaña se esfuma. No hay celebraciones, ni mensajes de alegría, ni siquiera análisis serios sobre el futuro. Es como si la paz misma les hubiera quitado el guion.Y las preguntas son inevitables: ¿qué piensan ahora esos activistas? ¿Apoyan el despliegue de tropas turcas y egipcias en Gaza? ¿Es una liberación o una nueva forma de ocupación? ¿Y qué opinan del desarme de Hamás? ¿Debe permitirse que una organización fascista y extremista religiosa que promueve el genocidio siga armada en nombre de la “resistencia”? ¿Quién asumirá la reconstrucción civil? ¿Cómo se garantizarán los derechos humanos?Las respuestas no llegan, porque la ideología fue reemplazada por la estética. La política cedió su lugar a la imagen. La lucha por los derechos humanos se transformó en una competencia por verse “correcto”. No buscan cambiar la realidad: buscan verse bien. No pelean por la libertad, sino por visibilidad.Y este fenómeno no es exclusivo de un país: se ha convertido en el idioma de nuestra era. Las redes devoran la realidad y devuelven eslóganes vacíos. Un verdadero compromiso requiere conocimiento, coherencia y responsabilidad, no hashtags. Pero el “activismo digital” se ha convertido en una industria de emociones programadas. Cuando la realidad deja de ser dramática, el activismo desaparece.Aun así, tranquilos: la máquina propagandística no ha muerto, solo descansa. Pronto despertará con mensajes nuevos, pegajosos y breves. Volverá a alimentar los ciclos de indignación, a encender emociones y a sumar visualizaciones.Pero mientras tanto, queda una pregunta más profunda: ¿qué ocurrirá realmente después? ¿Seguiremos intercambiando consignas y fotos, o comenzaremos al fin a construir algo: responsabilidad, seguridad, convivencia?Porque al final, detrás de todo este silencio se esconde una verdad sencilla: el futuro de Israel y Gaza no se decidirá con un “me gusta”, sino con decisiones valientes; no en clips virales, sino en conversaciones reales. Solo quien sepa escuchar cuando el micrófono está apagado podrá, de verdad, hablar de paz.

Israel respira, pero no baja los brazos

Con el acuerdo de cese al fuego en Gaza, todos los secuestrados vivos que aún permanecían en manos de la organización terrorista Hamás desde el 7 de octubre del 2023 fueron liberados. Una veintena de israelíes —entre ellos tres con nacionalidad argentina y uno con nacionalidad colombiana— finalmente se reencontraron con sus familias, que nunca dejaron de luchar por ellos.Abrazos. Llantos. Euforia. Las imágenes publicadas por las FDI durante las liberaciones son conmovedoras. Miles de israelíes siguieron el proceso en la Plaza de los Secuestrados, en Tel Aviv, y millones lo hicieron a través de medios de comunicación y redes sociales. El pueblo judío, dentro y fuera de Israel, vivió ese día como una misma familia.Cada retorno tuvo un precio. Como parte del acuerdo, Israel liberó a casi 2.000 prisioneros palestinos, entre ellos más de 250 condenados a cadena perpetua por actos de terrorismo.Miembros de Hamás, la Yihad Islámica y Fatah que dirigieron, planearon y cometieron atentados contra israelíes fueron recibidos como héroes por multitudes en Gaza.Pese a esto, el clima en Jerusalén fue de optimismo. “Dentro de varias generaciones, este será recordado como el momento en que todo comenzó a cambiar, y a cambiar para mejor”, aseguró Donald Trump en un extenso discurso en la Knesset durante la jornada histórica.“Ustedes han ganado. Ahora es el momento de convertir estas victorias contra los terroristas en el campo de batalla en el premio final de paz y prosperidad para todo OrienteMedio”, celebró entre aplausos.El acuerdo simboliza una forma de sanación colectiva, pero situación dista de ser estable.Aún 13 cuerpos de israelíes permanecen en Gaza y el Comité Internacional de la Cruz Roja trabaja con la organización terrorista Hamás para su localización y recuperación. Al mismo tiempo, el futuro político y administrativo de la Franja sigue siendo incierto y, tras la algarabía inicial de recibir a los liberados, comenzaron a conocerse relatos de sus experiencias en cautiverio.Testimonios de los sobrevivientesYarón Or, padre de Avinatan Or, contó a la radio pública KAN que su hijo “estuvo encerrado en una jaula del ancho de un colchón y de 1,8 metros de alto”. Además, durante la mayor parte del tiempo fue retenido completamente aislado en túneles subterráneos y perdió cerca del 40% de su peso corporal.El Canal 12 israelí informó que Elkana Bohbot pasó períodos de meses encadenado, mientras que Matan Angrest sufrió “una guerra psicológica constante”: los terroristas le repetían que “Israel los había abandonado” y que “Hamás iba a conquistar el país y preparar otro 7 de octubre”, según relató su madre, Anat. “Pasó meses en la oscuridad de un túnel, y de repente, en los últimos días antes de su liberación, le ofrecían comida en abundancia”, añadió.La madre de Rom Broslavsky relató que sus captores, de la Yihad Islámica, lo golpearon continuamente e intentaron persuadirlo para que se convirtiera al islam, ofreciéndole comida y