Un balance del 5783 y qué esperamos del 5784
En estos días celebramos Rosh Hashaná, el año nuevo judío, festividad que da inicio a los Iamim Noraim, los llamados “Días terribles” que transcurren entre esta fecha y Iom Kipur, y que constituyen el período en que somos llamados a hacer un repaso de nuestras acciones, en un ejercicio de introspección y expiación. Como en años anteriores, hemos querido recurrir a nuestros rabinos y jazán, miembros del comprometido staff de Culto del Círculo Israelita de Santiago, CIS, quienes semana semana -además- son colaboradores estables de La Palabra Israelita con sus columnas, sus opiniones, sus inspiraciones y mucho más. Les pedimos que respondieran dos preguntas:En Rosh Hashaná comemos manzanas para tener un año redondo. En su perspectiva, a nivel personal y comunitario, ¿podemos decir que el año que termina fue redondo como esperábamos?También comemos miel, para que sea un año dulce. Además de dulzura, ¿qué espera para el año que viene?Y esperamos que sus respuestas revelaran un balance del año que cerramos y sus expectativas para el que vendrá, tanto a nivel personal como comunitario. Esperamos que sus palabras nos inviten a todas y todos a reflexionar y a vivir estas fechas -y el resto del calendario- en comunidad. Rabino Eduardo Waingortin:“El Círculo está creciendo”Cada año es redondo. Algunos un poquitito más, algunos menos. Pero mi sensación es que avanzamos prolijamente en que ese círculo sea mejor acabado.Hemos tenido un año entero de recuperación después de una pandemia que dejó una debacle, tanto por gente a la que hemos perdido, por la que enfermó, por el temor y por muchos hermanos y hermanas judías que dejaron de participar presencialmente en las actividades, fueran sinagogales o culturales. Entonces, este fue un año de recuperación y, en ese sentido,hemos vuelto casi a la presencialidad que teníamos antes.Por otra parte, hemos comenzado con algunos proyectos interesantes en la comunidad, desde los más chiquititos que participan en la sede Mercaz del Gan Babait, con actividades judaicas para sus padres y para los niños, hasta Bait Yehudi, que está creciendo a pasos agigantados. Además, todas las áreas de juventud incorporaron más participantes y adquirieron más profundidad. Las áreas de estudio fueron consolidándose y creciendo, y estamos trabajando fuertemente en nuestras comunicaciones, para que la tecnología pueda acompañar el mensaje que el Mercas tiene para todos.Contamos con un equipo de gente maravilloso, integrado por profesionales y voluntarios en las más diversas áreas. Hemos mejorado la infraestructura del cementerio gracias a una tarea muy esforzada de miembros del directorio y profesionales de la comunidad. Logramos fortalecer nuevamente el vínculo con Medinat Israel a través de viajes y de visitas. Entonces, te diría que el Círculo está creciendo.En cuanto al año que viene, a nivel del país y del mundo hay muchos elementos de incertidumbre, guerras en proceso, graves desequilibrios económicos y en el devenir político del país. Espero que todo esto pueda decantar en la moderación. Estoy en contra de todo tipo de extremismos que han invadido desde la política hasta la religión, incluso hasta las formas de gozar la vida. Espero que el ser humano pueda reconciliarse y tomar conciencia que esos extremismos son nocivos para la vida personal, para el judaísmo que queremos para nuestros hijos y nietos, y para la paz que deseamos que reine en los corazones, en las comunidades y en el mundo entero.Rabino Gustavo Kelmeszes:“Un año de realizaciones y de crecimiento”Desde un punto de vista individual, la idea de un año "redondo" tuvo que ver con que fue un año lleno de experiencias positivas, logros y felicidad, pero tambien tristezas por pérdidas muy queridas. Creo que en definitiva fue un año fue "redondo" según las propias metas y deseos que me planteé. A nivel comunitario, la idea de un año "redondo" implicó la oportunidad de que la comunidad -en su conjunto- tuviera un año de realizaciones y de crecimiento en programas educativos y en consolidar una vision de un judaísmo vigente y significativo.Rabino Lucas “Pato” Lejderman:“Fue dulce porque nunca tuvimos tanta juventud involucrada”Fue un año de mucho trabajo, de repensar nuestro quehacer, y -al mismo tiempo- maravilloso y redondo, porque volvimos a vivir el ciclo del año y de las diferentes vidas que construimos en comunidad. Supimos, con mucho esfuerzo,,reinventarnos donde hay que reinventarse, y mantener la tradición donde hay que mantener la tradición.Como dice nuestro maestro Marshall Meyer, Z. L., caminamos con una mano la Halajá, con la otra el periódico, siempre con esta tradición y cambio. Y por eso que fue un año redondo,porque supimos mantener el ciclo de la continuidad judía, y fue dulce porque nunca tuvimos tanta juventud involucrada, hicimos tantos proyectos novedosos junto a lo que ya existía y supimos agregar lo que faltaba para potenciar la comunidad y la continuidad judía.Rabino Ari Sigal:“Estamos decididos a ampliar nuestra llegada y alcance”El tradicional “Al Kol Ele”, en su parte al “hadvash veal oketz” -sobre la miel y sobre el aguijón- representa el 5783. En mi perspectiva, el año que termina ha sido un año de contrastes, tanto a nivel personal como comunitario. Siendo sincero, a nivel personal, este año ha estado marcado por la repentina pérdida de mi padre, lo que ha sido una experiencia dolorosa y desafiante para mí y mi familia. Esta pérdida ha dejado un vacío en nuestras vidas que difícilmente se podrá llenar. Sin embargo, a pesar