Mauricio Amster y su aporte a la gráfica chilena
En el 80° aniversario del arribo del barco Winnipeg:
Por LPI
Entre los dos millares de españoles que venían en el Winnipeg se encontraba el diseñador y tipógrafo Mauricio Amster Cats, de origen polaco pero descendiente de una familia sefaradí. Habiendo estudiado en la Escuela de Artes y Oficios de Berlín, Amster se radicó en España en la década del ’30, invitado por el tipógrafo -también judío- Mariano Radwicz. Casado con la encuadernadora de libros Adina Amenedo, con el estallido de la Guerra Civil Española el matrimonio tuvo que dejar su vida en Barcelona para radicarse en Francia. En este país, siendo acogido por la familia Alberti, fue presentado a Neruda, quien había sido nombrado cónsul especial para emigración española y que sería el encargado de seleccionar a los refugiados que se embarcarían en el Winnipeg.
Ya en el país, Amster continuó su carrera profesional en medios editoriales y de prensa, revolucionando el diseño de libros y las publicaciones impresas en Chile. Fue el fundador de la Escuela de Periodismo, Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad de Chile, donde impartió la cátedra de Técnica Gráfica. En tanto, estuvo ligado hasta el día de su muerte -en 1980- a la Editorial Universitaria, donde se desempeñó como diseñador y tipógrafo.
Claudio Aguilera Álvarez, Jefe del Departamento de Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional e investigador especializado en ilustración chilena, ha sido el responsable de rescatar y poner en valor la biografía de Mauricio Amster -como la que se expone en los párrafos que preceden a estas líneas- así como de promover su obra y el aporte que ésta representa para la gráfica en Chile.
¿Cuáles fueron los principales aportes de Mauricio Amster a la industria gráfica chilena?
-En palabras muy cortas, Mauricio Amster revolucionó el diseño editorial chileno. Si bien ya existía una preocupación estética por el libro, lo que él hizo fue imponer una manera de trabajo basado en el rigor técnico, la pureza de las formas y una reflexión visual que incorporaba cada detalle del libro, desde su portada a su colofón, incluyendo la manera de numerar las páginas, los márgenes de los textos y por supuesto la tipografía elegida. Amster además utilizó técnicas poco habituales en las portadas de los libros chilenos como el collage y el lettering, dio identidad a grandes colecciones de libros, rescató la tradición gráfica chilena, fue uno de los fundadores de la escuela de periodismo de la Universidad de Chile, creó libros de edición limitada que son obras fundamentales, fue traductor e ilustrador.
¿Cuánto del legado de Amster expresan los actuales artistas gráficos chilenos?
-En los últimos años ha habido una corriente del diseño chileno que ha estado recuperando el trabajo de Mauricio Amster, en especial a través del desarrollo de tipografías como es el caso de Francisco Gálvez, y publicaciones precisas y elegantes como las realizadas por Ediciones Biblioteca Nacional, diseñadas por Felipe Leal. Pero ciertamente, aún falta que se conozca mejor su obra y la amplitud de su aporte.