¿Qué hago con esta Angustia?
Por Rabino Ariel Sigal
Las angustias provienen de “los últimos días”, de las constricciones del tiempo. Aquel que se une a D-s, quien está más allá del tiempo, encontrará alivio para su sufrimiento. Así se le dijo a Adán, el primer hombre “en el día en que comas de él, de seguro morirás” Bereshit 2:17. Al comer del Árbol, Adán se ubicó dentro de las constricciones del tiempo y en su vida comenzaron los problemas y juicios estrictos.
Enseñaron nuestros rabinos, en M. Taanit 11a, “Cuando el pueblo de Israel está viviendo un momento de angustia y uno de ellos se separa de la comunidad, los dos ángeles que cuidan y acompañan a las personas, van y colocan sus manos sobre la cabeza de esa persona y dicen: -Este individuo que se separó de la comunidad, no verá su consuelo en la comunidad”. La alternativa de evadir la angustia huyendo al problema, no hace más que profundizar la pena y desilusión. El judaísmo exclama que habrá angustia, y sólo lo resolverás a través de la Comunidad y con D-s.
La religión no puede sobrevivir cuando NO exige prácticas a sus adherentes. Demasiadas personas demandan una religión fácil, una que no interfiera con sus tiempos libres, sus sueños y sus series de televisión favoritas. Una religión que no exija estudio y observancias, que no los desafíe o interpele. Sin embargo, ninguna religión sobrevivió jamás en ese vacío emocional e intelectual, y menos aún el judaísmo. Volver habrás de volver e incluso la angustia puede convertirse en tu vehículo de regreso a Él.