pequeños obsequios. Según contó, Rom resistió esos intentos y mantuvo su identidad judía hasta el final del cautiverio. Al regresar a Israel, lo primero que hizo fue colocarse tefilín.La familia de Omri Miran, en tanto, difundió un comunicado tras su regreso: “Estamos al comienzo de un proceso complejo y desafiante, pero también esperanzador, de recuperación. Que el regreso de Omri marque el inicio de esta sanación y la unidad de nuestro pueblo”, expresó su padre, Dani, al mismo Canal 12.La fragilidad del cese al fuegoA más de dos semanas del acuerdo, las FDI mantienen el control de aproximadamente la mitad de la Franja de Gaza, delimitada por una “línea amarilla” marcada por barreras de hormigón cada doscientos metros y postes metálicos de tres metros y medio de altura.El control y la asistencia del lado no administrado por Israel recaen en el Centro Multinacional de Coordinación Civil (CMCC), bajo el liderazgo de Estados Unidos e integrado por países de Europa y Oriente Medio, como Reino Unido, Alemania, España, Canadá, Australia, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Grecia y Dinamarca, entre otros que ya han enviado delegados. La composición exacta del centro sigue en desarrollo.Según explicó el Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), “el CMCC está diseñado para apoyar los esfuerzos de estabilización. El personal militar estadounidense no se desplegará en Gaza, sino que ayudará a facilitar el flujo de asistencia humanitaria, logística y de seguridad de sus homólogos internacionales”.La tregua ya ha enfrentado varios incidentes que ponen en duda su estabilidad. En Rafah, enfrentamientos entre las FDI y combatientes de Hamás dejaron dos soldados israelíes muertos. Israel respondió con ataques limitados en la zona y ambas partes se acusan mutuamente de violar los términos del acuerdo. “Para que la paz pueda comenzar, Hamás debe deponer las armas”, declaró el embajador de Israel en la ONU, Danny Danon, sintetizando la postura oficial de Jerusalén.Durante su reciente visita a Israel, el senador estadounidense Marco Rubio fue aún más explícito: “Si Hamás no se desarma, será una violación del acuerdo. Todos coinciden en que Hamás no controlará Gaza. No hay un plan B; este es el único plan, y no cejaremos en nuestro empeño hasta que se cumplan todos los compromisos”.El desafío, sin embargo, va mucho más allá: implica definir quién administrará Gaza, cómo se reconstruirá la zona devastada y de qué manera se restablecerán las condiciones mínimas de seguridad y vida civil para más de dos millones de gazatíes.En paralelo, una compleja ingeniería diplomática busca articular un marco político que combine estabilidad, asistencia humanitaria y responsabilidad local, evitando tanto el vacío de poder como el retorno de los grupos extremistas. El cese al fuego ha devuelto un respiro momentáneo, pero la paz —frágil y distante— dependerá de si la región logra transformar esta tregua en un punto de inflexión real hacia un futuro más seguro y menos cíclico para israelíes y palestinos.

La aliá de Arie Mainemer

Arie Mainemer decidió dar un paso trascendental en abril de 2025: hacer Aliá e instalarse en la ciudad de Raanana. Allí vive hoy, rodeado de familia y con la convicción de encontrarse donde siempre debió estar. Su historia refleja tanto la gratitud como los desafíos de quienes deciden dar este paso en etapas más avanzadas de la vida.Una decisión de vida“Quería vivir una vida judía más plena y reunirme con parte de mi familia”, cuenta Arie. Con el tiempo, la idea de que Israel era la única alternativa real de largo plazo se fue instalando en su mente hasta convertirse en convicción. El paso, aunque desafiante, estaba marcado por un fuerte sentido de propósito y pertenencia.El proceso de adaptaciónEl camino de la Aliá, como él mismo reconoce, no termina el día en que uno aterriza en Ben Gurión. “Es un proceso que todavía estoy viviendo”, admite. Su conocimiento del hebreo y la presencia de familiares en Israel suavizaron el impacto inicial, pero no todo ha sido fácil: “tal vez lo más complejo han sido los temas burocráticos. Abrir una cuenta corriente, por ejemplo, puede ser frustrante”.Para Arie, un punto clave es elegir con cuidado dónde asentarse. “La experiencia de absorción es muy distinta dependiendo de la región y la edad”, explica, subrayando que no todos los olim enfrentan el mismo escenario.Vivir la historia en primera personaUno de los momentos más significativos para Arie ha sido compartir la experiencia colectiva de la guerra con Irán. “Estar acá, viviendo la guerra, compartiendo con la gente en los refugios, me hizo sentir parte del destino común del pueblo judío, más que un espectador”, recuerda. Esa vivencia intensa reafirmó la decisión de haber hecho Aliá y el sentido de pertenencia que buscaba.Una sociedad diversaAdaptarse a la sociedad israelí también ha tenido matices. “El antiguo modelo en que uno debía transformarse en israelí ya no es la única opción. En Raanana, hay un porcentaje muy alto de olim de Francia, Estados Unidos y