Judíos desleales
Por Grace Agosin, Periodista
Esto ocurrió en el marco de una disputa por el ingreso que Israel denegó a dos congresistas pro BDS (parecido a los casos que se han construido en Chile).
Pero el mandatario fue más allá: “Si un judío vota por un demócrata, es muy, muy desleal con Israel y con el pueblo judío”.
En respuesta a estas declaraciones, David Harris, Director del American Jewish Committee, AJC, salió a decir que: “Estamos indignados por los comentarios del presidente Trump, que son sorprendentemente divisivos e impropios de la máxima autoridad del país. Su evaluación del conocimiento o “lealtad” de los judíos basada en la preferencia de su partido, es inapropiada, inoportuna y peligrosa “.
En la misma línea, el representante de Virginia, Gerald E. Connolly, aseguró que lo dicho por Trump es un viejo argumento antisemita.
En efecto, lo más grave de lo expresado por el presidente de EE.UU., es su discurso de odio hacia todo lo que no sea “puramente norteamericano”. Está naturalizando el odio; tanto así que el reciente tiroteo en El Paso estuvo influido por sus aseveraciones respecto de la “invasión mexicana”. Mucho antes había ocurrido la manifestación de neonazis en Charlottesville a la que no dio importancia y el año pasado, cómo olvidarlo, sucedió la matanza en la sinagoga de Pennsylvania.
Pero hay más, esta semana el World Jewish Congress informó que en Nueva York el año pasado hubo un aumento del 83% en delitos de odio, de los cuales el 59% fue dirigido a judíos.
Cabe cuestionarse si Trump ofrece la plataforma para que ello ocurra.
¿Qué pretende si sabe que, desde principios de 1990, la participación Demócrata en el electorado judío nunca ha caído por debajo del 63%, mientras que la votación por el Partido Republicano nunca ha subido por encima del 31%?
A propósito de esta polémica, Michelle Goldberg del New York Times, escribió “Mazel Tov, Trump, has revivido la izquierda judía”. Se trata de una excelente y aguda forma de hacer ver que los judíos redoblarán su compromiso con los valores que en general representa el Partido Demócrata. Habrá que ver cómo será su comportamiento electoral en 2020.
Quizás algunos no consideren estos dichos como algo grave, porque finalmente, se trata de Donald Trump, un mandatario que habla de todo con desparpajo, no responde a preguntas de medios que califica como “fake news” y los descalifica públicamente. Su twitter debe ser el más activo, irresponsable y odioso de un presidente, pues lo usa para ironizar, poner sobrenombres a políticos de oposición, postear declaraciones que debería dar desde la Casa Blanca, iniciar guerras comerciales, terminar guerras comerciales, anunciar cambios arancelarios, etc. Es una actitud matonesca poco propia del presidente de una potencia como EE.UU.
Sin embargo, no debemos tomar esto a la ligera. Lo que ha dicho sobre los judíos nos atañe directamente y debemos estar atentos porque, como declaró David Harris, esto es grave y peligroso.
Calificar de desleales a los judíos que no votan por él no es sólo una acción inaceptable, es una falta de respeto hacia todos los judíos del mundo que adhieren valores como la solidaridad, el Tikun olam (mejorar el mundo), la apertura y el pluralismo.
Cuando Donald Trump naturaliza el rechazo a los judíos y apunta a que “son desleales con Estados Unidos”, estamos ante un problema mayor, pues quienes promueven y activan acciones de odio, cuentan con el aval del mismísimo presidente.