Eduación y diversión en pandemia, parte 2
Por Michelle Hafemann
Sigal Bogdanic, Cathy Ramirez, Amanda Morales y Anaís Arenberg de Hashomer Hatzair
Este ha sido un año muy especial, como tnúa nos hemos enfocado en mantener y crear espacios de cuidado con nuestro janijim*ot y también nos hemos enfocado en fortalecer la identidad de cada uno de ellos con el movimiento. Nuestras peulot son a través de zoom y aprovechamos la modalidad on line para que nuestros janijim*ot conozcan más sobre Hashomer mundial. Trabajar con los kenim de Hashomer Latinoamérica ha sido algo muy beneficioso de rescatar en esta pandemia. Hemos logrado generar una red de contacto mucho más sólida con Hashomer Israel y mundial.
Esperamos con ansias poder reencontrarnos en nuestro ken para activar físicamente. Este año tenemos más janijim*ot y creemos que es porque logramos encontrar una buena fórmula para hacer peulot.
En comparación al 2020, estamos más acostumbrados a la modalidad online y tomando la experiencia del año pasado, nos ha permitido trabajar más fluidamente. Sigue siendo desafiante generar actividades en pandemia, de momento aun seguimos on line, preparándonos para regresar de forma presencial y mantener los protocolos de seguridad. Nuestro ken es grande y hay muchos espacios abiertos lo que permite tener distanciamiento. Vemos que nuestros janijm*ot quieren regresar y encontrarse con sus kvutzot, ¡estamos muy felices de que pronto exista esa posibilidad!
De lo que llevamos este año podemos destacar las siguientes actividades. La primera fue la Kenes Hanagot que es un encuentro con todas las hanagot de hashomer mundial donde se compartieron charlas, se planificaron proyectos y se habló sobre la situación mundial del movimiento.
Otra actividad destacada fue un encuentro con Hashomer Latinoamerica, aquí junto a todas las hanagot del cono sur pudimos organizar y planificar proyectos en conjunto para nuestro Ken.
Una importante actividad que contó con mucho interés por parte de nuestros janijim, madrijim y ex madrijim fue nuestra Campaña de recaudación de fondos llamada“Kupa Meshutefet”.
Gabriel Kuperman, Maccabi Viña del Mar
Hasta ahora el balance ha sido bastante positivo, sobretodo en los últimos meses, ya que si el país sigue como ha estado en el último en cuanto a contagios y permanecemos en fase 3 en Viña, vamos a poder volver a la presencialidad muy pronto, lo que hemos estado planeando hace varios meses y estamos muy esperanzados de poder lograr.
Este año fue distinto en varias cosas, en general ya estábamos mucho mejor preparados para empezar con las actividades. También pudimos, a mi parecer coordinarnos entre los madrijim de mucha mejor manera en comparación con el año pasado y aunque no fue fácil, estoy feliz de lo que hemos logrado como tnuá. Lo más complicado fue adaptarnos a todos los cambios, la limitación que presenta la modalidad online en cuanto a actividades, además nos dimos cuenta de la importancia que tiene el poder vernos y hablar entre nosotros los madrijim ya que el no poder juntarnos presencialmente se nota bastante, pero siento que como tnuá pudimos sobrepasar estos problemas.
Destaco nuestra actividad de Iom Yerushalaim con nuestra comunidad en Viña, fue muy bonita, porque pudimos pasar un rato entretenido con los janijim, los papás y todas las personas de la comunidad que pudieron unirse.
Alan Piket, Maccabi Hatzair
El balance de lo que va de Maccabi hasta ahora es 100% positivo, pudimos volver a realizar nuestras actividades de manera presencial aunque intermitentemente, obviamente de acuerdo a las condiciones de cuarentena, pero volvimos también a Maccabi por Zoom. Para nosotros, el haber podido volver a crear sonrisas junto a nuestros madrijim y janijim nos convence de que este fue un semestre tremendamente positivo.
La gran diferencia con respecto al 2020 es que nosotros -como Mifkadá y como Maccabi- nos hemos preparado y sabíamos a lo que nos enfrentábamos, sabíamos que íbamos a presentar intermitencia, que había chance de volver a estar encerrados, por lo que aprovechamos toda instancia de realizar nuestras actividades presenciales. Y creo que la preparación se vio incluso en la modalidad que tuvimos online, que fue semana por medio y no todas las semanas como se acostumbró a hacer el año pasado. ¿Logramos acostumbrarnos a los cambos? Sí, sin embargo fue un trabajo arduo que requirió de un tremendo esfuerzo de parte de madrijim y janijim, que son los que ponen la cara y realizan realmente el trabajo sucio y la pega que va por detrás.
De las actividades que podríamos destacar este año sin duda está la graduación de la kvutzá Gesher, que pudimos realizar a comienzo de año, la entrega de las camisas a primer año de escuela, y –ahora último- cada instancia y cada actividad presencial que tuvimos.