“Lo más importante para mí es hacer algo que se quede en el tiempo”
Por LPI
Antes de llegar a Chile, Ud. se desempeñaba industria privada, específicamente de la empresa Rafael, dedicada a la tecnología para defensa. ¿Cuándo decidió unirse al servicio diplomático?
-Primero tengo que decir que Rafael es una hermosa organización, del tipo de organizaciones que ha hecho de nuestro país un país fuerte. Estoy muy orgullosa de haber trabajado con ellos por 10 años. Cuando estaba embarazada de mi hijo menor, pensé en lo que estaba haciendo y si era suficiente para mí, y busqué algo que tuviera sentido, que me hiciera sentir realizada en el objetivo de ayudar a otros. Una cosa llevó a la otra, hasta que llegué al Ministerio de Relaciones Exteriores, en que pasé por un proceso bastante largo, porque son 2.000 personas que postulan a la convocatoria y después solamente 20 son seleccionados para el curso de cadetes. Terminar el curso también es desafiante, pero el saber que tienes la oportunidad de hacer algo por tu país, especialmente por mis padres, que vinieron de Etiopía, me permitía cerrar el círculo y no sólo obtener algo del país, sino hacer algo por él. Para mí era muy importante, y este es el significado de Shlijut desde mi punto de vista. Entonces, toda mi familia participó en la decisión, porque no es una decisión que sólo tú haces, es de todos. Por ejemplo, mi esposo también trabajaba para Rafael, es ingeniero mecánico, y también renunció a su trabajo para venir acá.
Cuando terminó el curso, ¿le dieron la oportunidad de elegir su destinación o se la asignaron?
-Recuerdo ese día porque trabajamos mucho para saber qué es lo que venía después, porque una cosa es ser parte del curso y la otra ya es hacer realmente el trabajo diplomático. Entonces nos dieron una lista de países y nos dijeron “Ok, elijan lo que desean y nosotros haremos lo que podemos para darles la mejor oportunidad”. Vimos la lista y había muchos países en Europa, como Rusia, y África. Le mostré la lista a mi esposo y los dos dijimos Chile, y no podemos ni siquiera sabemos por qué lo dijimos. Entendimos que éste podía ser el lugar y además los dos estábamos muy curiosos por conocer la cultura latinoamericana, tenemos amigos que son de acá y realmente los queremos, amamos la mentalidad y la cultura. Entonces pensamos que era la mejor oportunidad, entendimos que iba ser muy desafiante porque no tenemos el lenguaje, pero podemos avanzar en eso, en un par de meses va a ser más fácil y quizás después de un año, quizás no va a ser fluido, pero ya podremos tener conversaciones con personas, y ser parte de la sociedad acá. Eso es lo que esperamos poder hacer.
¿Estaba al tanto de los desafíos que tiene Israel acá en Chile, por un lado con el seguimiento de los acuerdos bilaterales y por otro con la campaña pro BDS de la Federación Palestina?
-Claro, es algo de lo que estamos al tanto. Primero, creo que comenzamos con una gran oportunidad, porque justo antes de llegar el Gobierno firmó ocho acuerdos, entonces eso es muy significativo. Y en el Ministerio de Relaciones Exteriores revisamos como darles vida, que no sólo quedaran en la firma. Esta es una actividad que creemos es importante para estrechar las relaciones entre los países, y significa mucho, porque este tipo de acuerdo muestra que los dos países entienden la oportunidad que tienen.
Los desafíos están en todas partes del mundo. El Ministerio de Relaciones Exteriores trabaja muy duro para dar una imagen positiva de Israel y mostrar cuál es la oportunidad que podemos ofrecer a otros países si tenemos una relación estrecha. Entonces, espero y deseo que en estos tres años que voy a estar acá pueda enfocarme en qué podemos lograr juntos, en vez de enfocarnos en otras cosas. Otras personas pueden decir lo que quieran, sé que hay una comunidad palestina muy grande, que puede decir algo distinto de lo que es Israel. Pero yo que estoy acá soy un poco una representación de lo que es Israel, porque somos muy diversos y tenemos mucho que dar a otros países, y en 71 años hemos logrado mucho.
¿Cuándo supo que venía a una misión donde la Embajadora también era mujer? Cabe señalar que es la primera vez que hay mujeres en los cargos de Embajadora y Jefa de Misión Adjunta simultáneamente.
-Sí, mucha gente se impresiona por eso (se ríe). Estoy muy orgullosa, porque sé que es muy importante. Esta es la primera vez y por eso es que queremos promover más temas relacionados al género que sean relevantes acá en Chile, que son relevantes en todo el mundo. Para mí, desde un punto de vista personal, tener a la Embajadora Marina Rosenberg de mentora es muy importante, ambas queremos lograr muchas cosas. Y como mujeres, esa motivación nos hace querer más hacer algo en temas de género, también respecto del agua, agricultura, ciberseguridad y en todas las temáticas relacionadas con los acuerdos.
Uds. dos tienen además estilos similares, son cercanas a la gente, son muy activas en redes sociales, ¿eso es algo casual o fue intencionado?
-La embajadora tiene mucha más experiencia como diplomática, así que yo he aprendido de ella. Yo tengo más experiencia en otras áreas, especialmente en materias relacionadas con consultoría para empresas en Recursos Humanos, entonces creo que -y me parece lo más importante- si quieres lograr algo tiene que ser muy cercano a la gente, no puedes dar soluciones si no entiendes los problemas o las necesidades. Creo que ambas dos lo entendemos. Además el mundo ha cambiado y hay muchas herramientas que puedes usar para relacionarte con la gente, con Internet y las Redes Sociales, entonces tratamos de usar todo, y creo que el Ministerio de Relaciones Exteriores entiende que tiene que usar a esas herramientas, y así es como conocemos a las personas y sus necesidades.
Hasta ahora, ¿cuál ha sido el momento qué más le llamó en estos tres meses y medio? ¿Qué la ha impresionado?
-Bueno, en primer lugar, llegué a Santiago y me impresionó ver esta hermosa ciudad. Pero si tengo que hablar del ámbito diplomático, recuerdo el momento en que la Embajadora Rosenberg presentó sus credenciales y para mí fue muy significativo, porque sé que ella trabajó muy duro para lograr esta oportunidad y eso es muy inspirador. Y otra cosa que es muy significativa para mí es la comunidad judía, porque mis padres -como sabes- llegaron de Etiopía y recuerdo cómo hacían un inmenso esfuerzo por practicar su religión. Y ver a la comunidad judía de Chile, que es pequeña en número pero tan poderosa en distintas áreas, y trabajar junto con ellos para lograr resultados conjuntos, es muy significativo para mí.
En una entrevista reciente con el Semanario Hebreo, dijo que quería crear algo, desarrollar un proyecto que se quedara acá después de que Ud. terminara su misión.
-Sabes, estoy hace tres meses acá, en este primer período me he enfocado en conocer el país y sus necesidades, y seguimos en eso. Paralelamente tenemos muchas actividades. Pero como le dije a Jana Beris, lo más importante para mí es hacer algo que se quede en el tiempo, más allá del que yo esté acá, y todavía estoy tratando de entender el país. Pero desde mi punto de vista, trabajar sobre educación, con la nueva generación, es algo muy importante. Y quiero hacer un vínculo entre la educación y las necesidades de Chile, como el agua, y tratar de hacer un programa en esos temas para las nuevas generaciones. Y creo que esa es la forma de estrechar los vínculos entre Chile e Israel, porque en el futuro, esos adolescentes van a ser las personas que guiarán al país. No sé todavía qué tipo de proyecto, pero esa es la idea.