El experto asegura que el costo de ir a una tercera elección tendría un negativo impacto económico para Israel.
Ricardo Israel, Cientista Político desde Miami:
Miguel Borzutzky W.
¡No hay primera sin segunda dice el refrán! Benny Gantz estaba esperando por su oportunidad y junto a su partido Azul y Blanco les dio resultado esta semana pasada luego que Benjamín Netanyahu no lograra formar gobierno, por no conseguir mayoría absoluta devolviendo la potestad al presidente de Israel, el Señor Reuven Rivlin.
Un dato curioso y los que especulan personas, e incluso medios de comunicación que informan a medias o bien desinforman es que Gantz requiere de los votos de los partidos árabes para poder formar gobierno, y no necesariamente que integren la coalición de gobierno, afirma Ricardo Israel, cientista político chileno, radicado actualmente en Miami, Florida, Estados Unidos en conversación telefónica con La Palabra Israelita.
“La idea es evitar caer en una tercera elección, por eso Gantz, cuenta con 28 días, menos que Bibi, para formar su gobierno, al cual este último fue invitado a integrar con la condición de que dejen fuera a los partidos religiosos”, agrega Israel.
Gantz fue muy claro en sus declaraciones, mi gobierno será de corte liberal. Sin embargo, se le viene enfrente un temporal político al líder de Cajol Laban y va contra el tiempo porque tiene hasta el 21 de noviembre de este año para formar gobierno. Por un lado, tiene a Yair Lapid, quien integra Azul y Blanco en coalición con Gantz y que es claro enemigo de la alianza Unidad de Judíos por la Torah, que integran los partidos ultraortodoxo sefardí Shas y Agudat Israel. Ya es sabida su enemistad con el líder de este último partido, Ya´acov Litzman, según informa el periódico israelí en inglés, Jerusalem Post por el hecho de tener a buses andando en Shabat y también por el tema de las conversiones y llamar a los Jaredim como conscriptos para enrolarse en el Ejército de Israel.
“La alianza política religiosa no estará dispuesta a dejar a Bibi y la situación es compleja porque también Bibi se encuentra acusado por tres casos de soborno y eso complicaría a Gantz para que éste integrara una lista única. Sin embargo, yo pienso que Bibi saldrá indemne de esta situación porque a pesar de que algunos políticos pagaron por sus delitos en el pasado (léase Moshe Katzav y Ehud Olmert) es probable quizás por una compra de voto, que también es corrupción y por supuestos sobornos en tres casos aún no se ha dictado sentencia por parte del Fiscal General del Estado de Israel, Avijai Manderblit, no ha dictado sentencia aún, por tanto habrá que esperar”, explica el especialista.
Dinero
Ricardo Israel considera en todo caso que ir a una tercera elección tiene un lujo que Israel no se puede dar, porque ya se fijarían según el calendario hebreo para Purim próximo, es decir para fines de 21 de marzo de 2020. “El sentido común dice que debiera de existir una alianza política entre el Likud y Azul y Blanco, sin embargo, el Likud nunca va a abandonar a los partidos religiosos por lo tanto el panorama asoma incierto, como también desde un punto de vista económico ir a una tercera elección implicaría un gasto enorme para Israel, por ende el partido clave es Casa Israel o Israel Beteinu, liderado por el ex secretario de Defensa de Netanyahu, Avigdor Liberman, que le permitiría alcanzar la mayoría a Azul y Blanco. Sin embargo, existen dos problemas. El primero es que Liberman quiere una coalición de gobierno sin los partidos religiosos y por otro lado que sea de Centro Derecha”, agrega.
“El tema es la creciente desigualdad entre los sectores judíos ultraortodoxos, que son la minoría más pobre de Israel porque reciben ayuda estatal, incluso son más pobres que algunos sectores árabes israelíes. Pese a que Israel es el “Start Up nation” por excelencia, la subida en el costo de la vivienda y el hecho que el mundo pudiera entrar en recesión, son interrogantes que quedan abiertas si Gantz no logra armar gobierno antes del 21 de noviembre de este año”, explica el especialista.
Experiencia
Gantz, no posee experiencia política, no tiene el toque diplomático ni la oratoria de Bibi. Sin embargo, su vasta experiencia militar lo avalan, y lo mismo sucedió con Rabin y Barak en el pasado. “Lo llamativo fue no de integrarse en un partido político, sino de liderar un movimiento que pedía a gritos un cambio por el propio desgaste de Bibi. No veo porque Gantz no podría convertirse en un gran primer ministro”, concluye Israel.