publicado 02 Mayo 2025

Una parashá dedicada a Máximo Nagel Hirsch Z’’L

En Tazria-Metzora, la Torá habla de marcas, pero no para excluir.Dice: “והובא אל אהרן הכהן” — “y será llevado a Aharón el sacerdote” (Vayikrá 13:2).Llevar lo herido al centro, no al margen. Mostrar la mancha, no para ocultarla, sino para comenzar a sanar.Los sabios preguntan: ¿Por qué la Torá trata tan extensamente al Metzora?Y responden: “Porque la palabra puede construir mundos o destruirlos” (Arajín 15b). Lo que se ve en la piel es apenas una sombra de lo que se pronunció, lo que se calló, lo que no se cuidó.Pero hay más. El Metzora es enviado fuera del campamento, no para ser apartado, sino —como dice el Rambam (Hiljot Tumat Tzaraat 16:10) —“para despertar el corazón, para que quien ve su aislamiento, reflexione sobre el camino de retorno”.Y es ahí donde recordamos a Máximo Nagel Hirsch (ז״ל). Un niño que no necesitó retiro para enseñar pureza, ni palabras complejas para iluminar a quienes lo rodeaban. Con su mirada, con su juego, con su risa, Máximo fue lo contrario al Metzora: un sembrador de presencia, un tejedor de vínculos.En días donde los silencios pueden aislar más que la piel herida, su memoria nos devuelve al corazón del mensaje: que toda vida —especialmente una que irradia desde tan temprano— nos llama a hablar con intención, a mirar con profundidad, a abrazar sin demora.Porque al final, como dice el Midrash (Vayikrá Rabá 17:3): “más que la impureza, Dios se preocupa por los corazones que regresan con sinceridad.”יהי זכרו ברוךQue su recuerdo nos purifique, y su luz nos enseñe a volver.

publicado 18 Abril 2025

¿Qué importancia adquiere la palabra “Libertad” en la continguencia actual del pueblo judío?

La palabra “libertad” en la contingencia actual del pueblo judío no es un concepto político, sino una categoría existencial. En la Torá, Dios no se revela primero como Creador, Juez ni Redentor, sino como el que libera: “Yo soy el Eterno tu Dios que te saqué de Egipto, de la casa de esclavitud” (Éxodo 20:2). La primera línea del Decálogo no habla de fe, sino de experiencia: salir del encierro.El Maharal de Praga explica que “la libertad es el estado natural del alma humana” (Guevurot HaShem, cap. 4), y por eso Egipto —Mitzrayim, que también significa estrechez— no solo es un lugar, sino una condición. En este tiempo donde el pueblo judío es presionado a justificar su mera existencia, volver a hablar de libertad es una forma de resistir no con poder, sino con sentido.El Midrash (Shemot Rabá 15:22) dice que en el Mar Rojo, las aguas se abrieron solo cuando un alma, Najshón ben Aminadav, se atrevió a caminar. La libertad comienza cuando uno da el paso antes que el mundo esté listo para entenderlo. No se trata de independencia territorial, sino de la dignidad de caminar hacia lo desconocido sin renunciar a quién uno es.Rabí Yehuda HaLeví decía: “Soy esclavo de Dios, por eso no soy esclavo de ningún amo” (Kuzarí V:20). La libertad judía no es estar sin yugos, sino elegir el yugo correcto: el de la memoria, la ética y la esperanza. En tiempos donde la opinión pública define quién es digno de compasión, la libertad es tener el coraje de narrar desde adentro nuestra propia historia, con todas sus heridas y su profundidad.

publicado 18 Abril 2025

Michelle Piaggio expone en el Círculo Israelita de Santiago

Desde el 7 al 30 de mayo, Michelle Piaggio realizará su exposición “Geometrías en Expansión” en el hall de la sinagoga del Círculo Israelita.Este evento es parte de la programación del ciclo de exposiciones 2025 del Departamento de Extensión Cultural del Mercaz. En esta edición, conversamos con Michelle para conocer su trabajo. - ¿Cómo nació la pasión por el arte y la necesidad de crear?- “Temprano comprendí que el arte no era solo una forma de expresión, sino una herramienta para observar y analizar la realidad. A diferencia de otros lenguajes, el arte me permitió detenerme y observar más allá de la superficie de las cosas. Fue una forma de poder interrumpir lo cotidiano con el fin de reflexionar desde y con la imagen.Con los años, confirmó que todo este mundo de las imágenes se transforma o en un ejercicio constante de pensamiento visual, donde cada decisión formal, conceptual o material estaba cargada de sentidos.Por ello, crear para mí no sólo fue producir objetos, sino enfrentarme a cruces estéticos con las diversas materialidades sobre la tela, como si se tratara de un escenario donde se ensayan nuevas formas de diálogos culturales. Como señala Roberto Farriol “obras que se mueven entre lo sagrado y lo cotidiano, lo racional y lo sensorial, lo moderno y la tradición”.- ¿Cómo definiría su estilo, qué materiales o técnicas ocupa?- “Toda expresión artística es, en esencia, una abstracción. Mi trabajo dialoga con el presente y con un pasado visual que abarca desde las estéticas geométricas del arte moderno, tanto europeo como norteamericano, hasta el arte virreinal, donde el barroco —como estilo y como forma de habitar— tiene una fuerte presencia en la cultura popular.Desde ese cruce, utilizo la geometría —líneas, planos, formas como triángulos y cuadrados— en tensión con huellas del trazo, texturas y tramas textiles que remiten al contexto cotidiano. El uso del color, los brillos y las opacidades propone una lectura sincrética de la estética: una convivencia entre lo heredado y lo contemporáneo.Trabajo sobre bastidores entelados con formas geométricas específicas. Uso acrílico por su plasticidad y brillo, y óleo por su carga histórica y materialidad clásica. En esa mezcla, se articula una identidad visual compleja, abigarrada, y profundamente ligada al tiempo que habitamos”.- ¿Qué te motivó a elegir al Círculo Israelita de Santiago como espacio para exponer tu trabajo artístico?- “Lo que primero me llamó la atención fue que la convocatoria pedía un proyecto, no solo una obra. Eso ya me motivó, porque me gusta pensar y trabajar el arte como una proyección, algo que dialoga con un espacio y su contexto particular. En este caso, se trataba de un lugar que congrega a una comunidad, y que se nombra a sí mismo como “círculo”. Esa idea, la de lo colectivo, lo simbólico, me pareció interesante y al mismo tiempo un desafío.No había reflexionado en profundidad por qué elegirlo, porque en realidad postulé por intuición. Pero en cuanto vi la convocatoria, en pocos días ya estaba armando el proyecto, y decidí presentar una propuesta geométrica que respondiera a ese contexto”.

publicado 11 Abril 2025

Comentario parashá Tzav y Pésaj

La parashá Tzav se centra en los sacrificios y el rol constante de los sacerdotes en el Mishkán. Uno de los aspectos más poderosos es el mandato de mantener el fuego encendido en el altar: “Esh tamid tukad al hamizbeaj, lo tichbé” – “Un fuego perpetuo arderá sobre el altar, no se apagará” (Vayikrá 6:6). Este fuego no es solo físico: representa la llama de la fe, la tradición y la continuidad judía.En Pesaj, esa llama se enciende en cada hogar judío a través del Seder. Pero no se trata solo de recordar la historia, sino de vivirla. “Bejol dor vador jayav adam lirot et atzmó keilu hu yatza miMitzraim” – “En cada generación, cada persona debe verse a sí misma como si hubiese salido de Egipto.” Es un ejercicio de empatía y de responsabilidad histórica. El Seder no es un museo del pasado, es una experiencia viva del presente.Recuerdo un Seder en la casa de mis abuelos en Brasil. La mesa larga, llena de primos, el aroma del guefilte fish mezclado con feijoada, las risas, los cánticos… Y en un momento, mi abuelo me miró, me entregó la copa del kidush para que la elevara, y dijo: “Tu generación es la que va a mantener esto encendido.” Sentí un nudo en la garganta. No entendía todo, pero entendí lo esencial: no somos espectadores de la historia, somos sus transmisores.Hoy, como adultos y educadores, tenemos esa misma tarea: garantizar que el fuego del altar, el fuego del Seder, no se apague. Que nuestras casas sean Mikdash me’at, pequeños santuarios, donde cada niño pueda sentirse parte del relato y heredero de una historia milenaria.

publicado 11 Abril 2025

Tefilá Latina del Negev: La única Tefilá en Israel en donde se lee y se explica la parashá en español

La Tefilá Latina del Negev nació del anhelo de la comunidad hispanohablante en Israel por vivir y compartir el Shabat de una manera significativa, cálida y cercana a sus raíces. En un país donde la diversidad es una riqueza, muchos olim (inmigrantes) latinos buscaban un espacio donde la espiritualidad, la música y la tradición se fusionaran en un ambiente acogedor y familiar.Este proyecto único en Israel fue creado y liderado por Ariel Toro, estudiante de jazanut en el Seminario Rabínico Marshall T. Meyer de Buenos Aires, Argentina. A diferencia de otras tefilot con música, el Kabalat Shabat Musical de la Tefilá Latina del Negev es el único en todo el país donde la Parashá de la Semana se lee y se explica en español, permitiendo una conexión más profunda y significativa para quienes tienen el idioma como lengua materna.Desde sus inicios, esta tefilá ha sido un punto de encuentro para personas de distintas edades y orígenes que comparten el deseo de vivir el Shabat de una forma más cercana y emotiva. A través de melodías inspiradoras, la lectura de la parashá en español y un cálido kidush, este espacio ha logrado unir a la comunidad en un ambiente de alegría y espiritualidad.Con el tiempo, el Kabalat Shabat Musical ha crecido y evolucionado, sumando cada vez más participantes y convirtiéndose en una tradición que ilumina los corazones de quienes asisten. Hoy, contamos con un espacio propio para su realización, gracias al apoyo y patrocinio del Instituto Israelí Chileno de Cultura y el Instituto O’Higginiano de Israel.Nada de esto sería posible sin el esfuerzo y dedicación de un gran equipo de voluntarios y colaboradores, quienes trabajan con un especial compromiso para que cada encuentro sea una experiencia única. Desde la preparación del kidush, la organización del espacio y la logística, hasta el acompañamiento musical y la difusión, cada uno aporta su granito de arena para fortalecer este proyecto. El Kabalat Shabat Musical se realiza el primer viernes de cada mes, y esperamos en un futuro no muy lejano poder transmitirlo online para todas aquellas personas que no pueden asistir en persona. Asimismo, trabajamos con entusiasmo para que pronto podamos llevar a cabo esta hermosa experiencia con mayor periodicidad, permitiendo que más personas se sumen y vivan la espiritualidad del Shabat a través de la música y la comunidad.Con más de 30 ediciones realizadas, la Tefilá Latina del Negev sigue fortaleciéndose, manteniendo viva la esencia del Shabat y demostrando que, a través de la música y la unión, podemos seguir construyendo comunidad y espiritualidad en nuestra tierra.

publicado 11 Abril 2025

David Julius, Premio Nobel de Medicina

David Julius nació el 4 de noviembre de 1955 y creció en Brighton Beach, que entonces era el hogar de una gran población de emigrantes judíos rusos. En un artículo autobiográfico describió las raíces judías de su familia: “Crecí en un vecindario costero de Brooklyn, que fue como una pista de aterrizaje para inmigrantes de Europa del Este como mis abuelos, que huyeron de la Rusia zarista y del antisemitismo en busca de una vida mejor”. Su padre era ingeniero electric, y su madre profesora de una escuela elemental.Julius se licenció en biología en 1977 del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y en 1984 obtuvo el doctorado en bioquímica en la Universidad de Berkeley. Es profesor de la Universidad de California en San Francisco; él ha utilizado la capsaicina, sustancia química que hace picante el ají, para explorar cómo las terminaciones nerviosas humanas perciben el calor. Julius evidenció, con ayuda de la capsaicina, la existencia de una neurona sensorial, denominada nociceptor, que responde a estímulos físicos o químicos cuya intensidad produce dolor en el ser humano. Por lo tanto, Julius apoya la idea que la nocicepción es una modalidad sensorial específica e individual. Además, Julius identificó al canal TRPV1 como receptor neuronal de estímulos nocivos. David Julius ganó el año 2021 el Premio Nobel de Medicina junto con su colega estadounidense Ardem Patapoutian, por sus descubrimientos sobre los receptores de la temperatura y el tacto. “Los revolucionarios descubrimientos de los ganadores del Nobel  de este año nos han permitido comprender cómo el calor, el frío y la fuerza mecánica pueden iniciar los impulsos nerviosos que nos permiten percibir y adaptarnos al mundo”, declaró el jurado. “En nuestra vida diaria damos por sentadas estas sensaciones, pero ¿cómo se inician los impulsos nerviosos para que se puedan percibir la temperatura y la presión? Esta cuestión ha sido resuelta por los galardonados”. A juicio del jurado “la temperatura, el dolor y la presión forman parte de nuestro sentido del tacto, quizás el menos comprendido de los cinco sentidos humanos. Julius y Patapoutian han desvelado las bases moleculares y neuronales para las sensaciones térmicas y mecánicas”, prosigue el acta. Se trata de una investigación con potenciales implicaciones médicas, porque “arroja luz sobre cómo reducir el dolor crónico y agudo asociado a numerosas enfermedades, traumatismos y sus trata-mientos”. De hecho, varios laboratorios farmacéuticos están desarrollando investigaciones para identificar moléculas que actúen sobre estos receptores con el objetivo de tratar distintas formas del dolor crónico, por ejemplo el asociado a procesos inflamatorios neurógenos o los asociados a la artritis, cáncer o asma.David Julius es miembro de numerosas academias, como la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y la Academia Nacional de las Artes y las Ciencias. Ha recibido numerosos premios, entre los que destacan el Premio Kerr en investigación básica de la Sociedad Estadounidense del Dolor, el Premio Zülch de investigación neuronal de la Sociedad Max Planck, el Premio Edward Scolnick en Neurociencia del MIT, el Premio Alden Spencer de Neurociencia de la Universidad de Columbia, el Premio Julius Axelrod de la Sociedad de Neurociencia, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, y galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Biología y Biomedicina, junto a Ardem Patapoutian. 

