El avance de los medios digitales
¿Adiós al papel?:
Por LPI
Para poner en contexto, vamos a entender como medios digitales a aquellos formatos a través de los cuales se puede crear, observar, transformar y conservar la información en una gran variedad de dispositivos electrónicos digitales, es decir, desde un teléfono, un computador, un smartwatch o un Smart TV, es decir, desde cualquier “aparato” que se pueda conectar a Internet. Eso hace, también, que la facilidad de acceso de los medios digitales a diferencias de los de papel, sea muy superior. Y además, en una época en que reducir los desechos y la basura es prácticamente un imperativo moral, se presenta como una ventaja lo digital sobre los medios de papel.
Como se destaca en un artículo del Eldiario.es, del pasado 31 de julio, “la digitalización ha supuesto un aumento en la oferta de medios de comunicación que ya no solo llegan analógicamente, en papel o por las ondas hercianas”. Por otra parte, la proliferación de los medios de comunicación digitales ha modificado los roles tradicionales de emisor y receptor, de medio de comunicación y audiencia:
“(…) las redes sociales han creado a los prosumidores, la mezcla entre productores y consumidores de información”, o lo que los medios de comunicación chilenos han dado por llamar “cazanoticias” o “reporteros ciudadanos”. Pero no hay que ser ser agorero, ya que las herramientas digitales llegaron para continuar con el proceso evolutivo de la escritura y la lectura. El flujo de la información y las noticias no circularían a tal velocidad si no hubiese sido por la imprenta; sin ella, los medios estarían publicando cada ejemplar del periódico escrito a puño y letra por su autor. Por eso vale la pena observar este fenómeno más que como contrapuesto, como colaborativo: ambos medios, tradicionales y digitales, tienen limitaciones que pueden resolverse entre sí. Con los dispositivos electrónicos es posible continuar una lectura a cualquier hora y lugar, sin necesidad de llevar el periódico debajo del brazo, además los avances tecnológicos ponen al servicio del público aplicaciones para convertir artículos a archivos de audio, resolviendo así las barreras de las personas con limitaciones visuales. Separados, los medios digitales e impresos pueden parecer opuestos, desde una perspectiva más amplia ambos se complementan muy bien y contribuyen a la industria de la comunicación en la medida en que suplen de manera eficiente el volumen de la demanda de información, que asciende con el paso de los días.
Por eso es relevante acceder a información en medios digitales y sitios web confiables, para no ser víctima de las “Fake news” (del inglés, noticias falsas), que son noticias deliberadamente tergiversadas, lisa y llanamente ficticias, o bien corresponden a parodias que tienen por objetivo difundir información que no es verdadera, ya sea con fines de propaganda o de humor, pero que hacen creer al lector que se trata de una información real. Básicamente es una información falsa que se presenta como verídica. El sitio Infobae.com, en un artículo publicado el 13 de julio, da una serie de tips para no ser una víctima de las “Fake News”: “No hay una técnica que sea infalible pero hay varias estrategias que pueden servir de indicio. Por empezar, antes de compartir cualquier audio, video o foto que llegue por las redes sociales o publicados en supuestos sitios de noticias, preguntarse de dónde viene, dónde se publicó, y quién lo hizo”. También La Palabra Israelita se ha sumado a esta tendencia global de avance de los medios digitales, inaugurando un nuevo sitio web, www.lapalabraisraelita.cl, que presenta una variedad de secciones para el lector, ampliando las temáticas abordadas por la publicación y -al mismo tiempo- permitiendo diversificar el alcance, de manera de llegar a diversos y numerosos públicos. Además, ofrece información actualizada, atribuible y confiable; es 100% libre de “Fake news”.
Lo que se busca es aprovechar la magia de lo digital, que lleva la información a la mano de los lectores, permitiéndoles estar informados a cualquier hora, en cualquier lugar.