publicado hace 6 días
Israel aún puede ganar la guerra
Israel ha perdido la batalla. No solamente la batalla en los medios, la lucha por triunfar en las redes sociales, o la pugna de las relaciones públicas. Israel ha perdido la batalla militar en Gaza. Pero, todavía puede ganar la guerra. Es evidente que los objetivos que Netanyahu se propuso en Gaza no podrán ser logrados. Esos objetivos fueron, y siguen siendo, la destrucción del régimen de Hamás y el rescate de los rehenes. Hamás ha dado todas las señales que no está interesado en negociar y por lo tanto los rehenes tendrán que ser rescatados a la fuerza. Eso parece casi imposible dado el tiempo que ha transcurrido, y la estrategia que Hamás tiene de utilizar la población civil como escudo para esconderse ellos y los rehenes. Tampoco parece posible eliminar totalmente el liderazgo de Hamás aunque su infraestructura, incluyendo los túneles y otras instalaciones escondidas entre colegios y hospitales, haya sido destruida. Sin embargo en el pasado hemos visto como Hamás ha tenido la capacidad de reconstruir esa infraestructura gracias a la transferencia de fondos desde países árabes, la Unión Europea y otros donantes. Nada hace pensar que esta vez será diferente. Adicionalmente Hamás ha gobernado en Gaza durante casi 20 años. La eliminación de Hamás creará un vacío de poder que nadie está dispuesto a llenar: ni los egipcios, ni los israelíes, ni los países árabes, ni la autoridad Palestina. La batalla de Gaza, por lo tanto, no solamente está perdida en cuanto a los objetivos expresados por Israel desde el 7 de octubre, sino también en la medida que no sea posible instalar una autoridad que pueda gobernar el territorio. Ese vacío, como hemos visto en casos como Afganistán e Irak, suele ser llenado por grupos insurgentes que no son mucho mejores de lo que ha sido Hamás. Pero como se confirmó el 13 de abril, Gaza es solamente un frente en una guerra que se viene desarrollando hace bastante tiempo – la guerra con Irán. Hasta ahora Irán nunca ha atacado directamente, sino que ha optado por utilizar representantes: Hamás,Yihad Islámico, Hezbolá, los Hutíes. El conflicto más amplio ni si quiera es con Israel, sino con el mundo sunita, liderado por Arabia Saudita. Por eso vimos no solamente el espectáculo de la capacidad de Israel y sus aliados derribando prácticamente todos los misiles iraníes, pero otro espectáculo también: el de la nueva alianza anti-iraní, que incluye Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos, Catar, además de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos. Es importante que Irán sepa que no puede volver a tomar medidas ofensivas directas, pero Israel debe entender la lección que ofreció Napoleón: nunca interrumpir a un enemigo cuando está cometiendo un error – e Irán cometió un tremendo error. Permitió que, por primera vez desde el 7 de octubre, Israel obtuviera un impresionante triunfo militar, y logró que, también por primera vez, se demostrara la fuerza de la nueva alianza actuando en conjunto. Si Hamás quiso enterrar el acuerdo al que estaba llegando Israel con Arabia Saudita, Irán lo resucitó. Una respuesta coordinada – política, económica y militar – entre todos los países que comparten el interés de detener a Irán sentará las bases para un Israel más seguro, un Irán más aislado, y un triunfo en lo que es el verdadero conflicto en el Medio Oriente.