publicado 11 Abril 2025

Celebrando las cadenas rotas

Desde el 7 de octubre ha sido difícil celebrar fiestas, y es especialmente difícil celebrar una fiesta que habla de libertad cuando tantos de los nuestros siguen encadenados. Pero por eso mismo, Pésaj no podría ser más relevante. No solo porque nos hacer recordar a los jatufim. También contrasta con los acontecimientos en otras esquinas del mundo donde países enteros parecen estar presos a una fiebre anti ciencia, irracionalidad y exigencia de obediencia absoluta. Pero Pésaj es, en esencia, un momento de cuestionamientos. Es, en muchos sentidos, el precursor de las ideas de la Ilustración que hoy en día están tan amenazadas.Puede parecer contra intuitivo afir-mar que una festividad que culmina con la entrega de los Diez Mandamientos -un conjunto de leyes divinamente ordenadas- hace eco de un movimiento que desafiaba el derecho divino de los reyes. Pero visto desde otra perspectiva, la historia de Pésaj vincula la libertad con la ley: sin gobierno no hay libertad, pero sin libertad estábamos sujetos a las leyes de los demás. Éramos esclavos.En segundo lugar, el objetivo del Séder de Pésaj, (aparte de comer demasiado) es obtener conocimiento a través de preguntas. Como escribió Siegfried Stein hace más de sesenta años, este modelo fue adoptado del simposio griego, una cena en la que se planteaban preguntas filosóficas y los participantes (apoyados en una almohada) respondían.  Cuestionamiento para llegar a la verdad. Nótese que la Hagadá se refiere con frecuencia a las respuestas e interpretaciones de diferentes rabinos – Tarfón, Akiva, Eliezer, entre otros – que no necesariamente estaban de acuerdo entre ellos. De esta manera, y a pesar de los muchos milagros y plagas que se mencionan, el Séder es un ejercicio del uso de la razón, uno de los principios fundamentales de la Ilustración. Para intelectuales como Rousseau y Locke, nuestra capacidad de usar la razón y el pensamiento crítico llevó a un cuestionamiento de la autoridad política, al desafío a los faraones europeos de la época y a una lucha por el derecho – la libertad – de cada nación de desarrollar sus propias leyes. El acuerdo a través del cual se gobernaría a un pueblo sería el contrato social, esencialmente un pacto, un brit, entre la autoridad y los ciudadanos. El pueblo era elegido, pero también elegía por quién sería gobernado.Finalmente, al igual que en la Ilustración, donde los gobernantes abusivos perdieron la autoridad para gobernar, la historia de Pésaj es la de un pueblo que resiste a un rey abusivo. Los pensadores de la Ilustración consideraban que este era un derecho de los ciudadanos a través de la ley natural. Del mismo modo, en la historia de Pésaj los Hebreos tienen el derecho de rebelarse en contra de la condición de esclavitud porque ya son una nación. Desgraciadamente, hoy los faraones modernos han decidido que están por encima de la ley, que no necesitan responder a sus ciudadanos y que pueden imponer leyes por decreto, ignorando la racionalidad de la investigación y la ciencia, y afectando no solo a sus ciudadanos, sino a toda la comunidad internacional y a la economía global. Los gobiernos insensibles, irresponsables e irrazonables conducen a poblaciones no libres, tal como lo hicieron en 1762, cuando Jean Jacques Rousseau escribió que “El hombre nace libre, y en todas partes está encadenado”. Su solución fue un contrato social (el nombre del libro del que se toman esas palabras). Podríamos llamarlo un pacto, o brit. Y sabemos por experiencia milenaria que los brit, renovados generación tras generación, tienen la capacidad de romper cadenas y conducir hacia la libertad.El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de La Palabra Israelita.

publicado 11 Abril 2025

Pésaj, fiesta de libertad y de esperanza

La celebración de Pésaj, que cada año ocurre en el mes de Nisan, coincide en el hemisferio norte con la venida de la primavera. Un momento especial, lleno de magia, luz y color. De alguna manera, eso describe la libertad.Luz, color e incluso magia. Pero más que eso, la celebración de Pésaj tiene que ver con la esperanza. Dicen los sabios,  Be Nisan Nighalu, Be Nisan Atidim Leig ghalot.Esto es, en Nisan fuimos liberados y en Nisan volveremos a ser liberados. Esa condición de esperanza es la que otorga la libertad. Porque cuando uno está desesperanzado, está esclavizado de esa condición. Cuando uno tiene la asertividad negativa y dice que no va a salir de determinada situación, entonces está esclavo del condicionamiento que él mismo se puso. Pésaj es la fiesta de la libertad, es la fiesta de la esperanza, porque en Pésaj construimos la nación judía a través de ese salto inimaginable para los esclavos de llegar a ser gobernantes de sus propias decisiones.Y Pésaj es también la fiesta de la libertad. Recuerda la salida del pueblo judío de Egipto escapando de garras del faraón, de las 10 plagas donde D´s compite con el faraón y le muestra que realmente el poder es de Él.Esto comienza cuando Moisés se presenta al faraón y el faraón le pregunta ¿Quién es ese D´s que pide que los israelitas sean liberados? Él le dice el nombre de D´s y el faraón dice no conocerlo. Las plagas y todas las manifestaciones de la saga de la salida de Egipto son para que el faraón conozca a D´s. Quiera este Pésaj ser una fiesta de esperanza. Estamos inmersos en una sensación de mucho dolor por los rehenes, por la guerra de Israel contra Hamás, Hezbolá y Hutíes. Estamos deseosos de volver a esa situación donde la esperanza es la que nos mueve.Por eso aprovechemos esta celebración para unirnos en la esperanza. Que tengamos una fiesta de alegría, de recuerdo de aquellos que ya no están y que celebraron con nosotros otros Pésajim y que nos inspire su recuerdo para hacer un Séder que sea recordado por nuestros hijos así como nosotros recordamos aquellos Sedarim del pasado. Que sea una celebración de bendición para nosotros y para todo el pueblo de Israel.Rabino Eduardo Waingortin.

publicado 21 Marzo 2025

¿Cómo el judaísmo ayuda a los avelim a transitar el duelo y la tristeza profunda?

El judaísmo tiene una psicología muy acertada en cuanto al dolor y al duelo. Los Avelim, que son las siete familiaridades que son los dolientes, tienen que cumplir una serie de ritos que ayudan a tomar conciencia de la pérdida y entonces a realizar un duelo sano. El primero de los períodos tiene que ver con el momento de Aninut, donde está todavía el fallecido sin sepultar.Durante ese momento se aconseja no emitir palabras, sino solamente acompañar y seguir el proceso de las personas que están en duelo, que están muy conturbadas por el dolor y a quien todavía no se aconseja entregar Nejamá, consuelo, sino hasta después del sepelio. Todas las palabras que se dicen durante este periodo tienen que ver con el fallecido, pero una vez que termina el entierro, se centra el esfuerzo en consolar y confortar a los deudos. Así, el primer periodo de Shivá, es sentarse en un lugar bajo, donde hay tanto ritos externos, como no usar calzado de cuero, como tapar los espejos, hasta un comportamiento interno, como es no tener vida marital, no trabajar, etc.Esos momentos que son de gran negación, al ser acompañados por la comunidad y por todos estos ritos antes citados, se transforman en grandes ayudas para la aceptación. Este periodo de Shivá está contenido dentro de los shloshim, que son los 30 días donde no se vuelve al cementerio.Son distintos momentos difíciles. El reencontrarse con el lugar donde se dejaron los restos produce también un “insight” donde se asimila la pérdida y nuevamente la compañía es lo que genera la gran diferencia. El duelo judío está lleno de compañía, que en parte puede ayudar a mitigar el gran vacío que deja la pérdida del ser querido.Hay una tristeza que acompaña a todo este periodo, pero esta tristeza puede llegar a ser normal o patológica. Es normal mientras se desarrolla en un ámbito donde no hay autoflagelación ni nada por el estilo que está prohibido en el judaísmo. Y mientras se da en estos períodos, se transforma en patológica cuando no está bien enfocada por los deudos.Por lo tanto, acompañarlos en este proceso es sustancial. Y si se ve algún espacio de patologización del carácter de duelo, entonces es el momento de recurrir a ayudas externas. El rabino puede ayudar, profesionales en el área de la salud mental pueden ayudar, y lo que más ayuda es poner oído y abrazo de los seres queridos.

publicado 31 Enero 2025

¿Cómo define el judaísmo la relación entre Dios y el ser humano?

Por la visión tradicional del judaísmo, el mundo fue creado por Dios incompleto e imperfecto, y la tarea de completarlo, perfeccionarlo, la entrega a Dios al hombre. Por lo tanto, lo que llamamos Tikún Olam, que es esa tarea de perfeccionamiento, de recomposición, de reparación, es una indicación divina y es una misión divina que tiene el hombre, de ahí que la relación entre el hombre y Dios sea de asociación. Hay un proyecto definido por Dios donde nos suma y hay una responsabilidad de nuestra parte.En los primeros capítulos de la Biblia, cuando se empieza a definir la relación pactual entre el hombre y Dios. La primera parte es la relación de todo ser humano, ¿Y cuál es la relación del judío con Dios? Entonces, ahí aparece la parte pactual de los primeros capítulos del Génesis, donde en su primer contacto con Abraham, Dios le dice, que el pueblo de Israel tendrá que hacer bendición para todas las naciones.Después, eso se aclarará como que deben ser luz para las naciones, dando ejemplo y predicando la palabra de Dios. Y también se establece que en ese pacto el pueblo tendrá una tierra eterna, y por el otro lado el pueblo tendrá que ser fiel a su Dios. El pacto se enriquece cuando salen los judíos de Egipto con la entrega de la Torá, que también es una entrega generosa, pero pactual.Generosa porque está llena de amor por la humanidad, por el ser humano y por el pueblo judío, pero pactual porque exige su cumplimiento. Entonces, la relación del ser humano con Dios es una relación pactual, que tiene su primer pacto entre Noé y la civilización, y el ser humano, donde le promete que no volverá a destruir el mundo, y donde le se indican las primeras reglas de convivencia. La segunda, donde se establece con el pueblo de Israel un pacto eterno, donde tendremos nuestra tierra, seremos un pueblo y tendremos a nuestro Dios, y esto se perfecciona en el monte Sinaí.Después aparecen otros pactos, cuando llegan a la tierra de Israel con Josué, y después el pacto trasciende lo grupal y queda también en lo individual. Cuando incorporamos a un niño a través del brit milá, y a una niña a través del simjat bat, también lo estamos incorporando al pacto con Dios.