de este desafío, hemos encontrado apoyo y consuelo en nuestra comunidad con un amor y generosidad que si lo hubiera imaginado, quedaba corto en mi mente. Palabras de consuelo, certificados y donaciones en nombre de mi padre z”l, abrazos y un cariño infinito que difícilmente se encuentre en algún sitio.A nivel comunitario, puedo decir que hemos experimentado que el 5783 significativo y enriquecedor. Nuestra comunidad ha demostrado ser resiliente y vibrante en muchos aspectos después de la pandemia. En particular, hemos visto un aumento en la participación de jóvenes que buscan respuestas a sus inquietudes espirituales y oportunidades para desarrollar sus proyectos personales. Esto es un testimonio de la fuerza y la vitalidad de nuestra comunidad, y nos llena de esperanza para el futuro.Además, el Mercaz se ha destacado por su compromiso con el voluntariado, tanto en causas internas como en la Comuna, especialmente en Cerro 18. Esto refleja el profundo sentido de solidaridad que caracteriza a nuestra comunidad y su voluntad de contribuir al bienestar de todos.También hemos tenido la oportunidad de ofrecer una amplia gama de cursos de estudios para todas las edades y niveles, lo que ha enriquecido el conocimiento y la comprensión de nuestra tradición. Las propuestas de tefilot, tanto para los más pequeños como para los adultos, han sido significativas y han fortalecido nuestra conexión espiritual.Nuestro movimiento juvenil sigue siendo activo y tiene un proyecto claro de identidad, lo que asegura la continuidad de nuestra comunidad en las generaciones futuras. Y no podemos dejar de mencionar el área de innovación, que constantemente nos sorprende con propuestas culturales, artísticas y audiovisuales que enriquecen nuestra vida comunitaria.Aunque en lo personal haya enfrentado desafíos importantes este año, a nivel comunitario, podemos decir que el año que termina ha sido redondo en términos de crecimiento, participación y compromiso. Nuestra comunidad sigue demostrando su fuerza y su capacidad para adaptarse a las circunstancias y seguir creciendo en medio de los desafíos. Deseamos con optimismo el próximo año y confiamos en que nuestra comunidad seguirá prosperando y siendo un lugar de apoyo y enriquecimiento para todos sus congregantes.Para el que viene, además de esperar un año dulce, "L'shanah tovah u'metukah" -para un año bueno y dulce- para el próximo año, tenemos varias expectativas que están enfocadas en mejorar y enriquecer nuestra vida comunitaria. En primer lugar, uno de nuestros objetivos principales es trabajar en el orden y la eficiencia en nuestra comunidad, “B'ezrat Hashem” -con la ayuda de Dios-. Queremos asegurarnos de que nuestra casa esté mejor organizada para poder responder de manera más efectiva a las necesidades de cada familia y a los momentos que la vida judía requiere, “L'hagdil Torah ul'ha'adirah”, para engrandecer la Torá y embellecerla. Esto implica una atención cercana y personalizada a cada uno de nuestros miembros, bajo el concepto consciente de “Kol Yisrael arevim zeh bazeh”, -todo Israel es responsable unos de otros-.También estamos decididos a ampliar nuestra llegada y alcance para enriquecer la vida de aquellos que aún no han descubierto la pasión judía, “Lema'an Hashem” con el propósito divino. Queremos abrir nuestras puertas y crear oportunidades para que más personas puedan experimentar la belleza y la profundidad de nuestra tradición, como enseña la mitzva de “Hajnasat Orjim” -hospitalidad-. Estamos comprometidos en hacer que nuestra comunidad sea inclusiva y acogedora para todos, independientemente de su nivel de conocimiento o experiencia en el judaísmo, bajo el concepto de “Klal Yisrael", un solo pueblo es todo el pueblo de Israel.Los rabinos son una fuente constante de inspiración para nuestra comunidad, y contamos con un equipo administrativo enfocados en encontrar la mejor manera de hacer eficiente cada necesidad y demanda de todos nuestros socios. El 5784 viene con una gestión de una comunidad fluida para que nuestros miembros se sientan apoyados en cada paso de su viaje judío.Jazán Ariel Foigel:“Esperemos que sea un año maravilloso el 5784”Hablando en términos comunitarios, hemos vivenciado cada una de las festividades de manera halájica, pero también a través de vivencias humanas y de familia ampliada, que han sido siempre motivo de alegría en lo personal. También hemos tenido pérdidas, ha fallecido mi mamá, han fallecido los papás de los rabinos Ari Sigal y Gustavo Kelmeszes, y también eso en algún momento nos unió en dolor y en la posibilidad de abrazarnos con la comunidad quetambién este abrazar y contener el llanto de sus oficiantes. Hemos tenido un año redondo en cuanto a vivencias comunitarias luego de haber pasado la pandemia, pudiendo seguir siendo elegidos por muchísimas familias para estar en su ceremonia de Bar o Bat Mitzvá, en su casamiento y para acompañarlos en dolor. Así diría que estamos cerrando un ciclo de un año más que hemos vivido en comunidad y en unión de esta familia ampliada. Las expectativas siempre están puestas en que el año que viene sea mejor que el que pasóy el siguiente sea mejor que el que viene ahora. Pero por qué no esperar que no solamente sea un año de dulzura, en cuanto al sentido del gusto, sino que podamos utilizar los cinco sentidos.Entonces, que sea un año no solamente de gusto, sino de tacto y que haya muchos abrazos; un año auditivo, en cuanto a escuchar solamente buenas noticias, y un año de visión en cuanto a ver solo bendiciones. Esperemos que sea un año maravilloso el 5784.