Latinoamérica. Se escuchan muchos idiomas en la calle y cada comunidad conserva bastante sus costumbres”. Para Arie, esta diversidad facilita el proceso de adaptación y al mismo tiempo enriquece la vida cotidiana.El valor de vivir en IsraelComparando con lo que conoció en un viaje de estudios hace casi 40 años, reconoce que Israel ha cambiado profundamente. “Hoy es un país en que la religión y la tradición judía están muy ligadas al día a día. El ciclo del año, las fiestas, Shabat, la comida, todo fluye en forma normal y natural. A diferencia de otros países, aquí no se nada contra la corriente”, afirma con emoción.Desafíos profesionalesEn lo laboral, la adaptación ha sido compleja. “Cuando uno ya tiene un camino recorrido en áreas específicas es difícil reinsertarse. A veces hay que empezar de cero. En Chile se valoran perfiles más generalistas; Israel no es así”, reconoce. A pesar de esas dificultades, Arie se mantiene abierto a los nuevos caminos que se le presenten.Consejos para quienes piensan en la AliáArie es claro al dar un mensaje a quienes consideran dar este paso: “es fundamental tener claras las expectativas, preguntarse por qué lo estoy haciendo. No es lo mismo hacer Aliá a los 20 años que cuando ya se tiene familia y profesión”. Advierte en particular sobre la etapa crítica para los adolescentes entre 11 y 17 años: “es un período difícil y la adaptación puede ser muy dura, sobre todo para las niñas. La ciudad, la zona y la red social son claves en la experiencia”.Un sentimiento de hogarAl mirar hacia atrás, Arie sintetiza su vivencia con una frase que lo dice todo: “mi sensación personal hasta ahora ha sido como llegar a casa. Siempre me sentí alienado en Chile. En Israel encontré mi lugar”.

Nuevos intentos por torpedear el fundamento técnico

La marcada debilidad del mercado laboral ha continuado en el centro de la preocupación, entendiendo de sus impactos sobre la dinámica de desarrollo y el bienestar social. El Banco Central, reconociendo su capacidad técnica y la relevancia de este factor para el análisis y las perspectivas económicas, elaboró un informe publicado en el último IPoM, en que advierte el daño estructural provocado por las medidas imprudentes adoptadas en los últimos años en materia de empleo. El incremento desmesurado del salario mínimo, en un contexto en donde la productividad está estancada, la reducción de la jornada laboral, junto a normas que han ido entorpeciendo la relación entre empleadores y empleados, han elevado la tasa de desempleo de equilibrio casi 2% por sobre los registros de hace algunos años atrás. Este no es un efecto menor.A pesar de la evidencia que reconoce cualquier economista medianamente bien formado, las máximas autoridades ejecutivas del país cuestionaron las conclusiones entregadas por el Banco Central. Esto hizo recordar oscuros episodios que vivimos durante la pandemia, con un Congreso marcado por el populismo y la mirada miope, que desmerecía con total desparpajo el fundamento técnico. El precio pagado por ello ha sido enorme, en términos de crecimiento y confianza. Debemos cuidar con especial celo nuestra institucionalidad, dentro de la cual, la independencia y carácter técnico del Banco Central es una pieza fundamental. Si bien la calidad de nuestras instituciones nos sigue distinguiendo entre las economías emergentes, ha mostrado un debilitamiento en los últimos años, lo que ha llevado a una economía ralentizada y más tensionada. Opiniones livianas, sin la formación y experiencia necesaria, que buscan defender medidas que han llevado a deterioros palpables en la economía, no contribuyen a un diseño de políticas económicas que nos permita robustecer la competitividad y el desarrollo del país. Bien sabemos que la productividad en Chile ha estado estancada en los últimos quince años, mientras el salario mínimo ha crecido más allá de lo prudente. Esto se ha visto crudamente recogido del lado de las Pymes, mucho más expuestas a éste en sus planillas de renta. Este escenario se da en un contexto en que, además, de acuerdo con un informe de la OCDE, en términos de nivel, la productividad en Chile es cerca de 50% más baja que el promedio de sus países miembros. En lenguaje simple, mientras en un país como España, a modo de ilustrativo, un trabajador fabrica 100 zapatos por hora en una máquina especializada, en Chile sólo fabrica 50. La brecha es gigante, lo que revela la urgente necesidad de capacitar y formar mejor a nuestros trabajadores. De no mediar cambios, las empresas privilegiarán su crecimiento a través de equipos y nuevas tecnologías, con un menor peso del factor trabajo. Si bien somos competitivos en áreas específicas, como es la fruticultura, salmonicultura, minería y energía, en los sectores manufactureros estamos lejos de los estándares de las economías más exitosas. Las políticas deben, por tanto, enfocarse en esa dirección, lo que llevaría de forma natural a mejores salarios y mayor crecimiento. El llamado es entonces ir a los fundamentos económicos, dejando fuera la retórica política vacía y nociva.