Recuperan en Gaza los cuerpos de tres rehenes

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en conjunto con el servicio de inteligencia Shin Bet, anunciaron la recuperación de los cuerpos de tres rehenes asesinados por Hamás y llevados a Gaza tras la masacre del 7 de octubre de 2023. Las víctimas identificadas son Ofra Keidar, de 71 años, residente del kibutz Be’eri; Yonatan Samerano, de 21 años, de Tel Aviv; y Shay Levinson, de 19 años, sargento del Cuerpo Blindado de las FDI, con ciudadanía israelí y francesa.Los tres fueron secuestrados durante el brutal ataque perpetrado por Hamás y sus cuerpos fueron hallados tras 625 días de cautiverio. La operación, llevada a cabo con base en inteligencia precisa, permitió también devolver los restos a sus familias para un entierro digno.El primer ministro Benjamín Netanyahu expresó su pesar y destacó la labor de las fuerzas israelíes, reiterando su compromiso de traer a todos los rehenes de vuelta. Las familias, por su parte, agradecieron la acción pero también demandaron con urgencia la liberación de los cerca de 50 rehenes que aún permanecen en manos de Hamás.Las FDI subrayaron que estas operaciones conllevan un gran riesgo y que continúan trabajando sin descanso. Este hallazgo se suma a otros esfuerzos por parte de Israel por recuperar a sus ciudadanos, vivos o muertos, en un conflicto que ya lleva casi dos años de secuestros, tensiones y negociaciones sin avances concretos para un alto el fuego duradero.

Un llamado de atención de la ONU al Gobierno de Chile

La Comunidad Judía de Chile lo ha señalado en reiteradas ocasiones: el presidente Gabriel Boric ha demostrado, desde su etapa como diputado, una actitud hostil hacia los judíos del país. Son ampliamente recordados episodios como el regalo de una miel devuelto con desdén, la negativa a conceder la nacionalidad por gracia al rabino Eduardo Waingortin y una desafortunada declaración en una entrevista organizada por la Comunidad cuando era candidato presidencial.Esta actitud no cambió con su llegada a La Moneda. Boric es el único mandatario que no ha recibido formalmente a las autoridades comunitarias, y ha sostenido una postura que va más allá de una legítima crítica al Estado de Israel, creando un ambiente propicio para que otros sectores reproduzcan cuestionamientos y hostilidades hacia los judíos de Chile.En efecto, cuando la máxima autoridad del país adopta una postura discriminatoria, se abre la puerta para que otros justifiquen discursos y acciones que atentan contra la fraternidad y cohesión social. A los hechos de vandalismo, que fueron denunciados ante las instancias correspondientes, se suman expresiones de odio en plataformas digitales. Un reciente informe del Congreso Judío Latinoamericano, que analizó más de 126 millones de publicaciones en X, Facebook, YouTube, Google y otros medios, confirmó que el antisemitismo digital está en alza. En X, por ejemplo, los mensajes antisemitas aumentaron un 19,64%, pero en Chile el incremento alcanzó un 23,89%.En este contexto, la advertencia emitida por la relatora especial de la ONU para la libertad de religión o de creencias, Nazila Ghanea, apunta directamente al presidente Boric, advirtiendo sobre el “posible aumento” de actos antisemitas en el país.En una carta fechada el 24 de marzo de 2025, la relatora expresó su “profunda preocupación” ante una serie de incidentes de vandalismo, hostigamiento y amenazas contra personas e instituciones de la comunidad judía en Chile desde octubre de 2023.Ghanea señala que estos hechos han generado “una atmósfera de miedo entre la comunidad judía” y advierte que los actos vandálicos han servido para “identificar a la comunidad judía con el Estado de Israel y su acción militar en Palestina”.Entre las acciones del presidente Boric respecto a Israel destacan: la postergación de la entrega de credenciales diplomáticas del embajador Gil Artzyeli, el retiro del embajador y agregados militares de Chile en Israel, con la consiguiente falta de atención a los más de 10.000 ciudadanos chilenos residentes en Israel y la innecesaria tensión con EE.UU., la exclusión de Israel de FIDAE, reiteradas condenas a Israel en sus redes sociales (la mayoría omitiendo los ataques terroristas de Hamás), y la insinuación sobre un eventual quiebre de relaciones diplomáticas, tema que tensionó su cuenta pública de 2025.La respuesta oficial del Gobierno de Chile a la carta de la relatora Ghanea —emitida recién en mayo por medio de su misión diplomática en Ginebra y la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores— se limita a señalar que “aún se encuentra en proceso de recopilación de antecedentes”, sin establecer plazos, medidas urgentes ni emitir condenas públicas a los actos antisemitas.La relatora enfatiza que la ausencia de condenas públicas por parte de funcionarios representa un incumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ratificado por Chile en 1972), que impone al Estado la obligación de proteger a los grupos vulnerables frente a toda forma de discriminación o violencia.Estamos ante un hito preocupante: por primera vez, el sistema internacional de derechos humanos advierte formalmente sobre una campaña antisemita sostenida en Chile. ¿No resulta paradójico que, mientras el Estado enarbola la bandera de los derechos humanos en el mundo, se descuide a una minoría en el propio territorio?La relatora Ghanea subraya que Chile tiene la responsabilidad legal de proteger a las minorías religiosas frente a patrones de violencia, investigar con diligencia los delitos de odio y combatir cualquier incitación a la discriminación por motivos religiosos.Por ello, es urgente una condena explícita del antisemitismo por parte de las más altas autoridades del país, porque cuando se permite, toda la democracia entra en peligro. El antisemitismo no es solo un problema de los judíos, es más bien un indicador del estado de la democracia. Cuando una comunidad se convierte en blanco de odio, ese mismo odio puede volverse contra cualquiera.Las autoridades deben comprender que los derechos humanos comienzan en casa. Ignorarlo no solo pone en riesgo a una minoría: pone en entredicho la democracia misma.

William Nordhaus, Premio Nobel de Economía

William Nordhaus nació en Nuevo México el 31 de mayo de 1941, hijo de Virginia Riggs y Robert J. Nordhaus, quién provenía de una familia judía alemana. William Nordhaus se graduó de la Academia Phillips en Andover; posteriormente recibió su licenciatura y maestría de Yale en 1963 y 1972, respectivamente. También posee un Certificado del Institut d’Etudes Politiques (1962) de París y un doctorado del MIT (1967). Fue profesor visitante de Cambridge en 1970-1971. Ha sido miembro del profesorado de Yale desde 1967, tanto en el departamento de Economía como en la Escuela de Medio Ambiente. Nordhaus también se desempeñó como rector de la institución entre 1986 y 1988 y como vicepresidente de finanzas y administración entre 1992 y 1993. Ha sido miembro del Panel de Brookings sobre Actividad Económica desde 1972. Durante la administración Carter, entre 1977 y 1979, fue miembro del Consejo de Asesores Económicos. Fue elegido miembro de la Sociedad Filosófica Americana en 2013 y se desempeñó como presidente de la Reserva Federal de Boston entre 2014 y 2015. Vive en New Haven, Connecticut, con su esposa Barbara.Nordhaus es autor o editor de más de 20 libros. Una de sus primeras obras es el popularísimo libro “Economía”, coescrito con Paul Samuelson. El libro se publicó por primera vez en 1948 y ha aparecido en diecinueve ediciones y diecisiete idiomas. También ha escrito varios libros sobre el calentamiento global y el cambio climático, una de sus principales áreas de investigación. En 1972, Nordhaus, junto con su colega James Tobin, publicó “¿Es obsoleto el crecimiento?”, un artículo que introdujo el Índice de Bienestar Económico Sostenible como el primer intento de desarrollar la contabilidad ambiental. Es el creador de modelos de evaluación integrados de la interacción entre la economía, el consumo de energía y el cambio climático. En “Reflexiones sobre la economía del cambio climático” (1993), escribe: “La humanidad está jugando a los dados con el medio ambiente natural a través de una multitud de intervenciones: inyectando en la atmósfera gases traza como los gases de efecto invernadero o los productos químicos que agotan la capa de ozono, diseñando cambios masivos en el uso de la tierra como la deforestación, agotando multitud de especies en sus hábitats naturales mientras crea especies transgénicas en el laboratorio, y acumulando suficientes armas nucleares para destruir civilizaciones humanas”. Entre muchos honores, es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, de la Sociedad Filosófica Estadounidense y miembro electo de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias. Ha sido miembro extranjero de la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingeniería desde 1999. Fue galardonado con el Premio Daniel Patrick Moynihan de la Academia Estadounidense de Ciencias Políticas y Sociales en 2020. Nordhaus recibió el Premio Nobel de Economía en 2018, premio que compartió con Paul Romer. La Real Academia Sueca de Ciencias reconoció específicamente sus esfuerzos por desarrollar un modelo de evaluación integrado, es decir, un modelo cuantitativo que describe la interacción global entre la economía y el clima. Su modelo integra teorías y resultados empíricos de la física, la química y la economía. El modelo de Nordhaus está ampliamente difundido y se utiliza para simular la coevolución de la economía y el clima. 

Impactos económicos de la guerra

Si bien hoy respiramos un poco más aliviados por el cese al fuego en la guerra contra Irán, los costos en que se ha incurrido son especialmente altos. Es lo que hubo que pagar de forma de contener la amenaza de Irán, a propósito de su programa nuclear. Fanáticos islamistas con poder de fuego son un peligro no solo para Israel, sino que para el mundo entero. Como bien señaló el Canciller alemán, Israel ha hecho el trabajo sucio. Es probable que la mayoría de los líderes occidentales comparten esa mirada, aunque la esconden. Al estallar la guerra advertimos impactos sobre el precio del petróleo, que alcanzó a subir casi 15%, al tiempo que los inversionistas tomaron posiciones en activos de refugio, como son bonos de países desarrollados y oro. De cualquier manera, los efectos fueron más bien acotados, entendiendo que los temores de una escalada regional no se materializaron. La preocupación principal estuvo en un eventual cierre del estrecho de Ormuz, lugar por el que cruza el 20% del petróleo del mundo, pero que EE.UU. se abocó en contener a través de amenazas de un involucramiento mayor. Irán, además, no es hoy un actor demasiado relevante en la producción de petróleo, como lo fue en el pasado. Representa cerca de solo el 3% de la producción mundial, derivado de las sanciones que pesan sobre este país desde hace casi veinte años. Tras el anuncio de cese del fuego, la respuesta de los mercados ha sido positiva, con descensos importantes en el precio del petróleo, alzas en bolsas y una menor volatilidad. Se lee en lo último un mejor ánimo en los mercados, previéndose que el precio del petróleo vuelva a valores en torno a 60 US$/b, similar a lo observado hasta antes del conflicto.Los efectos sobre la economía israelí han sido, de cualquier forma, cuantiosos. A ello se debe sumar la dolorosa pérdida de vidas inocentes. El solo hecho de tener semi-paralizado al país durante 12 días, significó un costo aproximado de US$ 10 mil millones. Debemos además considerar el uso de armamento altamente sofisticado y la activación de los mecanismos de defensa. De acuerdo al Wall Street Journal, el costo en esta materia es de US$ 200 millones diarios, lo que totaliza US$ 2,4 mil millones para el período de guerra. El costo económico total, entonces, habría superado los US$ 12 mil millones, equivalentes a 2% del PIB de Israel. El turismo, por su parte, que representaba cerca del 3% de los ingresos del país, tardará un largo tiempo en recuperarse, lo que también golpea de forma relevante a la economía. Sin embargo, empujado por el sector tecnológico, la recuperación será rápida. Israel dio muestras de desarrollos muy sofisticados en materia militar y de comunicaciones, por lo que varios países que se perciben amenazados por sus vecinos, se verán muy complacidos de poder contar con estas tecnologías de punta para su propia defensa.

El programa nuclear iraní tras los ataques de Israel y Estados Unidos

El 13 de junio de 2025, Israel lanzó un “ataque preventivo” en contra de Irán, el que incluyó principalmente instalaciones nucleares, y resultó en la muerte de altos oficiales del régimen y de científicos involucrados en el programa nuclear. Una semana después, Estados Unidos realizó un único ataque a tres sitios nucleares iraníes: el centro de tecnología nuclear de Ishafán, la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, y la planta nuclear de Fordow. Esta última tiene la característica de que se encuentra a decenas de metros bajo tierra, con lo cual solo podría ser destruida con tecnología de aviación avanzada que tiene Estados Unidos.  Como respuesta, Teherán lanzó decenas de misiles balísticos y drones en contra de todo el territorio israelí, lo que dejó muertes y heridos, demostrando que el avanzado sistema de defensa antimisiles de Israel, conocido como cúpula de hierro, no tiene una efectividad total, sino una de aproximadamente el 90%. El objetivo declarado de ataque israelí y estadounidense era desmantelar el programa nuclear iraní, el que según la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) contaba con un 60% de enriquecimiento de uranio, esto es 30% menos de lo necesario para la fabricación de un arma atómica. La gran interrogante que queda es si se logró el objetivo más importante del ataque en contra de Irán, esto es, detener su programa nuclear, y aquí las versiones son contradictorias. Luego de la acción militar estadounidense, el presidente Trump aseguró que se habían destruido completamente las instalaciones nucleares. Sin embargo, un informe del Pentágono afirma exactamente lo contrario, que estas instalaciones no fueron destruidas y que, en consecuencia, no se ha logrado desmantelar el programa nuclear, sino solo retrasarlo algunos meses. Además, independiente de lo anterior, existe la posibilidad de que Teherán haya movido hacia otro sitio el uranio enriquecido.En este contexto, resulta fundamental que la OIEA inspeccione a la brevedad las instalaciones nucleares iraníes, de modo de determinar qué pasó con la capacidad de enriquecimiento de uranio. A pesar de esta urgencia, el parlamento iraní ha aprobado una ley para suspender toda colaboración con la agencia atómica, lo que puede llevar a Irán a continuar con su programa nuclear sin ningún tipo de salvaguardia internacional. En un contexto de incertidumbre sobre el estado del programa nuclear iraní, y observando las aparentes limitaciones de las acciones militares llevadas a cabo por Israel y Estados Unidos para lograr sus objetivos, resulta fundamental continuar con una vía diplomática y disuasiva que evite que Irán logre tener armas atómicas. Este camino puede incluir el retomar las conversaciones bilaterales entre Washington y Teherán, a las que pueden sumarse países europeos y árabes, así como mecanismos que incluyan eventuales sanciones económicas. El objetivo debe ser conseguir a la brevedad que Irán detenga su programa de enriquecimiento de uranio, de modo de impedir que obtenga armas atómicas y sea una amenaza no solo para Israel, sino también para los países árabes, para Europa y para todo el mundo. 

