Voluntarios del Mercaz revelan su experiencia
Por TuComunidad
“Cuéntanos alguna vivencia/anécdota que te haya ocurrido en el voluntariado. Cuéntanos qué impacto han tenido esas vivencias concretas en tu vida.
Evelyn Bravo, a cargo del Bazar Tañi: Ver la cara de emoción de una abuela que pudo comprar una cama a un precio módico a su nieto, que ya era grande y dormía en cuna. Y también: ver la red virtuosa que hemos formado, los mismos vecinos nos traen cosas ricas cada jueves para regalonearnos.
Sharon Pollack, coordinadora del equipo de eventos: A mí me encanta la anécdota de la fiesta Black and White, que creíamos que “la íbamos a romper” y fue un desastre, pero más allá de eso, cuando hacemos un evento y llega más gente de la que esperamos, y no damos abasto y “la rompemos”, a mí me fascina. Otra vivencia es que yo en lo personal nunca hago cosas en chiquitito, claramente creo expectativas, y creo expectativas para el resto y en general siempre hago mega eventos, y esa actitud postiva de que va a resultar precioso, me encanta.
Gisele Feldman, fundadora de Empodérate Mercaz: Me ha pasado que frente a un tema de panel, que espero poca gente y llega un montón, o al revés. Como todas las actividades que hemos hecho han sido gratuitas, es difícil que la gente se comprometa a venir aunque diga que viene. ¡Pero a veces sorprenden! Tengo una mejor idea de lo desafiante que es congregar gente frente a causas de interés común y valoro mucho más cuando me invitan a algún evento bien organizado.
Javiera Reiss, coordinadora del equipo de delegadas de Talmud Torá: En realidad no me han pasado tantas anécdotas, pero sí más de una vez entre el trabajo, los turnos del colegio, Estadio… he mandado el chat equivocado… al grupo equivocado.
Sonia Pinto, coordinadora del equipo de Balaniot (guías de Mikve): Ser balanit hace que conozcamos personas que están pasando distintos momentos de sus vidas. Tres momentos especiales: acompañar amigas que quisieron celebrar la refuá shlema (pronta y completa recuperación) de una amiga en común. Acompañar mujeres adultas previo a su Bat Mitzvá. Y acompañar a una sobrina en su Mikve de novia. Todas me han servido para empatizar y respetar desde lo más profundo a cada persona.
Cuqui Michaely, a cargo del espacio de 45 y mas y 70 up: Formar un grupo que partimos siendo 5 personas… ¡y ahora somos 25! Me siento mucho más espiritual y plena.
Evelyn Wail, a cargo del programa Nijum Avelim y acompañamiento en duelo: Las vivencias más impactantes han sido conocer a personas fantásticas a través de relatos llenos de amor de sus familiares.
Chen Blum, fundador de la Harkadá del Mercaz y del Camp Chile Rokedet: Una vez fuimos un grupo de bailarines para presentar y animar a la gente del hogar Beit Israel. Fue emocionante ver su alegría mientras bailamos, y entender mejor qué es lo importante, que a pesar de las circunstancias siempre se puede ser feliz y lograr cosas maravillosas. Con ganas, fuerza y valor se pueden hacer las cosas de una manera diferente.
Daniela Roitstein, miembro de Contigo, creando puentes con vecinos de Lo Barnechea: Celebramos la Navidad para más de 100 niños en la Juan Pablo II, sus caras de amor fueron un bálsamo. Asesoramos a una cartonera para mejorar sus ingresos y dignificar más su trabajo. Detectamos a 3 niños de la Juan Pablo con talento artístico y los estamos capacitando. Hicimos alianza con nuestros madrijim para que cuiden a los niños de un jardín del Cerro 18 para que sus papás pudieran asistir a la reunión de apoderados. ¡Es una rueda que no para de girar!
Yael Speisky, proyecto Jóvenes: Más que anécdotas tengo siempre la sensación de que el voluntariado es como un circo de pobres: el mismo que vende los tickets es el que entrena al león, hace malabares y mantiene la contabilidad. Es entender el concepto de comunidad como una colisión de realidades ligadas, y con una fe e historia en común.
Myriam Dulfano, miembro de la Comision de Culto del voluntariado: La oportunidad de conocer gente nueva. Uno se siente contento de poder enriquecer la vida comunitaria, aportando ideas, tiempo y cariño.