La canción que conectó a Israel con su dolor más profundo

A veces una melodía puede decir más que mil discursos. Eso ocurrió cuando Noa Tishby, reconocida actriz, productora y activista israelí, escuchó “Die With a Smile”, la colaboración entre Bruno Mars y Lady Gaga.En su artículo para Rolling Stone, Tishby describe cómo esta balada romántica se convirtió en una inesperada cápsula del dolor, el amor y la resiliencia que vivió Israel tras el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023.“Cuando escuché la letra —‘Si el mundo se acabara mañana, moriría contigo sonriendo’— sentí que hablaba de nosotros, de las parejas que se abrazaron bajo las bombas, de los que enviaron un último mensaje antes de ser asesinados o secuestrados”, escribió Tishby.Para ella, la canción trasciende el amor romántico: se trata de la conexión humana ante la posibilidad de perderlo todo, un eco de lo que tantas familias israelíes experimentaron aquel día.Del dolor a la memoriaEl 7 de octubre de 2023 quedó grabado en la historia de Israel y del pueblo judío como el pogromo más grande desde la Shoá. Más de 1.200 personas fueron brutalmente asesinadas y más de 250 fueron secuestradas por Hamás. Tishby, quien en ese momento servía como enviada especial de Israel para combatir el antisemitismo y la deslegitimación del país, vivió de cerca la ola de odio que siguió a la masacre.“El mundo parecía perder empatía. Muchos justificaban o relativizaban el horror. Pero para los israelíes, el 7 de octubre no es un evento político: es personal, íntimo, humano”, escribió.En su texto, Tishby relata que escuchar “Die With a Smile” se transformó en un acto de duelo colectivo. En redes sociales, decenas de israelíes comenzaron a compartir videos con la canción, acompañados de fotos de sus seres queridos asesinados o secuestrados.“Fue como una oración contemporánea”, dijo Tishby. “Una manera de decir: aún en el horror, seguimos eligiendo el amor”.El arte como espejo del traumaTishby —autora del best seller Israel: A Simple Guide to the Most Misunderstood Country on Earth— sostiene que el arte puede servir como un espejo que devuelve humanidad a quienes han sido despojados de ella. “En medio del ruido político, una canción nos recordó que detrás de cada titular hay historias de amor interrumpidas, promesas rotas y risas que ya no volverán”, señala.Bruno Mars, quien se presentó en Israel pocas semanas antes de los ataques, también fue mencionado en su columna. Su show en Tel Aviv reunió a más de 60.000 personas y fue una celebración de alegría previa a la tragedia. La ironía del destino no pasó desapercibida: “Poco antes de la oscuridad, Israel cantó con Bruno Mars. Esa energía quedó suspendida en el aire, como una memoria de lo que éramos y de lo que esperamos volver a ser”, escribió Tishby.Una voz que trasciende fronterasNoa Tishby no es una figura nueva en el escenario internacional. Desde Hollywood, donde desarrolló una exitosa carrera en televisión y cine, ha utilizado su visibilidad para defender la verdad sobre Israel y promover el diálogo intercultural.Fue la primera persona en ocupar el cargo de enviada especial de Israel para combatir el antisemitismo (2022–2023), y ha sido invitada a foros de Naciones Unidas, universidades y medios globales para hablar sobre educación, derechos humanos y memoria histórica.Su postura no busca negar el sufrimiento palestino, sino subrayar la humanidad compartida que debe sostener cualquier conversación sobre paz y justicia.“Podemos llorar por los inocentes de ambos lados, pero no podemos justificar el terrorismo. El arte, la música, la empatía: eso es lo que nos mantiene humanos”, escribió en su artículo.Del horror al humanismoEl testimonio de Tishby es también un llamado a la acción emocional: no dejar que el dolor se transforme en indiferencia. A través de “Die With a Smile”, muchos israelíes encontraron una forma de expresar su duelo sin palabras, de reconectarse con la esperanza y con la promesa de que la vida, pese a todo, continúa.En los kibutzim devastados, en los hogares vacíos, en los conciertos suspendidos, la canción comenzó a sonar como un eco sanador. “Morir con una sonrisa” dejó de ser una frase de amor y se convirtió en un símbolo de resistencia.“Quizás no podamos evitar la muerte —dice Tishby—, pero podemos elegir cómo vivir, a quién amar, qué recordar. Esa elección es el mayor acto de esperanza”.En tiempos donde las palabras suelen dividir, Noa Tishby recordó que una canción puede unir. “Die With a Smile” no habla solo de morir con una sonrisa, sino de vivir con propósito, incluso cuando el mundo parece romperse. Porque, como dice ella, “amar es el acto más radical que nos queda”.--Nombre completo: Noa TishbyNacida en: Tel Aviv, Israel, 1977Profesión: Actriz, productora, escritora y activistaCarrera artística: Participó en exitosas series israelíes y estadounidenses; fue productora ejecutiva de la adaptación norteamericana de BeTipul (In Treatment de HBO).Activismo: Enviada especial de Israel para combatir el antisemitismo (2022–2023).Libros: Israel: A Simple Guide to the Most Misunderstood Country on Earth (2021).