Cómo cambió el mundo tras la Guerra de los 12 Días

El mundo despertó distinto tras la ofensiva israelí contra Irán conocida como la “Guerra de los 12 Días”. En menos de dos semanas, Israel no solo desarticuló el aparato militar y nuclear del régimen iraní, sino que redibujó el equilibrio geopolítico de Medio Oriente, consolidando su legitimidad para actuar en defensa propia frente a amenazas existenciales. Esta operación relámpago, ejecutada con una mezcla de inteligencia quirúrgica, armamento de precisión y una voluntad inquebrantable, fue vista por muchos países de Occidente como una intervención que, aunque no planearon, secretamente necesitaban.Pero no fue Israel solo. El rol de Estados Unidos resultó decisivo para frenar a Irán. Si bien evitó intervenir directamente en el terreno, Washington brindó respaldo estratégico, compartió inteligencia clave y, cuando Irán amenazó con escalar el conflicto, envió un contundente mensaje con ataques selectivos a milicias pro iraníes en Siria e Irak. Este apoyo reafirmó que el eje occidental no tolerará más chantajes nucleares ni guerras por delegación.Israel no comenzó esta guerra, pero la terminó con una victoria contundente. Lo que Irán llama “alto al fuego” fue en realidad una rendición disfrazada, una claudicación. Sin arsenal, sin líderes y sin aliados creíbles. La teocracia iraní quedó expuesta como un tigre de papel, y las potencias que solían mantener una equidistancia ambigua hoy se distancian del régimen ayatolá, reconociendo el fracaso de su apuesta. La ofensiva dejó una región menos amenazada por el eje del terrorismo. Hezbolá, los hutíes y las milicias extremistas palestinas como Hamás, quedaron desarticuladas o sin financiación, sin liderazgo y sin horizonte. Mientras Irán lanzaba misiles al azar sobre civiles, explica el analista internacional Daniel Lerer, Israel eliminaba a la cúpula del régimen responsable de décadas de terrorismo regional, el contraste no podía ser más claro, destruía arsenales y fábricas de misiles, desarticulaba centros de investigación nuclear y dejaba fuera de combate a buena parte de las milicias apadrinadas por Teherán. Lo hizo con una combinación de inteligencia impecable, tecnología de vanguardia y una moral de combate que Occidente debería envidiar y estudiar. El ejército israelí operó con una estrategia quirúrgica, los ayatolás apelaron a la desesperación y a los comunicados vacíos. En el tablero militar, diplomático y simbólico, la victoria israelí fue absoluta. Es imposible no notar lo que esto representa en el contexto regional. El poder de disuasión israelí quedó reforzado como nunca antes. El mensaje es claro: quien cruce las líneas rojas pagará un alto precio, no solo militar, sino que también político, económico y moral.Más allá de la victoria bélica y si este cese al fuego cerrará o no las tensiones con Irán, Israel reconfiguró las reglas del juego. Su éxito estratégico envió un mensaje global: defenderse no solo es legítimo, sino que puede ser transformador. Si bien en Israel no hubo fiesta, solo lamentos por los caídos y persiste el sabor amargo de los secuestrados que aún están cautivos en Gaza hoy, Occidente, mira a Israel con respeto. Porque mientras muchos dudaban, Israel actuó. Y al hacerlo, cambió el mundo.----¿Cómo lo vivieron los chilenos en Israel?“Creo que el denominador común en esta guerra con Irán es la incertidumbre, no sabes qué viene, cuándo viene, y si podrás refugiarte a tiempo. A diferencia de los ataques de Gaza o Hezbollah, Irán tiene misiles muy potentes. Hoy tuvimos un ataque que derrumbó un edificio y murieron personas que estaban cada uno en su respectivo mamad (refugio dentro del departamento). Entonces ya no sientes seguridad en tu casa.Aun así, tenemos confianza en lo que está haciendo Israel y creemos que vamos a derrotar totalmente a Irán”.Erna Kramarenco Beer Sheva, la capital del Neguev.--“Han sido días muy difíciles. Es mucho más agotador de lo que uno se imagina. Vivimos con miedo, cansados física y emocionalmente por las constantes sirenas que hay noche y día, sin poder salir muy lejos de casa porque hay que estar siempre cerca de un refugio anti bomba en caso de ataque. Han sido días de mucha limitación, mucha incertidumbre, pero al mismo tiempo de mucho orgullo de la fortaleza de este país y esperanza que vendrán días mejores para Am Israel, para Irán y para todo el mundo”.Mijal Stern Vive en Australia y está ahora en Hod HaSharon esperando volver a casa.--“Mi marido y yo estamos en Israel. Llegamos a Yerushalaim, estuvimos unos días y nos fuimos a Tel Aviv, al día siguiente de llegar empezó la guerra. No hemos sentido miedo, probablemente por inconsciencia o exceso de confianza en el Ejército de Israel. Hemos tratado de cumplir todas las órdenes, pero igual en la semana fuimos a la playa, hasta nos tocó correr del mar al Miklat.Es muy tremendo y doloroso ver la destrucción en primera persona, ya que cayó “algo” en edificios cercanos al Hotel. Es dantesco, los vidrios de muchas cuadras alrededor se rompieron y destruyeron todo. También los vidrios de nuestro Hotel. El viernes recién pasado nos fuimos al norte a ver familiares y amigos y ahora estamos en Sde Nitzan al lado de Gaza sintiendo las alarmas de los cohetes que aún mandan desde Irán y las bombas que Israel manda a Gaza. Hemos vivido una dura y real experiencia, hermanados con los israelíes, pero no sabemos cuándo podremos salir de acá.Am Israel Jai”.Raquel Yuhaniak Sde Nitzan, al lado de Gaza.--“Los ataques de Irán han sido muy difíciles. Es un miedo constante que no te deja vivir tranquilo. Cada vez que suena la alarma, siento miedo. No sabes si ese momento va a ser el último. El sonido de las explosiones es tremendo. Me paraliza. Pero cuando hay una caída directa… es estremecedor. El suelo tiembla, las ventanas vibran, y solo quieres que se termine.Contamos con la Cúpula de Hierro y confiamos en ella, pero el miedo sigue. Los misiles de Irán tienen una enorme carga explosiva, y el daño que pueden causar es realmente grave. Tratamos de hacer nuestra vida normal y seguir adelante, pero es muy difícil. No sabemos cuándo esto va a terminar. Se habla de un posible cese al fuego. Esperamos que se concrete, pero incluso después del anuncio, hemos seguido recibiendo misiles. La amenaza no ha desaparecido, y seguimos en estado de alerta. Mientras tanto, seguimos rezando por el regreso de los 50 rehenes que aún están en Gaza. No los olvidamos, y cada día que pasa su ausencia duele más”.Karin MullerRaanana, distrito central de Israel.

El corazón arquitectónico que conecta generaciones

Todo partió con una idea: crear un lugar para la juventud. Fue así como José Eyzaguirre y Felipe Meza comenzaron a imaginar un espacio que no solo respondiera a las necesidades funcionales, sino que también lograra integrar a las distintas generaciones de la comunidad.“Nos contactaron para hacer un espacio para la juventud, para contribuir con la preservación de las tradiciones judías. Comenzamos viendo terrenos al final del patio o en el estacionamiento, pero luego surgió la idea de aprovechar un lugar más visible, que conectara con todo el edificio”, recuerda Eyzaguirre.Ese concepto fue clave. El espacio seleccionado se encuentra en un punto estratégico, observable desde el ascensor, el acceso y las zonas comunes. “Es como la médula, un núcleo conector que incluso, permite ampliarse integrando la cafetería y las salas. Era fundamental que el diseño permitiera esa apertura”, agrega Eyzaguirre.El proyecto fue evolucionando en base a interacciones con el directorio, quienes buscaban un lugar donde confluyeran jóvenes y se sintiera en un espacio cómodo. Así se llegó a una propuesta que respeta el lenguaje arquitectónico del edificio original, manteniendo su continuidad estética y estructural.Uno de los mayores aciertos fue la flexibilidad del espacio. Todo es móvil: los mesones tienen ruedas, las puertas se abren completamente, permitiendo unificar salas y crear ambientes distintos según la necesidad. “No queríamos espacios herméticos. Buscábamos que se pudiera transformar según la ocasión, desde un aula hasta una fiesta”, explica Meza. Por ello, trabajaron el diseño similar a un co-work, para convertirlo en un verdadero gancho para atraer a la juventud. Así trabajaron con diferentes alturas, escenarios, mesas, sillones y una cocina abierta equipada desde una máquina de café hasta una parrilla.Eyzaguirre destaca que “no hay elementos verticales fijos que limiten el uso. La división de espacios se logra a través de iluminación superior, y respetamos estructuras existentes como chimeneas y muros, lo que le da un toque industrial”.La ejecución fue todo un reto: trabajar en un centro con vida diaria, respetando actividades, fiestas y horarios religiosos. Aun así, lograron cumplir con los plazos. “Fue duro, pero el reconocimiento de la comunidad al final lo compensa todo”, dice Meza.¿Y qué fue lo más gratificante del proyecto? Para Felipe Meza, “la reacción de la gente, que no se esperaba algo tan bonito. Superó sus expectativas. Esa felicidad es nuestra mayor recompensa”. José Eyzaguirre añade: “Este proyecto llevaba años esperando y se concretó con respeto, participación y compromiso. El impacto comunitario es incluso más importante que el valor arquitectónico”.En palabras del mismo León Avayú a finales del año pasado en la inauguración, “Kadima Center es el legado que siempre soñé, que viene hacer realidad una nueva etapa en la preservación de las tradiciones judías en nuestra comunidad.”Y como cierre, Eyzaguirre comparte algo muy personal:“Tuve el privilegio de participar de esta construcción en honor a mi querido suegro, Moré Shlomo (Z''L), quien me enseñó de judaísmo y me hizo ver el compromiso eterno que tenemos para aportar en la continuidad de nuestra Comunidad”.--José Francisco EyzaguirreArquitecto. Genialtech spaArquitectura y Construcción jec.arq@gmail.com   +56 9 85054265

Robert Lefkowitz, Premio Nobel de Química

Robert Joseph Lefkowitz nació en Nueva York el 15 de abril de 1943. Sus abuelos paternos emigraron de Polonia a Estados Unidos en 1904. Huían de los pogromos que ocurrían en Europa del Este en aquella época. Vivían en Czestochowa, un pequeño pueblo a unos 160 kilómetros de Cracovia. Su padre nació en Nueva York en 1905. En Nueva York, las raíces de su familia son profundas. Nació y creció en el Bronx. Su familia extensa, como muchas familias judías inmigrantes que llegaron a Nueva York durante la migración desde Europa del Este, solía reunirse regularmente. Nació y creció en el Bronx, en un complejo de apartamentos de gran altura conocido como Parkchester; fue hijo único de Max, un contador que trabajaba en el distrito textil de Manhattan, y Rose, maestra de primaria. Su padre tenía una habilidad notable con los números y podía realizar cálculos complejos mentalmente con gran rapidez. Le enseñó muchas operaciones y trucos aritméticos varios años antes de que los aprendiera en la escuela. Después de asistir a escuelas públicas primarias y secundarias, ingresó a The Bronx High School of Science (10.º grado) en el otoño de 1956 y se graduó a los 16 años en 1959. Había sacado 100 puntos en el examen Regents de Nueva York en matemáticas durante tres años consecutivos. Se sentía particularmente atraído por la química y, como resultado de tomar estas clases de nivel universitario, pudo recibir crédito completo por dos años de química cuando ingresó al Columbia College en 1959. Tras graduarse en 1962, obtuvo un MD de la Universidad de Columbia en 1966, permaneciendo durante dos años de formación como personal interno en medicina interna en el Centro Médico Presbiteriano de Columbia. De 1968 a 1970 fue investigador en el NIH.Su primer gran hallazgo, en la década de 1970, fue con relación a la adrenalina. Lefkowitz marcó moléculas de adrenalina con isótopos radioactivos para visualizar adónde iba la hormona en las células. De esta manera logró identificar los receptores de la adrenalina, llamados receptores beta-adrenérgicos y posteriormente estudiar su funcionamiento. En la década siguiente, con la incorporación de su estudiante de doctorado Brian Kobilka a su equipo de investigación, se produjo el otro gran descubrimiento. Kobilka aceptó la tarea, a pedido de Lefkowitz, de buscar el gen del receptor beta-adrenérgico. Al hallarlo, notó que era similar a un receptor que capta luz en el ojo. Luego, supieron que existe una gran cantidad de receptores similares: los receptores acoplados a proteínas G, células que posibilitan al hombre adaptarse a su entorno y, se estima, permitirán la producción de nuevos fármacos.Fue profesor de la Universidad Duke en Carolina del Norte. Fue Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina. En octubre de 2012 fue galardonado, junto a su colega Brian Kobilka, con el Premio Nobel de Química por el estudio de los receptores acoplados a proteínas G. Está casado y tiene cinco hijos. Sabe desde hace tiempo que la genética no le favorece, y de hecho, sus graves antecedentes familiares de enfermedades cardíacas fueron una de las principales razones por las que se hizo cardiólogo.