¿Sientes que les has cambiado la vida a alguien? ¿Cómo?
Javiera Reiss: No creo haberle cambiado la vida a nadie, pero sí espero haber sido al menos un Pepe grillo.
Gisele Feldman: Le he cambiado la vida a mujeres profesionales de la comunidad, abriéndoles un espacio de reflexión sobre temas de contingencia y el rol de la mujer en la comunidad judía.
Evelyn Bravo: Nuestro equipo ha aportado alegría a los integrantes de la fundación que apoyamos, y también con el aporte económico han mejorado su calidad de vida. También hemos sido un gran aporte a los vecinos, que cada jueves se acercan y se sienten muy agradecidos.
Cuqui Michaely: Sí, dando amor y acompañamiento.
Evelyn Wail: He visto a personas que no participaban en el ámbito comunitario y después de acompañarlos han estado más incorporados. También una persona a quien propuse participar con nosotros me contó que esta experiencia le produjo un cambio a ella.
Myriam Dulfano: Como cambiado, no. Siento que con las propuestas que se han realizado, las familias se han sentido acogidas por nuestra comunidad, y esto les dá sentido de pertenencia.
Chen Blum: Creo que sí, inspirando por dar valor y experiencia gratuitamente (la gente no puede creer que hay gente que lo hace) y por mi forma de bailar.
Sonia Pinto: No puedo decir sí, le ha cambiado la vida a alguien. Ojalá haya contribuido en algo a sus vidas.
Daniela Roitstein: Sí. A mí misma. Mis ojos ven ahora de otra manera. Mi día tiene 48 hrs. Mis manos se abren más.
En un mundo cada vez más digitalizado y robotizado, ¿qué lugar ocupa el voluntariado? ¿Sigue vigente? ¿Relevante?
Myriam Dulfano: El voluntariado no pierde su vigencia, al contrario, en la era digital se pierde el encuentro y la calidez que el mismo produce. En esta era es cuando con más fuerza debemos materializar propuestas que nos reúnan. Lo paradójico es que hoy día estamos más conectados que nunca, pero presentamos una desconexión tácita.
Sharon Pollack: El voluntariado es muy de piel; el hecho de que Vivi Kremer esté todo el tiempo convocando a reunión, hace que nos miremos a los ojos, que nos abracemos. Lo digitalizado ayuda y es fundamental, pero como voluntarios, me gusta mucho la cercanía.
Gisele Feldman: Cada vez más, apoyándonos de las plataformas digitales para mantener la conectividad, este es un espacio muy humano donde los abrazos y gestos no se pueden reemplazar, somos personas de piel, yo siempre abrazo muy fuerte a mis panelistas, les agradezco de corazón que aporten un granito de arena a la discusión.
Evelyn Bravo: En un mundo más individualista como el de hoy, el voluntariado es más importante para unir personas y creo que siempre estará vigente, porque las personas siempre nos necesitamos unos a otros.
Javiera Reiss: Para mí, si el mundo no fuera como es hoy, yo no podría hacer voluntariado. Me explico, mi voluntariado es básicamente virtual. Mucho mail, Whatsapp y poco contacto en persona. Son herramientas súper útiles que tenemos hoy en día y les saco el máximo provecho.
Chen Blum: ¡Claro que sí! El mundo sin voluntario sería un mundo en el que la gente sonreiría menos, en el que las comunidades se desmoronarían y en el que todo el mundo haría las cosas solo por dinero. El voluntariado es un fenómeno social, económico y humano enorme. Ultra relevante y vigente.
Sonia Pinto: En mi círculo más cercano veo que se le da bastante importancia al voluntariado, sin embargo, cuando hay que comprometerse seriamente con alguno, lo veo más difícil.
Yael Speisky: Hasta ahora no hay robot que posea voluntad, que es lo que mueve al mundo, y la digitalización solo es una app grande para llegar más fácil a todas partes.
Daniela Roitstein: Aun cuado seamos cyborgs, en un futuro, ojalá el “rúaj eloim”, ese que nos hace seres sensibles, siga vivo, escondido en algún chip. Tener la capacidad de hacer por el otro nos dignifica y nos hace más hermosos.