El Archivo Judio de Chile (AJ.CL) es el primer archivo patrimonial de la comunidad judía chilena, y nace como iniciativa de la Filial Pacífico de B’nai B’rith Chile. Es fundado y liderado por la académica Ana María Tapia, quien es Presidenta del Directorio, y dirigido por la experta en gestión de la información Judith Riquelme.
El AJ.CL y tiene por misión acopiar, organizar, salvaguardar y difundir el patrimonio documental y cultural del judaísmo en Chile, y busca promover una comprensión integradora a la realidad nacional de la historia de los judíos en Chile, desde sus primeras manifestaciones hasta la actualidad. Actualmente, resguarda cerca de 70 mil documentos y registros, situados cronológicamente entre 1845 y 2013, que están disponibles para investigadores, educadores y personas interesadas.
Entre sus registros, que pueden ser consultados en el sitio web https://catalogo.archivojudio.cl/ se encuentran documentos que dan cuenta de la creación y desarrollo de las organizaciones comunitarias judías, así como archivos relativos a historias de vida de las personas y familias que forman parte de esta comunidad.
El AJ.CL es miembro de la Red de Entidades de Documentación de las Comunidades Judías de América Latina, y del Consejo Internacional de Archivos (ICA -UNESCO). Cuenta con el reconocimiento del Archivo Central para la Historia del Pueblo Judío y del Archivo Nacional de Chile, y está adscrito a la Ley de Donaciones Culturales. Sobre esto y más nos cuenta Judith Riquelme, Directora del Archivo Judío de Chile.
¿Cómo se ha formado la colección del Archivo Judío?
-El Archivo como idea surge de la necesidad de dar un espacio adecuado a los documentos que recopiló en su vida el investigador Günter Bohm. Esa fue la primera colección que tuvimos luego a través recibimos documentos de algunos miembros de la Logia Pacifico de B’nai B’rith, como Edith Frank, Werner Simonshon, Familia Mendel y luego la familia Bogolasky Sack, Ebner, Benadava, Kychenthal y Frenkel, por nombrar algunos. Hoy tenemos más de 90 fondos documentales conformados por donaciones de instituciones, familias o personas. Además, tenemos una colección de objetos patrimoniales. El archivo hace comprensible la tradición del recuerdo, y su importancia radica en la preservación de historias que no han quedado plasmadas en ningún soporte.
Buscamos documentar la vida de personas, familias e instituciones cuyas trayectorias se entrelazan con diversos eventos sociales y políticos acontecidos en Chile y en Europa durante los siglos XIX y XX.
Todas las historias importan, por eso invitamos a quienes quieran a donar cartas, fotografías, diarios de vida, partituras etc. Al entregar los documentos su historia se convierte en parte de la memoria histórica del país y del mundo. Recibimos donaciones en pequeña escala, como un artículo individual u otras de mayor escala, como cajas de documentos.
¿Qué está disponible online? ¿Y qué documentos pueden ser consultados físicamente?
-En nuestro catálogo están presente el 90 % de los fondos y sólo una selección de documentos está en línea. Por ejemplo, si encuentras información que señala que tenemos una carta, pero la imagen digital no está en línea puede ser solicitada y, si se trata de documentos en otros idiomas, también está disponible la traducción.
El trabajo de descripción de documentos es lento y requiere de personal especializado. Muchas veces antes de trabajar con ellos es necesario hacer un proceso de higienización y restauración. Luego viene la digitalización y finalmente se describe en la página web del catálogo.
¿Quiénes consultan el archivo usualmente? ¿Y qué información buscan?
-La documentación está disponible para todos quienes lo requieran. Eso sí priorizamos el trabajo del investigador con la imagen digital, pero pueden revisar los originales bajo estrictas normas de manejo.
El perfil de los usuarios es cada vez más amplio, consultan artistas, médicos, periodistas, historiadores, pedagogos, diseñadores, investigadores de pre y post grado. Familiares de personas que figuran en el catálogo. Durante los primeros años la mayoría de las consultas llegaban de diferentes países del mundo, desde el año pasado la mayoría de los requerimientos son de Chile.
Respecto a qué información buscan es tan variado como el perfil de los usuarios. La mayoría de las veces las consultas se relacionan con orígenes o genealogías, documentos de familia, reconstrucción de historias de barrios e instituciones, datos de migraciones, refugiados, personajes chileno judío, derechos humanos, artes visuales, música etc.