¿Por qué ahora? ¿Qué viene después?

Proveniente de la Biblia, fue el nombre recibido por el ataque a Irán, cuyo propósito fue evitar que tuviera una bomba atómica, operación que fue calificada de “ofensiva, preventiva, precisa y combinada”. Y en caso de ser detonada, la bomba hubiese matado tantos judíos como palestinos, si se suman los que viven también en los territorios ocupados.Claus von Clausewitz definió a la guerra como “la continuación de la política por otros medios” en el siglo XIX, y aunque razón siempre tuvo, Israel pocas veces le ha hecho caso, ya que, aunque no ha iniciado ninguna de sus guerras y las ha ganado todas, fracasa en obtener la paz, además de perder en narrativa e imagen, precisamente por la falta de un plan político para el día después, como lo ilustra lo que ha pasado en la guerra de Gaza, donde por raro que parezca, a falta de aquel, el único que existe, es el propuesto por Trump.Sin embargo, para este ataque se le prestó mucha atención al contexto político, y esperaron por lo que se llamó una “ventana de oportunidad”, la que se dio cuando coincidieron un conjunto de prerrequisitos, primero, había consenso interno, segundo, existía apoyo de EEUU y aún más destacable, también de países árabes sunitas, quienes se alegraron del ataque, lo dijeran o no. Tercero, Irán estaba debilitado por la destrucción de su sistema de defensa aérea el año anterior, cuarto, proxis como Hamas y Hezbolá que habían atacado a Israel estaban muy debilitados en Gaza y El Líbano, tanto que Hezbolá no defendió ahora a Irán, además que Israel llegó a un acuerdo con Turquía para evitar choques en Siria. Quinto, había llegado el día donde la línea roja no debía ser cruzada, ya que había evidencia de cuán cerca estaba Irán de la bomba atómica, no dicho en documentos secretos, sino que por vez primera vez lo decía un Informe público del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU.Es decir, Israel no tenía alternativa, ya que desde 1979 ha sido política oficial de la República Islámica su destrucción. Fue una operación notable de inteligencia, preparada desde hace años, la cual entró en tierra derecha en septiembre del año pasado, y ya en noviembre estuvo listo el primer borrador de la orden definitiva, para ejecución en abril, fecha en que Trump les pide no actuar y le da 60 días a los iraníes para aceptar, que se cumplieron en la primera semana de junio. El viernes 13, igual que el año anterior, los aviones israelíes lograron ingresar a Irán sin ningún problema y se fueron sin ninguna baja, sin que la fuerza aérea y las defensas de Irán derribaran a ninguno. Con un agregado, fue tal el nivel de penetración, que el Mossad pudo operar como si de una película se tratara, ya que además de dirigir los misiles a sus blancos, pudo armar los drones dentro de Irán, lo que permitió eliminar al alto mando militar y a los encargados del programa atómico, que en algunos casos fueron atacados en sus domicilios, lo que fue hecho con tal precisión, que las habitaciones vecinas no sufrieron daño alguno. De todas maneras, con ese nivel de éxito volvió la pregunta de cómo pudo haber tenido lugar el horrible fracaso de la invasión de Hamas, el 7 de octubre.Escribo al día siguiente del ataque y los misiles vuelan en ambos sentidos causando destrucción, pero después de dos días, está claro que existen objetivos distintos, ya que para Israel lo que ha pasado solo habrá tenido sentido si se saca de encima y por un buen tiempo, la posibilidad que Irán esté armando su bomba atómica, mientras que para Teherán el propósito es variado, primero, sacarse de encima la sensación de humillación causando daños significativos, segundo, retrasar o impedir el acuerdo de paz entre Israel y Arabia Saudita, tercero, que Israel se vea obligado o sea obligado por la presión internacional a detener los ataques y en cuarto lugar, para los ayatolas, el propósito fundamental es sobrevivir en el poder.Lo último quizás debiera figurar en primer lugar, ya que el control de Irán es el instrumento que permite la revolución islámica, y primero, predicar su versión chiita al resto del mundo como también tener una red de milicias y países que controla con la Guardia Revolucionaria en segundo lugar, y tercero, desde 1979 es la base que les permite diseminar su Yihad contra lo que representa Occidente, por quien hoy está también hoy combatiendo Israel, aunque una acobardada Europa lo critique. Por último, aunque Israel logre su objetivo con la bomba, cosa que con la información disponible hoy se ignora, de todas maneras, es difícil que colapse una tiranía de este tipo, como tampoco caen en otros países las dictaduras que pierden elecciones.¿Se transformará en guerra regional? Hoy no lo es, como sí fue la invasión de Ucrania por los rusos, que se convirtió en la primera guerra global del siglo XXI, ya que inmediatamente repercutió en los mercados mundiales de combustibles y alimentos. El Medio Oriente no ha globalizado sus conflictos, salvo en el discurso, ya que al respecto no existe neutralidad y todos creen tener una opinión en Occidente, desde personas a gobiernos.Al existir ataques mutuos que pueden durar semanas o meses, podríamos estar presenciando una escalada, pero todavía no aparece una guerra regional. Al respecto, se viene hablando de una guerra regional desde el ingreso de Israel a Gaza y recibir el ataque de los proxis, que ha obligado a combatir en nada menos que 7 frentes, Gaza, El Líbano, Yemen, Siria, Cisjordania, Irak y el propio Irán. También se dijo lo mismo cuando el año pasado, en abril y octubre se atacaron mutuamente Israel e Irán, y tampoco ocurrió. Ahora no hay evidencia que esté ocurriendo, a no ser que Teherán cometa el error de atacar a soldados y diplomáticos de EEUU o bombardee países árabes que hoy colaboran con Israel.Aunque EEUU, a través de Marco Rubio señaló que no estuvo involucrado, no hay duda de que estuvo informado y colaboró por varias vías. Proporcionó inteligencia, tenía un portaaviones en la región, se comprometió a respaldar a países árabes que permitían el paso de aviones israelíes a través de sus territorios, puso en alerta a sus bases donde hay 40.000 soldados repartidos a través del Medio Oriente y ayudó a calcular la trayectoria de los misiles iraníes hacia Israel. Es esta la colaboración de EEUU como también imprescindible va a ser su ayuda, cuando empiecen, también en Europa, Canadá y Australia, las condenas públicas a Israel. En todo caso, no es novedad, ya que también fue criticado cuando eliminó programas atómicos de menor entidad. Lo hizo primero por vía aérea con el de Sadam Husein, segundo, con fuerzas especiales actuó en Siria cuando Corea del Norte se había unido a la familia al-Asad.Hoy el apoyo es lo mencionado y nada más, ya que lo que le gusta a EEUU va por otro lado, toda vez que existe la ventaja que no se va a necesitar de soldados estadounidenses, ya que quienes visten otros uniformes no participan en las guerras de Israel, quien las pelea solo, con los suyos, lo que ni siquiera ocurre con el Reino Unido, como lo demuestran dos guerras mundiales.Por lo anterior, es indudable que los muchos que subestiman las capacidades de Israel, insisten en exagerar la participación de la primera potencia mundial, sin darle suficiente crédito a la autonomía y poder logrado con escasa población en tan pequeño territorio, y donde la superioridad militar obtenida con mucho esfuerzo ha contribuido en darle seguridad y permanencia a los éxitos científicos y en desarrollo humano.En el ataque a Irán, lo más importante resultó ser que hubo siempre una coincidencia de Israel con la Casa Blanca, de tal modo, que cuando Israel atacó inmediatamente después de vencido el plazo de 60 días, fue para mí una muestra que el plazo había sido convenido. Mi impresión es que Trump va a volver a ofrecer una negociación a Teherán, y ya algo dijo al respecto, asegurando que se vivía el día 61, que todavía estaba en la mesa tener un programa atómico pacífico, si aceptaban no procesar uranio en su territorio, pudiendo eso sí adquirirlo en el extranjero.¿Por qué actúa así Donald Trump? Como paréntesis, mi impresión es que su oferta es coincidente con una trayectoria de vida donde contrario a lo que se dice, realmente no cree que las soluciones provenientes de EEUU se deban imponer por la vía militar, un Trump que con los aranceles ha cambiado parámetros económicos, pero no lo ha logrado en lo geopolítico. Además, estoy convencido de que piensa que sus acciones deben ser premiadas con el Premio Nobel de la Paz, y quizás debió haberlo recibido por los Acuerdos de Abraham, hoy por hoy, política oficial para abordar algunos viejos odios del Medio Oriente. Sin embargo, es dificilísimo que lo reciba, ya que es un premio político en el sentido que lo entrega no una academia sueca, sino el parlamento noruego, y para sus posiciones y forma de ser, las correlaciones políticas a su interior no lo permiten, tal como tampoco habría un premio para ningún papa vaticano.Cerrado el paréntesis, todo indica que hay mucha semejanza en cómo están actuando los ayatolas a lo que hiciera su archienemigo Sadam Husein, quien en 1991 enfrentado a un posible ataque de EEUU y sus aliados, ante un ultimátum no aceptó retirarse de Kuwait como pudo haberlo hecho con lo que se habría ahorrado la derrota bélica. En la oportunidad actual, bastaba con no seguir procesando el uranio, tal como lo hacen todos quienes solo tienen programas atómicos pacíficos en vez de bombas atómicas y los misiles para transportarlas. Sadam Husein también dobló la apuesta en esa oportunidad, ya que secuestró además como rehenes a personas occidentales, transformándolos en escudos humanos, cual antecedente de Hamas, aunque Sadam fue adversario de grupos fundamentalistas.Para entender lo que hoy pasa, hay que aceptar que las guerras del Medio Oriente difieren de lo que es ganar o perder según el pensamiento occidental, ya que no se acaban con una victoria o una derrota, tal como lo demuestra el caso de Israel, debido a que el tema permanece, reapareciendo en formas distintas una y otra vez, a veces solo cambiando de nombre. Es decir, se aplica lo que decía Sun Tzu (544 a.C.- 496 a.C.), hace más de dos milenios, que las guerras solo se acaban cuando se termina la voluntad de lucha, cosa que no ocurre hoy ni con Israel ni con los ayatolas.Más aún, la guerra entre Irán e Israel no se inició con el ataque de ayer, sino que, en 1979, cuando aparece la República Islámica de Irán, con la idea chiita del martirio, y con una declaración de intenciones, expresada en que fueron convertidos en rehenes los diplomáticos de la entonces Embajada de EEUU. Así se comunicaba el inicio de una Yihad contra Occidente, con destrucción y desaparición de Israel incluida. Allí, se declaró la guerra, a pesar de que antes de Jomeini, hasta 1979, Israel tuvo buenas relaciones con Irán.Es, por lo tanto, una guerra que va a existir mientras exista la voluntad de lucha de los contendientes, y en el caso de Israel no puede perderla. No hay otro país que enfrente un desafío semejante, y no tiene otra alternativa que el triunfo, sobre lo cual existe demasiada incomprensión en el resto del mundo, siendo el caso israelí una muestra del mal funcionamiento de las instituciones internacionales, ya que, si existiera un sistema internacional sano, la ONU debiera proteger el derecho de Israel a defenderse lo que no ocurre, toda vez que, en vez de recibir apoyo, solo recibe rechazo.Al revés, a pesar de ser el único país en esta situación, diariamente son otros miembros de la comunidad internacional los que declaran su intención de destruirlo, sin que nada haga una ONU, desprestigiada y sesgada. Al respecto, entre las naciones, quien puede hacer algo es EEUU, y ojalá se decidiera a promover un nuevo sistema, ya que fue el único que creó los dos que existieron en el siglo XX, y sigue en buena medida financiando al actual, como también creara la desaparecida Liga de las Naciones, por lo que ningún otro país parece poder acometer tarea semejante.Aunque la superioridad militar lograda por Israel lo había protegido al igual que los avances hechos con países árabes para firmar la paz, el país había vivido con anterioridad amenazas de desaparición, Ocurrió con su Declaración de Independencia en 1948 y con la guerra de los 6 días en 1967, donde su ataque preventivo a Egipto fue exitoso. Sin embargo, esa última experiencia sirve para entender que las relaciones entre aliados sufren etapas, ya que también bombardeó con víctimas incluidas, al barco espía estadounidense Liberty en esos días de junio, cuando no existía la relación de aliados estrechos, hoy existente con USA. De hecho, hoy la relación parece ser lo suficientemente buena para que el ataque que tuvo lugar ayer 13, sea la vez primera, que recibe el visto bueno para proceder unilateralmente contra Irán, ya que nunca antes EEUU se lo había permitido a Israel, hasta ahora.Por lo demás, dentro del dinamismo de las relaciones entre Estados donde los intereses son lo único permanente, quizás esta luna de miel podría sufrir un nubarrón, si EEUU trata de imponer la creación del Estado Palestino a la brevedad, en condiciones que, si Israel lo aceptara, podría significar el fin del actual gobierno, ya que Netanyahu perdería el voto de confianza en la Knesset, si se retiraran, como protesta, los ministros más extremos.¿Qué debiera venir después?, con la duda todavía de cuánto daño hizo el ataque israelí a los sitios donde se prepara la bomba atómica, si inutilizó el proyecto o solo lo postergó por algunos años, y por eso, presiona, invitando a la población iraní a que se rebele contra la tiranía, ya que Irán ha enfrentado desde hace años rebeliones provenientes de su minoría árabe como también de un separatismo promovido por quienes quieren recrear Beluchistán, una idea proveniente del imperio persa, hoy con gente repartida en varios países, como los kurdos, los palestinos o los drusos.Creo que después debieran venir, definiciones internas tanto en Irán como en Israel. No son escenarios ideales, por lo que no creo que de Irán surgirá hoy la democracia, pero como la sociedad es más laica y educada que sus ayatolas, puede ser gobernada en forma más decente y menos feudal que la tiranía religiosa que se entronizó en 1979, después de imponerse sobre las alternativas liberal y comunista de ese entonces, que se preocupe de su pueblo más que de imponer la yihad universal. Tampoco me preocuparía tanto de sus alianzas internacionales, ya que son coyunturales, toda vez que China se preocupa solo del gas y petróleo y en el caso ruso, Putin está muy alejado del fundamentalismo.Un gobierno que no busque imponer la bomba que no desea la mayoría, y que por lo demás, es la mejor forma de abordar el tema, toda vez que una vez que un conocimiento científico ingresa a una sociedad ya no lo abandona. Estoy convencido que quienes disfrutaron y donde quizás hubo más alegría por la derrota de los ayatolas son la mayoría de los iraníes, pero no por eso los ayatolas serán desalojados del poder.En el caso de Israel, una elección es buena idea y que sea el pueblo el que elija, la mejor para una sociedad democrática. Pienso que Netanyahu, no es la persona para esta etapa, y que, en primer lugar, por fin la Corte Suprema debe resolver si es inocente o culpable de las acusaciones que tiene. Creo que al más alto nivel debe formarse la postergada Comisión para tratar de entender cómo el Estado entero le falló a Israel el 7 de octubre, no solo el gobierno, sino también las instituciones de seguridad e inteligencia, como también las fuerzas armadas que tanto se demoraron en reaccionar.Creo que el resultado de la elección debiera producir lo que Israel tuvo en 1967, un gobierno de unidad nacional, uno donde derecha e izquierda se encuentren en el centro, a mi juicio lo que Israel necesita en el día de hoy, un gobierno mayoritario que pueda gobernar y confronte la modificación de un sistema electoral incapacitado para generar gobernabilidad, y también busque algo pendiente desde la (re)creación del Estado en 1948 y de lo cual se carece, una constitución escrita, con reglas que permitan superar la polarización hoy existente.Por, sobre todo, que produzca un plan político para Gaza sin Hamas, que Israel hoy no tiene. Estoy convencido que el futuro de Israel está en una alianza con los países árabes sunitas, y mientras menos participen Europa y Naciones Unidas, mejor para todos. Me resisto a hablar de un “nuevo” Medio Oriente, después de equivocaciones tan profundas como la caída del Shah y la primavera árabe ¿se acuerdan de las ilusiones en ambos casos?Una alianza basada en intereses mutuos, tales como la amenaza que representa Irán, es más permanente y duradera que otras alternativas, una sociedad con los gobiernos árabes que colaboraron en la defensa de Israel es mejor para el desafío pendiente, la creación del Estado Palestino, y que ayude a alejar a ese pueblo del fundamentalismo y que por fin se encuentre lo que ha faltado después de tantos rechazos, el socio palestino para dos Estados, uno al lado del otro, y no uno en vez del otro, como lo pretendieron Hamas e Irán. *Reproducción autorizada por el autor.Publicada en Infobae. (15-06-2025)