Joel Mokyr, Premio Nobel de Economía 2025

Joel Michael Mokyr nació el 26 de julio de 1946 en Leiden, Países Bajos. Proviene de una familia judía que sobrevivió el Holocausto. Su padre falleció cuando Mokyr tenía alrededor de un año. Se trasladó a Israel con su madre durante su infancia y creció en Haifa. En cuanto a su formación académica, obtuvo una Licenciatura en Economía e Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, M.Phil. y Ph.D. en economía en la Universidad de Yale. Desde 1974, Mokyr comenzó su trayectoria docente en la Universidad Northwestern en Estados Unidos, donde ha sido profesor de economía e historia. También ha mantenido vínculos con la Universidad de Tel Aviv. Su especialidad es historia económica europea (siglos XVIII al XX), investigando los fundamentos del crecimiento económico, la innovación tecnológica, el rol del conocimiento científico, las instituciones y los factores culturales que facilitan el progreso económico sostenido.El 13 de octubre de 2025 se le otorgó el Premio Nobel de Economía conjuntamente con Philippe Aghion y Peter Howitt “por haber identificado los prerrequisitos para un crecimiento sostenido mediante el progreso tecnológico”. En la divulgación del premio, la Academia resaltó que, aunque nuevas tecnologías pueden impulsar el crecimiento, varias condiciones deben cumplirse, y que el estancamiento económico ha sido históricamente la norma. A lo largo de su carrera, Mokyr ha sido reconocido por otras distinciones como el Premio Balzan en historia económica y ha sido miembro de academias como la Academia Neerlandesa de Ciencias.En su análisis de cómo las sociedades generan conocimiento y progreso tecnológico, Mokyr utiliza la tradición judía de enfatizar la educación como ejemplo del tipo de normas culturales que impulsan el crecimiento. Mokyr se centra en la importancia histórica de los factores culturales e institucionales como impulsores del crecimiento económico. En un artículo para “The Atlantic”, señala que, en el mundo judío, históricamente se buscaba la sabiduría en textos sagrados como la Torá y el Talmud. Argumenta que el enfoque en la educación, y no su condición de minoría, fue la razón clave por la que los judíos se involucraron en actividades como el comercio. Según esta interpretación, la tradición intelectual judía se convirtió en una forma de capital humano.Ha escrito sobre una amplia gama de temas, incluyendo la hambruna irlandesa y la historia del teletrabajo. La investigación por la que recibió el Nobel aborda una pregunta que nunca tendrá una respuesta plenamente satisfactoria: ¿por qué despegó el crecimiento económico? Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, el PIB no aumentó. Luego, a mediados del siglo XVIII, se disparó. Mokyr valora enormemente el poder de las ideas para explicar este cambio. El argumento de “Una cultura de crecimiento”, publicado en 2016, es sencillo. Alrededor del siglo XVII, las normas culturales europeas cambiaron de una manera que favoreció la experimentación y los descubrimientos científicos y, posteriormente, la comercialización de esas ideas. Comprender los acontecimientos recientes, como la crisis financiera mundial de 2007-2009 y la pandemia de la COVID-19, requiere una comprensión de la historia económica. Conocer cómo los gobiernos del pasado afrontaron crisis y plagas ayuda a afrontar mejor las actuales. Sin embargo, durante mucho tiempo, el comité del Nobel ignoró a los economistas con inclinaciones históricas. Está casado con Margalit Birnbaum, quien es profesora de bioquímica y biología molecular. Tienen dos hijas.

“Estos dos años han sido una pesadilla"

Se lo ve caminar con soltura por el Estadio Israelita antes del acto de conmemoración del ataque del 7 de octubre, en donde tuvo un rol central. Ha recorrido la mayoría de las comunidades, lo conocen y ya se siente en casa. Antes de llegar a nuestro país, Peleg Lewi fue diplomático en Angola, Colombia, Hungría, Francia, Japón y China. En Paraguay tuvo el desafío de reabrir la embajada israelí, lo que permite avizorar una gestión diplomática esperanzadora en Chile.Hijo de padre uruguayo y madre argentina, nacido en Montevideo, tiene un acento latinoamericano que resulta familiar. Es además muy cercano, lo que facilita la conversación.Embajador, ¿cómo recuerda el 7 de octubre?