EL INICIO DEL FIN DE UNA PESADILLA
Baruj Atá Adonay Elohenu Mélej Haolam, Shehejeiánu vequiemánu vehiguianu lizman haze“Bendito eres Tú, Adonái, nuestro D-os, Rey del universo, que nos has dado vida, nos has sostenido y nos has permitido llegar a este momento.”Con esta bendición las familias recibieron a los veinte secuestrados que volvieron con vida, y a la vida, el lunes recién pasado. Padres, madres, esposas e hijos se fundieron en un interminable abrazo con quienes estuvieron 738 días en cautiverio, sometidos a torturas y a un sufrimiento inimaginable.El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel anunció:“Después de 738 días, los últimos 20 secuestrados vivos han regresado a casa. Este es un momento que pertenece al pueblo de Israel, a todos aquellos que creen en la humanidad, a los soldados que lucharon con valentía, a las familias que esperaron con fe y a los caídos cuyo sacrificio hizo posible este día. Desde lo más profundo de nuestro dolor hemos demostrado al mundo: Israel no olvida a su gente”.Reencuentros: historias de resiliencia que nos emocionaron hasta las lágrimasElkana Bohbot, israelí-colombiano, abrazó a su hijo de cinco años. Su esposa escribió el siguiente mensaje: “Hace dos años que estamos esperando este momento. El instante en que nuestra pequeña familia volverá a reunirse. El hombre que significa el Hogar para mí, está regresando a casa, a mí, y más que nada, a Reem, nuestro hijo”.David Cunio, argentino-israelí, se reunió con sus hijas, Emma y Yuli, tras dos años. Las niñas también fueron secuestradas por Hamás cuando tenían apenas tres años y hasta ahora soñaban con reencontrarse con papá.Conocimos a Iair y Eitan, por ser argentinos. Ambos fueron secuestrados del Kibutz Nir Oz. Iair fue liberado tras casi 500 días y nunca dejó de luchar por el regreso de Eitan, a quien pudo abrazar el lunes 13 de octubre.Evyatar David resistió la tortura. Lo hicieron cavar la que dijeron sería su tumba. Pero sobrevivió y regresó a los brazos de su familia.Omri Miran, se reencontró con su esposa y sus dos hijas, de 2 años y apenas 6 meses cuando fue secuestrado.La historia de Avinatan Or es una de las más conocidas. El día del ataque estaba fuera de peligro, pero regresó para salvar a otros. Esa decisión le costó la libertad durante 738 días.Este lunes se reencontró con su pareja, Noa Argamani, quien también fue secuestrada y liberada en una operación especial de las FDIUna de las imágenes más conmovedoras fue la del padre de Bar Kupershtein, quien quedó paralítico tras un accidente de tránsito y prometió recibir a su hijo de pie. Así fue: al ver regresar a su hijo, se incorporó y lo abrazó, desatando lágrimas en todo Israel y todo el mundo.Estos momentos, capturados en videos y fotografía virales, simbolizan la sanación. Sin embargo, quienes regresaron enfrentan los desafíos de la rehabilitación. Familias como la de Matan Zangauker insisten en no descansar hasta recuperar todos los cuerpos.Donald Trump: El artífice del acuerdoEl presidente estadounidense Donald Trump pronunció un discurso histórico en la Knésset por su rol en la liberación de los rehenes, describiendo el día como “un avance trascendental” y “un nuevo comienzo para Medio Oriente”.En medio de ovaciones, aseguró que el acuerdo marca “el inicio de una era dorada para Israel y la región”.Por su parte, Benjamín Netanyahu reconoció que Trump fue “determinante para el regreso de los rehenes”.Los países mediadores —EE.UU., Egipto, Catar y Turquía— firmaron un plan de paz en una cumbre celebrada en Sharm el Sheij, Egipto, con la presencia de una veintena de líderes mundiales, incluido el propio Trump.La alegría y el dueloLa euforia del regreso se vio ensombrecida por el duelo de las víctimas que no sobrevivieron.El lunes, Hamás entregó los cuerpos de Guy Illouz, Yossi Sharabi, Bipin Joshi y el capitán Daniel Pérez. Las familias lloran a sus seres queridos, mientras otras siguen esperando.Hamás está devolviendo los cuerpos de a poco, incumpliendo el acuerdo.Eli Sharabi, ex rehén israelí liberado por Hamas en Gaza en febrero pasado, muestra ante la ONU la fotografía de su difunto hermano Yossi, asesinado por Hamas (Reuters).El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos expresó su desesperación: “Esperamos que el gobierno de Israel y los mediadores actúen inmediatamente para corregir esta terrible injusticia”.No recuperar los restos es una pesadilla para los familiares, pues la digna sepultura es importantísima para el judaísmo, Hamás lo sabe y desde el mismo 7 de octubre -cuando decidieron llevarse los cadáveres a Gaza- han utilizado ese sufrimiento como arma.Así como lloramos a los muertos que aún no llegan, lo hacemos por aquellos que no podemos olvidar. En Ma’ale Adumim, se erigió una estatua en memoria de Shiri, Ariel y el pequeño Kfir Bibas, asesinados en cautiverio. La imagen de Shiri abrazando a sus hijos se convirtió en uno de los símbolos más desgarradores del 7 de octubre.Sociedad israelíDurante dos años, los rostros de los secuestrados estuvieron presentes en cada calle, cada sinagoga, cada plaza.Los carteles dispuestos en el aeropuerto Ben Gurión fueron finalmente retirados, marcando el cierre de una etapa.Kikar Hatufim, la Plaza de los secuestrados en Tel Aviv, fue el epicentro de las familias de los secuestrados. Allí se realizaron vigilias, manifestaciones y shabatot. Se convirtió en un espacio de encuentro para las familias y sus simpatizantes. Desde allí se organizaron marchas en todo el país para exigir el alto el fuego y un acuerdo sobre el regreso de los secuestrados.Hoy se proyecta transformar la plaza en un sitio permanente de memoria y unidad nacional.Unidad global y celebraciones La diáspora judía, se emocionó con la llegada de cada sobreviviente y el reencuentro con sus seres queridos. La celebración de Simjat Torá multiplicó la alegría. Las comunidades religiosas de todo el mundo invitaron a celebrar este primer Simjat Tora con “simjá” (alegría) después de los dramáticos hechos de 2023.Comunidades judías de todo el mundo organizaron caravanas, marchas y encuentros para abrazarse después de dos años de angustia a la distancia.En Chile, la Comunidad Judía de Chile (CJCh) convocó a una caravana que permitió expresar la alegría, así como el sentimiento de unidad y esperanza que ha imperado durante esta crisis (nota en páginas interiores).Un mensaje de resiliencia Mientras el mundo observa, los judíos demuestran que en medio del dolor más profundo puede florecer la esperanza.Han sido dos años de tristeza, de angustia, de desgarro por cada muerto, por cada familia que perdía a un ser querido; de impotencia ante cada video de los secuestrados, pero nunca de falta de fe.El judaísmo ha sobrevivido a la destrucción, al exilio y al odio, pero siempre ha vuelto a levantarse. Lo que vimos esta semana no fue solo el fin de un cautiverio, sino la afirmación de una identidad milenaria que se niega a rendirse.Shehejeianu: gracias a D-os por permitirnos llegar a este momentoAm Israel Jai —el pueblo de Israel vive.