Lecciones de los primeros ataques de Israel contra Irán

Imaginen si la Operación Overlord de la Segunda Guerra Mundial hubiera comenzado con la eliminación del mariscal de campo Wilhelm Keitel, jefe del Alto Mando alemán; Heinrich Himmler, jefe de las SS; el mariscal de campo Erwin Rommel; y numerosos otros generales de alto rango; y la destrucción de todas las defensas aéreas alemanas, antes de que un solo soldado aliado desembarcara en las playas de Normandía. No es una hipótesis exagerada. Es casi un paralelo a lo que Israel acaba de hacerle a Irán.La guerra de Israel contra Irán aún continúa. Pero lo que ya ha sucedido será objeto de estudio durante décadas.La actual operación militar de Israel contra Irán, oficialmente denominada Operación León Ascendente, se lanzó el 13 de junio de 2025 con un ataque preventivo amplio y preciso. La operación no solo fue histórica, sino transformadora. Redefinió el concepto de conmoción y pavor en el siglo XXI. No fue un simple ataque. Fue una campaña: una demostración sincronizada y estratificada del arte operacional moderno, basada en inteligencia profunda, engaño estratégico y la innovadora fusión de herramientas de guerra antiguas y nuevas. Esto es lo que nos enseña.La sorpresa como elemento central del arte operacionalLa campaña de Israel contra Irán es un ejemplo clásico del arte operacional moderno. No fue solo un ataque aéreo. Fue una ofensiva sincronizada y multidominio que combinó ciberseguridad, inteligencia humana, guerra electrónica, poder aéreo, operaciones especiales y operaciones psicológicas.Israel logró una sorpresa al más alto nivel. Lanzó una campaña que desbarató las defensas iraníes, incluso antes de que el primer avión de combate cruzara la frontera. Esta no es una guerra del pasado. Así se ve el combate a gran escala basado en inteligencia en 2025. El momento decisivo en la guerra suele llegar mucho antes del lanzamiento de la primera bomba.Profunda penetración de inteligencia y dominio humano del terrenoQuizás la revelación más impactante sea la profundidad con la que el Mossad y la inteligencia israelí penetraron en los círculos militares y nucleares internos de Irán. No solo sabían dónde se encontraban los científicos nucleares y los comandantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), sino que manipularon las agendas de reuniones y atrajeron a varios generales de alto rango a la misma instalación subterránea para ser eliminados simultáneamente.Entre las bajas confirmadas se incluyen el Jefe de Estado Mayor, Mayor General Mohammad Hossein Bagheri; el Comandante del CGRI, Mayor General Hossein Salami; el Comandante del Cuartel General de Khatam al-Anbia, Mayor General Gholam Ali Rashid; el Comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI, Mayor General Amir Ali Hajizadeh; y nueve científicos nucleares. Estas figuras eran insustituibles. Muchos habían servido durante décadas y no contaban con respaldos de sus pares. Su pérdida no fue solo simbólica. Decapitó la capacidad de Irán para coordinar represalias a gran escala.Además, el comandante de la Fuerza Quds, Esmail Qaani, fue atacado, junto con más de 20 comandantes de alto rango que fueron atacados y eliminados tan solo en la primera noche. Esto no fue solo un golpe. Fue la decapitación del equipo estratégico iraní.Uso combinado de tecnología de bajo costo y plataformas de alta gamaDurante meses, el Mossad introdujo de contrabando cientos de drones cuadricópteros en Irán. Los introdujeron pieza por pieza, ocultos en maletas, camiones y contenedores. Estos fueron ensamblados por equipos entrenados dentro del país y posicionados cerca de objetivos de alto valor: emplazamientos de defensa aérea, conjuntos de radares y zonas móviles de lanzamiento de misiles.Este es un nuevo modelo de ataque de saturación. Los drones de bajo costo ciegan y perturban. Luego, plataformas avanzadas como los F-35 y los aviones antibúnkeres atacan objetivos profundamente enterrados y protegidos.Ucrania fue pionera en este enfoque contra las bases aéreas rusas. Israel simplemente lo intensificó estratégicamente.Los drones cegaron el radar y las comunicaciones, despejando corredores para los aviones de ataque. Los equipos atacaron los lanzadores de misiles móviles, sabiendo que Irán tenía más misiles que vehículos de lanzamiento. Israel atacó el cuello de botella.Decenas de radares, lanzadores y centros de coordinación fueron destruidos antes de que Irán pudiera responder.Así es como Israel logró la libertad de acción aérea. No dominando todo el espacio aéreo, sino desactivando tácticamente los sistemas más importantes.Supremacía aérea sin la superioridad aérea tradicionalIsrael desplegó aproximadamente 200 aeronaves durante la primera noche de la operación. Operaron durante más de dos horas en el espacio aéreo iraní, incluyendo directamente sobre Teherán. Esto no tiene precedentes en la guerra moderna.¿Cómo fue posible? Las defensas aéreas quedaron cegadas, los inhibidores de radar y las herramientas cibernéticas interrumpieron los sistemas de alerta temprana, y la guerra electrónica interrumpió la coordinación del mando.Israel creó un corredor operativo temporal. Neutralizó la capacidad de Irán para rastrear o responder sin necesidad de controlar cada segmento del cielo.Una represalia devastadora antes de que ocurrieraIrán respondió, pero el resultado estuvo muy por debajo de las expectativas. ¿Por qué?Israel ya había atacado y neutralizado los camiones, radares y comandantes que habrían organizado una represalia más coordinada y letal. La respuesta inmediata iraní no solo fue limitada, sino también tardía, confusa y en gran medida ineficaz.Los primeros ataques de Israel no solo pretendían degradar la infraestructura nuclear de Irán. Se trató de una campaña deliberada para suprimir las represalias mediante la eliminación de camiones lanzamisiles, redes de comunicación y líderes clave antes de que pudieran actuar. No se trataba de una simple guerra de precisión. Era un nuevo modelo de disuasión.Efectos psicológicos y estratégicosEl impacto no fue solo cinético. Fue psicológico.Como dijo la exfuncionaria del Mossad Sima Shine: «Nadie en el alto mando iraní puede estar seguro de que no es conocido por la inteligencia israelí ni de ser el siguiente en la lista».Ese tipo de incertidumbre es debilitante. Genera miedo y vacilación en los círculos de liderazgo del enemigo. Desvía el enfoque de la ofensiva a la autopreservación. Israel tomó la iniciativa estratégica en todas las dimensiones: militar, psicológica y política. Lo que el ejército estadounidense debería aprender.La Operación León Ascendente es más que una operación regional. Es un caso de estudio global sobre la guerra moderna. Las lecciones clave para Estados Unidos y otros ejércitos avanzados incluyen:El éxito estratégico depende de la integración, no de la escala. Decapitar al liderazgo enemigo no solo es posible, sino que ahora es operativamente viable. Los enjambres de drones comerciales son parte del acto inicial, no una ocurrencia tardía. Suprimir la capacidad de represalia puede ser más valioso que destruir activos ofensivos.Este es un cambio en la forma en que deben entenderse la disuasión y la defensa.Este es el futuro de la guerra. Es multidominio. Es preventivo. Es asimétrico. Se basa en la inteligencia y está diseñado para la iniciativa.Israel no solo atacó a Irán. Desarmó, desorientó y desestabilizó a un adversario mucho mayor antes de que la guerra siquiera comenzara en serio.La Operación León Ascendente es una advertencia para los adversarios y un modelo para los aliados. Con inteligencia profunda, paciencia estratégica y convergencia operativa, incluso el enemigo más fortificado puede ser derribado.El desafío para otros no es admirarlo desde lejos, sino comprenderlo, asimilarlo y adaptarse antes de que la próxima guerra lo exija.--John Spencer es el director ejecutivo del Urban Warfare Institute. Es coautor de Understanding Urban Warfare.Más información en www.johnspenceronline.com.También puedes seguirlo en 'X' en: @SpencerGuard. Substack: https://substack.com/@spencerguard