“A las seis y media de la mañana sonaron las alarmas y comenzaron a caer los cohetes. Quince minutos después, mi hermano y su familia estaban en mi puerta, porque ellos no tenían refugio y vinieron al mío. Al principio veíamos las noticias, pero como soy empleado del Ministerio, empecé a recibir más información. Sin embargo, hasta las últimas horas del día no se sabía exactamente lo que estaba pasando. Eso fue lo peor: la incertidumbre, la angustia de no entender la magnitud del ataque.Para nosotros fue el día más difícil. El sentimiento más grande que tuve fue la incertidumbre: no saber lo que estaba pasando, no saber qué hacer o cómo ayudar. Esa es la peor sensación, cuando uno no puede ayudar a quien está en peligro porque no tiene conocimiento de lo que ocurre”.¿Cómo han sido estos dos años?“Una pesadilla. Recién ahora, con el regreso de los secuestrados vivos, tenemos aire para respirar. Por supuesto que estamos esperando a quienes ya no están con nosotros, pero ver una y otra vez las fotos y los videos de las familias reunidas, nos da aire para continuar. Ahora Israel puede comenzar un proceso de reconstrucción, junto con la diáspora y la comunidad judía, para definir quiénes somos ahora y hacia dónde vamos. Recién hoy estamos en posición de iniciar ese camino”. El Embajador Lewi llegó a Chile precisamente en este dramático periodo, representando a un país que no veía su supervivencia amenazada desde hace décadas. Cuenta que esta es la tercera vez que ejerce como embajador y que ha sido bien recibido por autoridades y la prensa. También dice que le sorprenden los ataques personales en redes sociales: “Nunca vi algo así”, y destaca que la comunidad judía lo ha hecho sentir en casa: “Me han recibido con los brazos abiertos”.Aunque aún no presenta credenciales, ya entregó la copia, lo que le permite trabajar normalmente. Agrega que está muy contento en Santiago y que quiere volcarse al gran desafío de representar a Israel en Chile.¿Por qué dice que es un desafío mayor?“Porque el actual gobierno nos ha puesto dificultades, tanto a Israel como a la comunidad judía. Es evidente que las relaciones bilaterales no están en su mejor momento y hay demasiada crítica hacia Israel.Nosotros recibimos la crítica con mucho amor, pero lo que pedimos al gobierno es que sea objetivo. No todo es blanco y negro y no hay que escoger un lado del conflicto.Además, está el desafío de que el conflicto palestino-israelí no debe importarse a Chile. Acá judíos y palestinos son, ante todo, chilenos. Creo que Chile tiene bastantes quiebres y asuntos internos que resolver como para importar un conflicto.Tenemos casi 80 años de relaciones diplomáticas que no se pueden romper en un segundo. Entonces, nuestro trabajo hoy en día en la Embajada es normalizar las relaciones, mantener el diálogo no solamente con el gobierno chileno, sino también con toda la comunidad chilena”.¿El conflicto ya no está importado?“Está, claro que sí. Pero no hay ninguna razón para seguir calentándolo. O sea, hay un problema de diálogo aquí, en Chile, como en otros países. El mundo está polarizado.Yo creo que la comunidad judía ha tratado de mantener el diálogo, de construir puentes, pero para bailar un tango hacen falta dos personas. Entonces, esperemos que la comunidad palestina sea más constructiva. Es decir, que sepa construir y no dañar lo que existe.Además, hay que separar bien a la comunidad judía de Chile, que son primero chilenos. No son responsables de lo que hace un gobierno de Israel. La comunidad judía de Chile es responsable de la comunidad judía de Chile: punto. Por eso también creo que, si hay críticas sobre el gobierno israelí, no hay que esconderlas”.Al mostrarle un medicamento de TEVA y preguntarle ¿Qué es Israel?, responde:“Es esto (apunta al medicamento). Israel es la solución para el futuro. Creo que el mundo no puede avanzar sin Israel. En cualquier ámbito te digo donde está la participación de Israel.No hay una empresa multinacional exitosa que no tenga un centro de R&D, (Research and Development), en Israel. No existe. El que dice boicot está equivocado, porque no tendría GPS, ni celular, no tendría nada”.Nos quedamos con gusto a poco, pero vendrán más conversaciones. Lo importante es confiar en que a veces, el trabajo más importante de un embajador no es la política, sino enseñar a ver las cosas desde otra perspectiva.

