“Nadie puede dudar de la necesidad de una relación fuerte y estrecha entre Chile e Israel”
El Senador Jaime Quintana (PPD), ex Presidente del Senado y miembro del Comité de Amistad Interparlamentaria Chileno-Israelí, fue parte de la delegación de la Cámara Alta que visitó Israel en octubre de 2022. En la ocasión, los y las parlamentarias chilenas tuvieron oportunidad de conocer algunos de los desarrollos tecnológicos israelíes más relevantes, encontrarse con pares de este país, reunirse con nacionales radicados en Israel y recoger diversas experiencias a partir de las cuales se pueden desarrollar iniciativas de colaboración entre ambos países. Para el Senador Quintana, esta era la segunda oportunidad en que visitaba Israel; anteriormente había estado en el país, pero en los 15 años que transcurrieron entre ese viaje y el del año 2022 dice haber sido testigo de un cambio importante, el que vio reflejado principalmente “en las grandes ciudades”. Y si bien señala que en el primer recorrido tuvieron oportunidad de empaparse de mayor manera de la cultura israelí, en segundo en el que participó pudo ser testigos más directos “del avance, de la modernización, por eso este viaje fue muy alucinante poder de muchos desarrollos tecnológicos, emprendimientos, Inteligencia Artificial, cosas que hoy día recién estamos viendo en el mundo occidental y en los que Israel ya se estaba preparando”. A partir de esto, ha podido desarrollar ideas y propuestas que ha podido presentar tanto en el Congreso como al Ejecutivo, por lo que afirma que fue un viaje “que aproveché al máximo”. De hecho, los senadores participantes en la visita del 2022 desarrollaron una agenda de propuestas, entre la que destaca la que el Senador Quintana le presentó al Ministerio de Educación, que involucra a los Centros de Formación Técnica y el servicio militar. “Muchas veces cuando uno menciona las palabras “Fuerzas Armadas” o “Fuerzas de Defensa de Israel” en la mayoría de los países occidentales hay un desconocimiento de la historia y de por qué Israel tiene que tener hoy en día la defensa que tiene. Desde ese punto de vista, una de las cosas que más me llamó la atención en el viaje fue justamente una visita al Start-Up Nation, a una oficina donde conversamos con mucha gente, donde todo el mundo es militar o lo ha sido y es reservista. Y me impresionó mucho un diálogo que tuvimos ahí con el CEO de esta institución, y la pregunta que yo le hice fue sobre en qué momento se produce en los jóvenes israelíes la inflexión que les abre sus mentes hacia la tecnología. Participo desde hace muchos años en la Comisión de Educación del Senado, y lo que he visto ahí es que si bien Israel tiene muchas universidades que son muy buenas, en la educación escolar, básica y media, no es de los países más destacados, está en la media en la medición PISA (el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE) y los países asiáticos están muy por encima de eso. Entonces, qué es lo que explica que Israel tenga tanta invención, tenga tantas patentes y tantos descubrimientos tecnológicos. La respuesta que encontré en esa visita es que la gente en Israel, cuando hacen el servicio militar, no solo tienen recursos, tienen entrenamiento, adquieren capacidad militar, sino que también tienen la posibilidad de resolver, en el ejercicio, muchos problemas, y, por lo tanto, se acostumbran a innovar, y sobre todo van innovando en lo tecnológico. Y ahí se produce la inflexión”. Senador Quintana, ¿cómo se formó el comité de amistad interparlamentario chileno-israelí en el Senado?-Es relativamente reciente, lo comenzamos a formar durante la pandemia, y el año pasado, en que me correspondió ser Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, le dimos fuerza y en eso tuvo un rol muy importante la ex Embajadora de Israel en Chile, Marina Rosenberg. En el pasado había existido un grupo, pero era uno de mucha reacción, más bien a la defensiva. Yo siento que hoy día este es un grupo que está en condiciones de dialogar con fundamentos, con insumos históricos, con temas de actualidad como los que estamos conversando hoy día, y también de avances científicos. Nadie puede dudar de la necesidad de una relación fuerte y estrecha entre Chile e Israel, como por cierto con otros países, también países árabes, eso no está en discusión. Pero creo que, como nos concierne ahora, a esta conversación, en los últimos años logramos un grupo más grande, es el más grande que existe en el Senado, con 29 senadores. En lo personal, ¿que lo motivó a sumarse a esta instancia?