La operación que frena una amenaza global

En estos días, hemos estado en alerta y profundamente preocupados. Muchos tienen amigos o familiares en Israel, quienes han debido enfrentar el contraataque de Irán, entrando una y otra vez a los refugios, permaneciendo en alerta permanente y viviendo bajo la tensión de lo que pueda ocurrir.Más allá de los detalles — por los medios de comunicación y fuentes directas— es interesante abordar una arista estrictamente política, recordando a Samuel Huntington, quien, tras la caída del Muro de Berlín escribió su obra “Choque de Civilizaciones”, para entender los conflictos mundiales que se avecinaban. Huntington sostenía que los principales conflictos del mundo ya no serían ideológicos o económicos, sino culturales y religiosos. Su tesis define a 9 civilizaciones —basadas en elementos como religión, historia, idioma y valores—que serían centrales en las futuras tensiones geopolíticas. En ese marco, se le debe reconocer su capacidad de anticipar los enfrentamientos entre Occidente y la “civilización islámica” (1 de las 9 que definió). El 11 de septiembre de 2001 marcó un antes y un después: la caída de las Torres Gemelas mostró de forma brutal hasta dónde puede llegar la “guerra santa”, el choque de civilizaciones en su máxima expresión. Luego vendría la islamización de Europa y ataques terroristas en casi todos sus países miembro.Sin embargo, la amenaza nuclear es la que define el escenario actual.Antes de la Revolución Islámica de 1979, Irán e Israel cooperaban en una alianza tácita, pero la instauración del régimen islámico en Teherán cambió todo, pues los ayatolas se impusieron como objetivo eliminar a Israel. Cuando la semana pasada, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que Irán violó las salvaguardias nucleares, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon instalaciones clave y realizaron operaciones quirúrgicas para descabezar a la Guardia Revolucionaria y al equipo de científicos a cargo del enriquecimiento de uranio. Lo que estamos presenciando se alinea exactamente con la tesis de Huntington: un enfrentamiento entre la civilización islámica y Occidente, donde la amenaza nuclear puede alcanzar no solo a Israel o a sus vecinos, sino también a Europa, incluyendo a otros países lejanos, aliados de Irán, que podrían convertirse en base para cometer atentados. No debe olvidarse la participación probada de Irán en el atentado contra la AMIA, así como su implicación en el ataque a la Embajada de Israel en Buenos Aires.En este sentido, resulta incomprensible que hoy se discuta la acción de Israel sin considerar que Irán es una amenaza global. Por lo mismo, el pasado lunes, distintos países que se había distanciado de Israel defendieron el ataque. Es el caso de Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron expresó: “No podemos vivir en un mundo donde Irán tenga el arma nuclear”, anunciando que su país defenderá a Israel frente al régimen de Teherán: “He informado al gobierno israelí que estamos dispuestos a participar en su defensa”. Alemania, en tanto, dijo que la postura unitaria de Europa en el G7 es que Irán no puede poseer armas nucleares.  Europa lo tiene claro: por cercanía geográfica y porque también ha sido víctima del terrorismo vinculado a la “guerra santa”.  Es más, el académico y analista internacional, Guillermo Holzmann ha dicho que: “ninguna potencia del mundo quiere que hoy Irán tenga capacidad nuclear o acceso a ella, incluyendo no solo a EE.UU. y al G7, sino también a China y Rusia”.Frente a todo esto, es sorprendente que existan tantas personas, e incluso países, que ignoran esta realidad y actúan bajo la lógica de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. En este caso, Irán sería el enemigo de Israel, y, por tanto, algunos adoptan una postura de apoyo a Irán. Pero esto no es solo ignorancia: es el resultado de una demonización sistemática hacia Israel, que ha pasado a ser, para muchos, un enemigo común mundial.Partamos por la declaración de mayor impacto: Nicaragua. El país centroamericano condenó enfáticamente la “temeraria agresión de Israel”, agregando, “nuestra invariable solidaridad con el Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, Ayatolá Ali Jamaneí y el Presidente Masoud Pezeshkian, con el Pueblo iraní, así como con los familiares de los defensores que el genocida Estado israelí ha asesinado” Chile, en tanto, expresó su profunda “preocupación” tras el ataque y dijo que “bajo ninguna circunstancia, las instalaciones nucleares deben ser objeto de ataques”. Como dijo el Filósofo, escritor y profesor, Manfred Svensson, en el diario La Segunda del lunes pasado: “Uno de los misterios del presente, es que una parte de la izquierda siga siendo capaz de empatizar con ese tipo de régimen. Que sea capaz de concebirlo como víctima”.El apoyo explícito e inexplicable hacia Irán —país responsable del 74% de las condenas a muerte en el mundo en 2023—, se manifiesta de diversas formas. Más allá de las siempre odiosas redes sociales, se ven manifestaciones en distintos países en donde se emiten mensajes realmente escalofriantes: “Vamos, Irán, destruyan al ente sionista”; “Irán, termina lo que Hitler empezó”; “Estamos con Irán”, entre muchos otros. Estas frases revelan una preocupante incomprensión de la realidad, de lo que representa el régimen de los ayatolas, de cuáles son sus principios, sus objetivos y su historia.  Es una ignorancia que, a estas alturas, resulta francamente sorprendente y que atenta contra la propia seguridad de Occidente.Amenaza global con ecos en Occidente y América LatinaLa escalada de tensiones entre Israel e Irán ha dejado de ser un conflicto regional para convertirse en una amenaza de alcance global. Las implicancias de esta guerra, alimentada por décadas de financiamiento iraní, al terrorismo y por un antisemitismo persistente en varios puntos del planeta, tocan directamente a Europa, América Latina y a todo el mundo occidental. Comprender sus raíces y su proyección es esencial para dimensionar lo que está en juego.Desde la revolución islámica de 1979, Irán ha promovido una política exterior que mezcla religión y geopolítica, con un fuerte énfasis en la expansión de su influencia a través de grupos armados. Teherán ha sido señalado por financiar y armar a organizaciones terroristas como Hezbollah en Líbano, Hamás en Gaza, y otras milicias en Irak, Siria y Yemen. Estas estructuras operan como brazos armados del régimen iraní, llevando a cabo atentados y desestabilizando gobiernos en nombre de una lucha ideológica que desafía el orden internacional.Europa no ha sido ajena a las consecuencias de esta estrategia. Los servicios de inteligencia han frustrado varios intentos de atentados vinculados a agentes iraníes o a sus proxies. Países como Francia, Alemania y Bélgica han denunciado públicamente la actividad de redes de espionaje y financiamiento del terrorismo con origen en Irán. El caso de Bélgica es especialmente alarmante: la presencia de comunidades radicalizadas y la permisividad con discursos antisemitas han generado un caldo de cultivo peligroso. En 2018, las autoridades belgas frustraron un intento de atentado contra una concentración de opositores iraníes en París, planeado desde suelo belga y coordinado por un diplomático iraní.El antisemitismo, presente en algunas fracciones de la sociedad belga y europea, alimenta indirectamente la narrativa del régimen iraní. Este discurso ha dejado de ser marginal y ha comenzado a permear ciertos sectores políticos y sociales, especialmente a través de campañas que disfrazan su odio hacia Israel bajo la bandera del antisionismo. Esta postura no solo legitima las acciones de grupos como Hamás, sino que erosiona los valores democráticos y pluralistas que Europa dice defender.Occidente en general enfrenta un dilema complejo. Mientras busca contener las ambiciones nucleares de Irán mediante negociaciones diplomáticas, debe lidiar con las consecuencias de su inacción frente al expansionismo iraní. La guerra con Israel ha demostrado que la contención no ha funcionado: Irán sigue armando y financiando a milicias en toda la región y más allá. La amenaza se ha globalizado, y ningún país puede considerarse al margen.Sudamérica también está implicada en esta red internacional. La región de la Triple Frontera —compartida por Argentina, Brasil y Paraguay— ha sido señalada por organismos internacionales como un punto clave de financiamiento de Hezbolá, con vínculos directos a Irán. En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro ha estrechado relaciones con Teherán, facilitando rutas aéreas, acuerdos económicos opacos y espacios para la expansión de su influencia.El caso de Argentina es emblemático. En 1994, un atentado contra la sede de la AMIA en Buenos Aires dejó 85 muertos y más de 300 heridos. La justicia argentina ha señalado como responsable al entonces agregado cultural iraní en Buenos Aires, Moshen Rabbani, quien hoy ocupa cargos de relevancia dentro del aparato teológico iraní. La falta de cooperación iraní con la justicia argentina y su decisión de premiar a un acusado de terrorismo con cargos institucionales demuestra el desprecio del régimen por el derecho internacional y las víctimas del terror.En resumen, el conflicto entre Israel e Irán es complejo y multifacético, con dimensiones históricas, regionales, de seguridad, económicas, culturales y religiosas y no debe leerse como un conflicto local o circunscrito al Medio Oriente. Sus raíces ideológicas, su red terrorista global y sus efectos colaterales en Europa, América Latina y el resto de Occidente hacen de este enfrentamiento una amenaza que trasciende fronteras. Si el mundo libre no responde con decisión y unidad, las consecuencias serán cada vez más difíciles de contener.

El pino de Manara

Mientras algunos líderes opinan desde sus podios, otros regresan a sus ruinas con las manos llenas de esperanza. Este es un viaje hacia el norte de Israel, a un kibbutz casi vacío, donde un árbol en pie dice más que mil discursos.“Viví un año y medio en el hotel Nof HaKineret, en Tiberíades, subsidiado por el gobierno. Tuvimos que abandonar nuestro hogar por el peligro constante que significaba vivir en la frontera con Líbano. Al principio, debo reconocerlo, fue casi placentero: unas vacaciones interminables y regaladas. Hice amigos entrañables allí; nos unía la desgracia: nuestras casas habían sido arrasadas”.Así comenzó mi conversación con Dan, miembro del kibbutz Manara, fundado en 1943, enclavado en lo alto de la Galilea.—Pero Dan, ¿Por qué volver acá? —le pregunté, sin comprender su temeraria decisión—. La frontera sigue siendo peligrosa.—Esta es mi casa desde hace 66 años. Aquí crecieron mis hijos. Aquí está enterrada mi esposa. En estas paredes yacen todos mis recuerdos. ¿A dónde iría a mis 86 años? —sus ojos brillaban, sin duda conteniendo las lágrimas—. Ven, entra. Tomemos un café.Recorrí su casa con la mirada: paredes cubiertas de cuadros que él mismo había pintado. En un rincón, una pequeña biblioteca con las obras de Shakespeare en inglés, que me mostró con orgullo. Luego me fijé en una impresionante colección de discos de vinilo. Eligió uno de Frank Sinatra, y la voz de Frankie llenó la sala de nostalgia. Vi a mi padre por un instante, tarareando “Strangers in the Night”, sentado en su bergère, como solía hacerlo.Seguí explorando. Había cacharros de metal oxidados de todas las formas imaginables. Dan se acercó a la ventana y señaló el paisaje.—La vista al valle de Hula sigue siendo magnífica —dijo, respirando hondo—. Antes de la guerra, vivíamos aquí 270 personas. Regresamos, por ahora, solo 35. Nuestra fábrica de remolques para helicópteros fue destruida por los misiles. Solo nos quedan los gallineros… y la tierra. Pero no importa. Todo estará bien.Conocí también a Rachel, 76 años, otra kibutznikit que decidió regresar. Su casa estaba inhabitable. Al abrir lo que quedaba de su puerta, se encontró con dolorosos escombros. Los tapices, devorados por los ratones. Las paredes, ennegrecidas por las filtraciones de agua. El olor era insoportable. Durmió interminables noches con mascarilla. La reconstruyó. Hoy su hogar huele a strudel de manzana.Me pregunté si yo sería capaz de volver a un lugar así. Me avergüenza confesar mi respuesta. Luego pensé que no era tan descabellado. Es simple: renunciar es regalarles la victoria.Al dirigirme a la salida del kibbutz, me fijé en un cartel que decía: “Peligro, aquí se construye”. Jamás pensé que un letrero con semejante mensaje pudiera otorgarme tanta satisfacción.Sí, regresé a casa con el corazón apretado. Mientras descendía en mi auto, vi los bosques arrasados por el fuego. Y entonces, lo aprecié. Allí estaba, un pino, alto, intacto, con su follaje aún verde. Fue ahí que lo comprendí. Ese árbol había sobrevivido a las llamas para recordarnos lo que tarareamos en nuestro himno nacional:Que aún no se ha perdido nuestra esperanza.La esperanza de dos mil años:de ser un pueblo libre en nuestra tierra,la tierra de Sión y Jerusalén.Dan, Rachel, el pino… Todos me hablaban del mismo sentimiento. Y entonces entendí que lo que estamos viviendo no es solo una guerra de misiles, sino también de relatos.Estoy cansada, como todos los israelíes. Las divisiones internas nos han debilitado. Anhelamos el regreso de los rehenes y el fin de la guerra. Pero no a cualquier precio. No podemos permitir otro 7 de octubre.Mientras tanto, en Europa y América Latina, algunos líderes democráticos —al parecer expertos en geopolítica de sofá— nos explican desde sus podios cómo deberíamos defendernos.Macron da lecciones de diplomacia selectiva. Sánchez descubre de pronto la moral internacional. Petro y Boric, entre discursos de humanidad, parecen olvidar con quién estábamos bailando cuando se apagó la música.Ellos forman parte de una larga lista de portavoces de una causa que no comprenden. Han comprado sin filtro el relato del “Palestinismo”. Intentan convencernos de que quien no aplaude a Hamás, quien no acepta la narrativa del supuesto genocidio, del hambre planificada, del infanticidio deliberado, es un ser despreciable, inhumano.Esto ya lo conocemos: los judíos, al parecer, solo despertamos simpatía cuando estamos indefensos. Cuando nos defendemos, incomodamos.¿Saben qué? Tenemos noticias importantes para el mundo: saldremos de esta. Como lo hicimos antes. Como ocurrió frente al Imperio asirio, babilónico, helenístico, romano. Como en cada una de las guerras en que nos quisieron borrar del mapa. Esta tampoco será la excepción.Volvieron algunos de Manara. Regresaron muchos a Kiriat Shmoná y Sderot. Y volveremos todos.Me hago una última pregunta: ¿Es la resiliencia lo que define al pueblo judío?No, no lo creo.Es algo más antiguo. Más profundo. Algo que arde —como el pino— y no se deja consumir.31 mayo de 2025