Isaac Caro, Roman Yosif y Gabriel Zaliasnik opinan

Cuando el fuego se apagaPor Gabriel Zaliasnik, Profesor de Derecho Pena Facultad de Derecho, Universidad de Chile. Expresidente de la CJCh.Escribo esta columna a solo horas que, finalmente, tras 738 días desde la barbarie perpetrada por grupos terroristas palestinos el 7 de octubre de 2023, el conflicto en Gaza llegue a su fin y se liberen los últimos 48 civiles secuestrados, vivos y muertos. El acuerdo de Sharm el Sheij, impulsadopor Washington y apoyado por el mundo árabe y musulmán, marca un punto de inflexión. Lo que no logró el indolente apaciguamiento europeo ni el antisemitismo de Sánchez en España, ni las condenas estériles de la ONU, lo consiguió el Presidente Donald Trump con resión decidida sobre Hamas. Su firme claridad moral —no la fría e interesada equidistancia ni las mal intencionadas palabras vacías de Petro o Boric- abrieron en definitiva la puerta a la paz.Esta guerra no era inevitable. Fue impuesta cuando Hamas con intenciones genocidas asesinó, secuestró y convirtió a inocentes en escudos humanos. Israel respondió como cualquier democracia que se defiende del terrorismo. El acuerdo da un respiro a millones, pero es innegable que estos años rompieron algo profundo: el espejismo de normalidad de la vida judía en todo el mundo. Desde el 7 de octu-bre, cada día nos recuerda que el antisemitismo no desapareció tras el Holocausto de 6 millones de judíos, solo dormía. Cuando el yiha-dismo lo despertó, lo hizo con furia. Las máscaras cayeron y muchos entendimos, con dolor, quiénes estaban realmente a nuestro lado.Pero de ese horror también brotó una certeza. El pueblo judío ya no es un huésped en la historia de otros, sino que un actor libre y soberano en su tierra milenaria, con lengua, sueños y destino propios.Israel no es un accidente geopolítico, sino la prueba viva de la continuidad y renacimiento judío. La guerra reafirmó que por su existencia no debe pedir disculpas. Su firmeza no fue arrogancia sino supervivencia. De allí que la extrema izquierda islamofascista que tanto exigía un cese al fuego unilateral, hoy no celebre.Ahora toca mirar hacia adelante. Gaza debe reconstruirse, pero sobre nuevos fundamentos: desradicalización y educación para la paz. Nunca más un niño debe ser usado como escudo ni convertido en terrorista. Ningún aula debe dedicarse a impartir odio. La ayuda internacional debe estar condicionada al desarme, la rendición de cuentas y la edificación de instituciones civiles palestinas fuertes y no corruptas. Solo así podrá nacer un futuro compartido en el que la prosperidad sustituya al martirio.Hay en el esfuerzo de Trump un nuevo comienzo, uno en que ya no se cuestione la legitimidad de Israel como único estado judío, y uno en que se sienten las bases para la autodeterminación palestina, viviendo en paz y seguridad. Nada lo expresa mejor que la letra de la canción “A new day will rise” de la cantante israeli Yuval Raphael en el festival Eurovision 2025: “Un nuevo día surgirá, la vida continuará. /Todos lloran, no llores solo. /La oscuridad se desvanecerá, todo el dolor pasará. /Pero nos quedaremos, incluso si dices adiós.*Reproducción autorizada por el autor.Publicada en Diario La Tercera. (14-10-2025)--Volver a casa para un nuevo comienzoPor Roman Yosif Capdeville, Director del Círculo Israelita de Santiago.Describir desde las emociones más profundas lo que hemos vivido en las últimas horas parece una tarea imposible. Lo único que podemos afirmar es que estamos cerrando un ciclo largo, complejo y agotador, especialmente para las familias de los secuestrados, para toda la sociedad israelí y para las comunidades judías del mundo que hemos seguido este proceso día a día desde el 7 de octubre de 2023. Nuestro compromiso sionista nunca estuvo tan fuerte como en estos meses.Como generación, somos privilegiados. Hemos sido testigos de la era dorada del desarrollo de la vida judía y del Estado de Israel, nacida en la posguerra y tras 2.000 años de persecuciones. Y hoy también tenemos la fortuna de presenciar el inicio de una nueva etapa en la historia del Estado Judío y de Medio Oriente en general.Nunca antes habíamos estado tan cerca de una estabilización en las relaciones de Israel con sus vecinos árabes y con el mundo musulmán. La cumbre de Sharm El Sheik del lunes, con Trump a la cabeza, es un ejemplo de ello. Allí no solo participaron países moderados como Jordania, Egipto y Arabia Saudita, sino también Qatar, uno de los principales financistas del Hamas, e Indonesia, el país musulmán con mayor población del mundo. Ver esas imágenes llena de esperanza, pues todos muestran voluntad política de poner fin a la guerra provocada por Hamas y sus aliados iraníes, avanzar en la ampliación de los Acuerdos de Abraham y, sobre todo, construir una Gaza sin islam radical y abrir una posible convivencia en paz entre el futuro Estado Palestino e Israel.Hace algo más de un año, tuve la oportunidad de viajar con un grupo de dirigentes comunitarios a Israel para conmemorar Yom Haatzmaut. Fue quizás una de las conmemoraciones más tristes en la historia reciente, en plena guerra, en medio del duelo y la incertidumbre que enfrentaba el país. La tensión social, los secuestrados, los reservistas en movilización, la economía afectada y los cuestionamientos al gobierno de Bibi Netanyahu. En ese momento había mucha confusión, división y poca claridad respecto al futuro. Hoy, tras estos meses, hemos llegado a aquel día con un alto costo en vidas humanas, en salud mental, en cohesión social y en antisemitismo global. Sin embargo, la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, presenta un plan audaz. Habrá que ver los pasos de su real implementación que nos ilusiona a todos. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué viene para la interna de Israel ahora?La imagen que captamos en mayo de 2024 es de un Israel de contrastes. Por un lado, el Tel Aviv de la innovación y los startups billonarios, con el Bnei Brak, donde a pocas cuadras, el mundo ultraortodoxo vive en condiciones de pobreza y lejanía de la modernidad. También tenemos el Israel de los ashkenazim liberales y de las universidades de clase mundial, pero también el Israel Mizrahi, cada vez más relevante, con su cultura más tradicional. oriental y conservadora. A esto hay que sumar las grandes ciudades, donde el valor del metro cuadrado alcanza el de Manhattan, versus las comunidades agrícolas como en el Neguev, que continúan luchando contra el desierto con innovación.Estas diferencias profundas, a veces algo irreconciliables según demógrafos como Sergio Della Pergola, enriquecen a un Israel diverso y lo convierten en una potencia cultural, económica, militar y social única en el mundo.Pero, tras el fin de esta guerra, Israel debe enfocarse en revisar su sistema político fragmentado, sus políticas públicas respecto a la comunidad ultraortodoxa, y en avanzar en la integración de la población árabe-israelí. Es fundamental repensar su estrategia de defensa, manteniendo alianzas con Occidente, pero sin depender exclusivamente de ellas para enfrentar futuros escenarios de agresión.Todos estos desafíos de largo plazo requieren consensos y una visión de Estado, tal vez apuntando a un nuevo gobierno de unidad nacional. La sociedad israelí necesita potenciar a sus liderazgos moderados, aislar a los más radicales y asegurar la sostenibilidad del Estado para sus próximos 77 años, que estará en juego durante esta etapa decisiva.Lo positivo es que, tras la masacre del 7 de octubre y la guerra en múltiples frentes que siguió, se abre un nuevo escenario para diseñar, con liderazgo, fuerza y sabiduría, el futuro del Pueblo Judío.Desde Chile, también podemos ser parte de esa construcción. Es momento de fortalecer nuestra comunidad: más amable, más integrada, con menos odios y con menos deslegitimación entre instituciones. Lo anterior con un foco especial en ser fuertes por dentro para los desafíos que tenemos hacia el exterior, donde nadie sobra. Tenemos todos una responsabilidad ética con nuestro pasado y con la continuidad judía de nuestros hijos, que al igual que en Israel, requiere más Ahavat Jinam (amor gratuito) para asegurar una vida judía plena, profunda y significativa.La invitación es compleja y simple a la vez: Hinei ma tov umanaim shevet ajim gam yajad, aprovechemos este momento de catarsis colectiva como pueblo, para que este volver a casa simbolice volver a ser más hermanos y caminar más juntos que nunca este nuevo comienzo.Am Israel Jai.--Acuerdo de paz Israel-Hamás: Alcances y limitaciones Por Isaac Caro, Universidad Alberto HurtadoEl 13 de octubre de 2025 será considerado como un día histórico para Israel y para el conjunto de Medio Oriente. En primer lugar, tuvo lugar la liberación de 20 rehenes israelíes que fueron capturados en el ataque llevado a cabo por Hamás en contra de Israel el 7 de octubre de 2023. Aquel día el movimiento islamista asesinó a unas 1.200 personas, tomando como rehenes a unas 250. En segundo lugar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un discurso ante la Knesset o parlamento israelí, celebrando el cese al fuego y el regreso de los rehenes, anunciando un nuevo amanecer para la región. Anteriormente, sólo tres presidentes estadounidenses se habían dirigido ante la Knesset.  En marzo de 1979, el discurso de Jimmy Carter se dio en el contexto de las negociaciones que llevaron a los Acuerdos de Campo David, en virtud de los cuales Egipto e Israel firmaron un tratado de paz. Posteriormente, después de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la Organización de Liberación Palestina, en octubre de 1994 Bill Clinton se dirigió a los legisladores israelíes. En la década siguiente, el 15 de mayo de 2008, George W. Bush pronunció un discurso con motivo del 60 aniversario de la fundación del Estado de Israel. El tercer hecho, también significativo, refiere a la firma del acuerdo de paz alcanzado por Israel y Hamás, suscrito en la ciudad egipcia de Sharm el Sheik, por el presidente Trump y los máximos dirigentes de Egipto, Turquía y Qatar, que actuaron como mediadores de este convenio. En una ceremonia que contó con la presencia de más de 20 jefes de Estado y de Gobierno se selló un acuerdo impulsado por el presidente estadounidense y que genera esperanzas para una paz duradera en la guerra de Gaza, como primer paso para una solución al largo conflicto israelí-palestino. El acuerdo, de 20 puntos, establece, entre otras cosas, un cese al fuego, la liberación de rehenes israelíes, la excarcelación de presos palestinos, lo cual se ha cumplido, faltando que Hamás libere a los rehenes muertos en cautivero. Además, quedan muchos temas que parecieran ser difíciles de resolver, como el desarme definitivo del grupo terrorista Hamás, la reconstrucción de Gaza, la retirada completa de las fuerzas de defensa israelíes, y la forma de gobierno en Gaza. Al respecto, se establece la conformación de una “junta de paz”, presidida por el presidente Trump, con la participación del exprimer ministro británico, Tony Blair, así como el despliegue de “fuerzas policiales palestinas” con el apoyo de Egipto y Jordania. A pesar de todas sus limitaciones, el acuerdo abre un camino de esperanza hacia una paz duradera en la región, que sea consistente con la ampliación de los Acuerdos de Abraham, en que nuevos países árabes reconozcan y entablen por primera vez relaciones diplomáticas con Israel, y se avance en la fórmula de dos Estados, que incluya fomentar las condiciones para la creación de un “futuro Estado palestino”, como lo estipula el punto 19 del acuerdo.