Tecnología israelí convierte basura en gas limpio
Por Fuente Latina
restos de comida en gas limpio para cocinar y como fertilizante llega a
Latinoamérica, tanto para uso industrial como doméstico.
comida que tiramos en el planeta resulta abrumadora y, junto con esto, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más de 4 millones de
personas mueren al año por contacto directo o indirecto por cocinar usando
combustibles sólidos, como la madera, el carbón y el carbón vegetal.
de HomeBioGas en Israel patentaron lo que consideran la solución perfecta para
proporcionar gas de uso doméstico a partir de los residuos orgánicos.
tamaño familiar, el primero disponible en el mercado según su director de
marketing, Ami Amir. “Y que es de uso tan fácil como un lavaplatos”.
Israel, Estados Unidos, Europa y Australia, acaba de firmar contratos en
Colombia, El Salvador, Perú y Chile, para que también allí se puedan convertir
los deshechos alimenticios en gas para cocinar y fertilizante para el jardín.
orgánico, como restos de comida, y lo convierte en un combustible conocido como
biogas. Lo hace a través de un proceso anaeróbico (sin aire) que se lleva a
cabo en una atmósfera cálida.
usarse para cocinar, pero no solamente para eso, también puede calentar los
espacios y, según sus inventores, no desprende malos olores.
el que se vierten los deshechos, allí la bacteria es digerida y convertida en
biogas y canalizada directamente al quemador donde se puede cocinar con gas,
gas gratuito y casero.
que el composting es una acción que,
según Amir, puede ofrecer una sensación de estar contribuyendo al medioambiente
pero que, en realidad, no aporta tanto valor real ya que la mayor parte de la
gente que lo hace no trata la materia orgánica personalmente. Sin embargo, con
el biodigestor el resultado tiene valor inmediato para el usuario.
restos de químicos solubles en el aparato, unos 10 litros, que pueden ser
usados como fertilizante líquido para el jardín o verduras, señalan sus
creadores.
inventores israelíes, Oshik Efrati y Yair Teller, comenzaron a trabajar en él
cuando quisieron mejorar unos modelos de biodigestores indio y chino, grandes,
imprácticos y difíciles de manejar, para hacerlos accesible a las personas
necesitadas en América Latina, África y Asia.
comenzaron a testar en las comunidades beduinas de Israel, que viven alejadas
de cualquier método de eliminación de residuos y casi sin servicios públicos,
como electricidad.
comunidades en desarrollo, funciona con éxito en los territorios palestinos y
República Dominicana, por ejemplo, también ha despertado interés en otros
lugares donde muchos occidentales buscan soluciones inteligentes para sus
residuos.