Randy Schekman, Premio Nobel de Medicina

Randy Schekman nació en Saint Paul, Minnesota el 30 de diciembre de 1948. Sus padres eran inmigrantes judíos de Rusia y Besarabia. Realizó varios oficios para pagar sus estudios de pregrado en biología en la Universidad de California. Posteriormente, hizo un doctorado de la Universidad de Stanford, institución en la que también realizó una tesis posdoctoral sobre la duplicación del ADN; actualmente es profesor de la Universidad de Berkeley, y desde 1992 es miembro vitalicio de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Durante los años 70, estudió células de levadura con mal funcionamiento en el sistema de transporte celular. Él demostró que se debía a defectos genéticos y explicó cómo los diferentes genes regulan diferentes aspectos del transporte celular. Posee más de 270 publicaciones ISI. Randy Schekman obtuvo el Premio Nobel de Medicina y Fisiología el año 2013 junto a los James Rothman y Thomas C. Südhof por sus descubrimientos de la maquinaria del tráfico celular en células eucariontes. Ha sido profesor de la Universidad de California durante toda su carrera, e investigador desde 1990 del Howards Hughes Medical Institute, centrando su investigación en el tráfico vesicular en células eucariontes en que descifró el mecanismo y los componentes esenciales que rigen el tráfico celular. Invitado por la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, estuvo en Chile entre el 10 y 13 de junio de 2014, oportunidad en la que se reunió con estudiantes e investigadores, y fue incorporado como Miembro Honorario de la Academia de Ciencias de Chile. Además, recibió la Medalla Honoris Causa de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica, y se reunió con la Subsecretaria del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Su trabajo ha servido de base para el desarrollo de muchas líneas de investigación. En Chile, en particular, sus trabajos han sido referenciados por los doctores Juan Asenjo y Pablo Valenzuela, entre otros. El profesor Schekman participó como asesor científico de Chiron Corporation en los 80’ junto a Pablo Valenzuela en el área de la secreción de proinsulina y de factores de crecimiento en levaduras. Por otra parte, ha colaborado con el Dr. Christian Wilson en su proyecto Fondecyt “Mechanisms of Active Protein Translocation Through Membranes at the Single Molecule Level”, el cual ha sido un significativo aporte para el inicio y desarrollo en Chile de esta línea de investigación. Ha criticado fuertemente la burocracia científica y el peso de los negocios y los intereses personales en el campo de la investigación,​ así como el sesgo que existe a la hora de evaluar los trabajos, alegando que las publicaciones en revistas de fama internacional es un requisito para ascender en la jerarquía profesional. Citó, amén de otros ejemplos, a la revista Science, donde había publicado el propio artículo que lo hizo merecedor del Nobel. En 2017, su esposa Nancy Walls falleció de la enfermedad de Parkinson tras 20 años de lucha. Casi al final de este difícil período, Schekman fue contratado como director científico de una nueva iniciativa llamada ASAP, cuyo objetivo era organizar un programa internacional de investigación colaborativa sobre los orígenes y los mecanismos de progresión de esta enfermedad. En 2022 había crecido a 35 equipos en 165 laboratorios de todo el mundo. 

Un desafío compartido entre Chile e Israel

El 17 de junio se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, una fecha que busca generar conciencia sobre el impacto del cambio climático en nuestros recursos naturales, en especial el más valioso de todos: el agua.En un escenario global —que no excluye a Chile— donde la escasez hídrica se vuelve cada vez más crítica, es urgente mirar experiencias exitosas que han sabido enfrentar este desafío con visión, tecnología y compromiso. Un caso paradigmático es el de Israel, un país que ha transformado la escasez en innovación, resiliencia y autosuficiencia.Israel: innovación en medio del desiertoIsrael es líder mundial en reciclaje de aguas residuales: cerca del 90% se trata para su reutilización, en su mayoría para el riego agrícola. Además, ha sido pionero en el uso de tecnologías de desalinización, convirtiendo agua de mar en potable. Con seis plantas operativas a lo largo de su costa, el país ha logrado garantizar una fuente constante de agua para su población, lo que le ha permitido incluso exportarla.No es exagerado decir que Israel “hizo florecer el desierto”. Con solo el 2,5% del agua de la Tierra siendo dulce, y el resto contenida en océanos, inaccesible para el consumo humano o la agricultura, su éxito se basa en una fórmula simple pero poderosa: aprovechar cada gota.“Israel tiene un fuerte compromiso de utilizar cada gota de agua al menos dos veces, desde la desalinización para uso potable, pasando por el tratamiento de aguas residuales hasta su reutilización en la agricultura”, ha dicho John Kmiec, director de Tucson Water, que ha participado en distintas delegaciones estadounidenses en Israel.Chile e Israel: colaboración frente a la escasezChile enfrenta una crisis hídrica que recuerda la situación que vivió Israel durante décadas. Esta similitud ha motivado una creciente colaboración entre ambos países en los sectores público, privado y académico.Uno de los ejemplos más destacados es la aplicación del sistema de riego por goteo, desarrollado por la firma israelí Netafim en los años 60. Esta tecnología, que revolucionó la agricultura en zonas áridas, ha sido adoptada con éxito en diversas regiones de Chile.Otro caso relevante es la empresa israelí Solaer, que lidera el desarrollo de la planta desoladora más grande de América Latina, ubicada en la Región de Atacama. Una vez en funcionamiento, esta planta producirá 2.630 litros por segundo, entregando una solución concreta y sostenible a la escasez de agua en el norte del país.Además, tecnologías emergentes como Watergen, capaz de generar agua a partir del aire de forma eficiente, ofrecen nuevas herramientas para combatir la desertificación y la sequía.La fórmula israelí: en cuatro pilares fundamentales, Israel ha cimentado su éxito hídrico sobre cuatro pilares esenciales, que hoy son referentes a nivel mundial:1. GobernanzaDesde 2007, toda el agua del país está bajo la administración de la Autoridad Nacional del Agua, una entidad técnica, autónoma y apolítica. Su objetivo: garantizar agua para todos a un precio justo, guiándose por datos y modelos científicos. El uso irracional se sanciona económicamente, incentivando el consumo responsable.2. EducaciónLa conciencia ciudadana es el corazón del sistema. Desde la infancia, los niños aprenden que “cada gota cuenta”. Campañas educativas y mediáticas fomentan hábitos como cerrar la llave al cepillarse los dientes o evitar el uso excesivo en jardines. Incluso celebridades participan para visibilizar el problema y sus consecuencias.3. OptimizaciónLa eficiencia es clave. Mientras en muchos países las fugas en la red de agua alcanzan el 30% o más, en Israel se redujeron al 5%. Esto se logró con un sistema nacional de monitoreo, detección y reparación de fugas. Además, el 90% de las aguas tratadas se reutiliza, principalmente en la agricultura.4. GeneraciónCon un sistema optimizado, Israel apostó por nuevas fuentes de abastecimiento. Las plantas de desalinización producen hoy cerca del 70% del agua potable del país, con una calidad comparable a la de los manantiales naturales.Un compromiso para el presente y el futuroEn este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, recordemos que el agua no es un recurso infinito: es un bien común, vital y amenazado.Chile conoce los beneficios de adoptar modelos israelíes exitosos de gestión de agua, por ello, hoy más que nunca, la colaboración entre ambos países es fundamental para enfrentar este desafío.

EL PÚLPITO DEL PREJUICIO

Theodore Roosevelt acuñó la expresión bully pulpit para describir el poder de influencia moral y política que le otorgaba la presidencia. Roosevelt entendía que la legitimidad del liderazgo no se agota en el poder formal, sino que se juega en el terreno movedizo de la palabra, siendo la tribuna pública un espacio privilegiado para ello. En la reciente Cuenta Pública, el presidente Gabriel Boric recurrió a esa tribuna para acusar falsamente al gobierno de Israel de cometer un genocidio. Más allá de la controversia diplomática, lo relevante fue el uso del púlpito presidencial no para unir, orientar o convocar, sino para polarizar y exteriorizar culpas. Se trató de un clásico ejemplo de bully pulpit, pero también de una muestra del vacío de liderazgo que atraviesa la política chilena. Porque mientras Roosevelt usaba su tribuna para enfrentar a los grandes monopolios o empujar reformas estructurales, Boric lo usó para agitar odiosas banderas simbólicas.Más aún, la acusación de genocidio no ocurre en el vacío. Durante casi dos mil años, al pueblo judío se le atribuyó falazmente el crimen de deicidio —la muerte de Jesús—, una acusación teológica que sirvió de base para persecuciones, expulsiones y matanzas. Solo con el Concilio Vaticano II, en 1965, la Iglesia Católica rechazó oficialmente esa imputación. Hoy, la acusación de genocidio aparece como su versión moderna: un nuevo ropaje para un odio visceral de larga data. De allí que no se trate de una crítica legítima a un gobierno, sino de una estigmatización colectiva que apunta, una vez más, al corazón del pueblo judío.En este sentido, se debe recordar que en varias ocasiones anteriores al 7 de octubre de 2023— de la masacre perpetrada por Hamás—, Boric ya había utilizado el mismo lenguaje, atribuyendo al Estado de Israel crímenes atroces sin matiz ni contexto. Inexcusable fue su respuesta al periodista Tomas Mosciatti en el programa El Candidato, durante la campaña presidencial de 2021. A la pregunta, “usted ha dicho que Israel es un Estado genocida y asesino. ¿Lo mantiene?” Boric contestó sin tapujos: “Lo mantengo”.Así, ni esa declaración fue un desliz aislado, ni sus dichos en la cuenta pública obedecen a una postura producto del actual conflicto iniciado por grupos terroristas palestinos. En su léxico, la voz genocidio fue desnaturalizada para demonizar a Israel y al pueblo judío. No hubo aquí una reacción humanitaria ante una tragedia reciente, sino una postura ideológica persistente y profundamente sesgada.El presidente Boric, no solo utilizó su bully pulpit para propagar una narrativa falsa e injusta, sino que lo hizo desde el lugar más simbólico del poder republicano, inoculando odio y antisemitismo desde la jefatura del Estado chileno, y ofreciendo así una coartada moral para quienes, en Chile y el mundo, quieren convertir a Israel —y por extensión a los judíos— nuevamente en chivos expiatorios de la historia.*Reproducción autorizada por el autor.Publicada en Diario La Tercera. (11/06/2025)