Un mundo para construir
Por Rabino Mauricio Balter
Muchas veces en el encuentro con amigos, miembros de las comunidades suelen preguntarme que tiene de especial esta función. A todos ellos sin excepción mi repuesta es: la posibilidad de conocer en profundidad el mundo judío, que es realmente fascinante y único.En estos dos años he recorrido las comunidades Masortiot de Europa, Latinoamérica, Africa y Australia y en todas ellas he descubierto un gran amor por el judaísmo, por el Estado de Israel y por el movimiento Masorti. Cada una de ellas es una fuente de inspiración y de orgullo. De cada una de ella podemos aprender como el judaísmo se puede vivir de manera intensa, completa en diferentes idiomas, contextos y culturas.
A todas ellas mi agradecimiento por la recepción y por la sociedad con el movimiento Masorti. Durante el mes de Av, nos toca vicenciar Tisha beAv, la fecha que concentra en la tradición judía una serie de eventos históricos de nuestro pueblo que simbolizan el duelo y la perdida. Jazal (los sabios de bendita memoria) tomaron la experiencia y la convirtieron en una advertencia acerca de cómo debemos vivir como sociedad y como pueblo. Sin duda la destrucción de los dos templos de Jerusalem (el primero en el año 586 a.e.c. en manos de los babilonios y el segundo en el año 70 e.c. en manos de los romanos) es un trauma en la memoria nacional y religiosa del pueblo judío y al respecto esta escrito en el Talmud en el tratado de Ioma 9b.
“Por qué se destruyó el primer templo? Por tres razones: la adoración de ídolos, las relaciones sexuales prohibidas y el derramamiento de sangre. Sin embargo, considerando que las personas durante el período del Segundo Templo se dedicaron al estudio de la Torá, la observancia de las mitzvot y los actos de bondad, y no realizaron los actos pecaminosos que se realizaron en el Primer Templo, ¿por qué se destruyó el Segundo Templo? Fue destruido debido al hecho de que hubo odio sin sentido durante ese período. Esto viene a enseñar que el pecado de odio sin sentido es equivalente a las tres transgresiones graves: la adoración de ídolos, las relaciones sexuales prohibidas y el derramamiento de sangre.” Los rabinos del Talmud nos advierten en forma contundente acerca del odio gratuito y su poder de destrucción, su poder es equivalente a prohibiciones y transgresiones de alto impacto moral en la tradición judía. Al mismo tiempo agregan que cumplir la Torá, los preceptos (mitzvot) y la ayuda al prójimo no son suficientes para
sostener una sociedad, si ellos no se realizan basados en el amor al prójimo.
Ninguna mitzva tiene valor, ninguna ayuda al prójimo vale y la Torá no alcanza cuando todo está basado en el odio gratuito. ¿Entonces como construimos un mundo distinto? En primer lugar, recordar que nuestra tradición nos advierte que la mayor responsabilidad es la de los líderes que deben propugnar y trabajar para construir un mundo mejor, más justo, que este basado en un vínculo positivo y de respeto entre los seres humanos.
Un mundo que promueva la solidaridad y la igualdad entre los seres humanos. Vemos como todavía, distintos líderes del mundo hablan promoviendo el odio y la violencia. Lo que me genera esperanza y una sensación de bienestar es cuando veo o leo acerca de las actividades de Tikun Olam que nuestro movimiento Juvenil Noam realiza en cada uno de los 17 países en los que activa, cuando recorro cada una de la Comunidades Masortiot alrededor del mundo que contribuyen con actividades que muestran un gran amor por la Tora y un alto compromiso social cotidiano.
Tisha beAv es una advertencia acerca de cómo debemos construir un mundo diferente, desterrando la violencia, la discriminación y el odio gratuito que tienen un poder destructivo sin límites. ¡No alcanza con ayunar en Tisha beAv! los invito a ser activos, comprometidos en nuestras comunidades, en nuestros proyectos, hay todo un mundo para construir, tenemos un increíble programa: la Tora y un gran medio nuestro movimiento. Sigamos construyendo un mundo donde el amor gratuito entre los hombres basado en el amor por la Tora nos permita asegurar un futuro mejor para nuestros descendientes.
Rabino Mauricio Balter
Director Ejecutivo Masorti Olami y Mercaz Olami