-Bueno, yo no soy parte de la comunidad judía, pero siempre me ha llamado la atención la historia de Medio Oriente, de hecho, a propósito del viaje y de esta propuesta que hicimos para mejorar la conscripción y los centros de formación técnica estatal que existen en Chile, para comparar con lo que se hace en Israel, también hicimos propuestas en el ámbito educacional. En Chile ocurre mucho de que a veces nos quedamos con una versión, sin confrontarla con lo que sucede en la realidad, por ejemplo, respecto de lo que pasa en Israel. Y eso puede tener muchas explicaciones, podemos evaluar -por ejemplo- la influencia que tienen las redes sociales, pero también hay algo que nos ocurre que es que creo que en Chile se nos enseña mucha historia universal, pero es más bien una historia occidental. Creo que en el país, nuestros jóvenes, estudiantes, pese a que hoy día tenemos una penetración de cultura oriental, incluso en la televisión y en la música, en definitiva es muy poco lo que sabemos de oriente. Y por eso mi llamado, también en consecuencia a esa visita, es a mirar cómo estamos formando a nuestras niñas y niños porque es muy poco lo que saben de esta zona. De hecho, en los contenidos transversales de educación hay menos de un 1% referido a oriente, y en ese porcentaje está contenido el Medio Oriente. Ese es un tema central, que se vincula con la educación y que me hace mucho sentido, por eso me he motivado a participar de estas conversaciones. ¿En qué otras ve una posibilidad de colaboración e intercambio con Israel?-Hay otras materias, como lo aeroespacial, por ejemplo, yo soy un promotor de que Chile sea parte del proyecto Bereshit 2, del satélite que va a orbitar la luna, y lo he hablado con el Ministro de Defensa, con el Presidente de la República y con otras autoridades.Otro tema es el de la agricultura, tuvimos la oportunidad de conocer, en el marco de nuestra visita a Israel, distintas experiencias, fuimos a kibutzim, conocimos las plantas de las desalinizadoras. Ahí hay mucho que mirar e imitar en materia agrícola israelí. Usted se ha especializado, igualmente, en temas de seguridad. ¿Ve alguna posibilidad de colaboración entre Chile e Israel en ese ámbito?-Sí, yo publiqué un libro sobre seguridad, “Perdiendo el control. Radiografía de la seguridad pública en Chile” (Catalonia, 2022), después de un paso que tuve por la Comisión de Seguridad del Senado, me pareció que habían muchos temas y que ya se veía que íbamos a llegar a la situación que tenemos. Y esto tiene muchas causas, temas de migración, el narcotráfico y las dificultades que tiene nuestra institucionalidad, al contrario de lo que muchos creen, que aquí solo se trata de respaldar a las policías, que por supuesto hay que hacerlo, pero también tenemos que reforzar a las policías, porque estaban preparadas para otra realidad. Hoy en día lo que tenemos son delitos violentos y tenemos que poner al día a nuestras policías.Este, en particular, es un ámbito en el que menos se ha avanzado en Chile, salvo una ley de ciberseguridad que se aprobó hace unos días en el Senado, y es justamente en ese ámbito en el que tuvimos la oportunidad lo que estaba haciendo Israel, y recomendamos al Ejecutivo mirar aquello.Senador, ud. participó en la moción para incluir el antisemitismo en la Ley Zamudio, que sanciona la discriminación. ¿Qué motivó esta iniciativa?-Creo que tenemos una ley que condena los discursos de odio, que es muy general, es muy amplia y muy vaga, que apunta a aspectos de la homofobia, pero también hay muchos otros temas que también son parre de los discursos de odio, en donde la impunidad salta a la vista. El mejor ejemplo es lo que ocurrió hace algunos días cuando presentábamos este proyecto, con los dichos de la Diputada María Luisa Cordero en contra de la Senadora Fabiola Campillai, ese es un lenguaje de odio y eso merece una condena, y en muchas partes del mundo así sucedería. Con el tema del antisemitismo es exactamente lo mismo, y no entender que eso necesita estar plasmado en la legislación, no entender que eso está ocurriendo hoy en día, es algo que se debe cambiar. No puede haber lenguaje de odio en contra de la comunidad judía, así como no puede haberlo en contra de la comunidad palestina, por lo tanto, tenemos que tener resguardo, y en eso hay que ser explícito. No estamos hablando de la Constitución, donde se puede ser más vago o más general, en esto hay que ser claro y explícito.