Una mirada desde el judaísmo
Cuidado del Medio Ambiente:
Por LPI
Como se plantea en el sitio web del proyecto “Jewcology”, una comunidad de activistas medioambientales judíos, patrocinada por ROI, “en octubre de 2009, en el Castillo Windsor de Inglaterra, se puso en marcha un esfuerzo interreligioso para abordar el cambio climático. Nigel Savage, uno de los representantes judíos, presentó un plan de siete años para el pueblo judío sobre el cambio climático. Comenzó diciendo: "Ustedes podrían argumentar que el pueblo judío ha estado pensando acerca de la energía sustentable desde que D-s habló a Moisés a través de una zarza que ardía, pero que nunca se consumía. Moisés fue quizá el primer ambientalista: él recicló su palo en una serpiente, logró que Egipto apagara todas sus luces durante tres días, y convenció a toda una nación de unirse en una caminata de 40 años”.
Para el Rabino Gustavo Kelmeszes, del Círculo Israelita de Santiago, hay mucho escrito de judaísmo y ecología, por lo que “esto no es novedad para nosotros. Pero hay que considerar el espíritu de la época, cuando hay un tema que surge tan fuerte, en Chile y el mundo”.
“Desde la creación del Gan Eden”, señala el Rabino Gustavo, “D-s le dice al primer hombre, Adán, que tiene que conquistar y, en una segunda versión, que tiene que cuidar el mundo. Desde ahí surge una preocupación de lo que significa el cuidado de nuestro planeta, es decir, cuál es la función del ser humano en él”.
Es decir, ¿cómo se combina productividad con sustentabilidad?
-Claro. La función del ser humano por un lado es tener un concepto de productividad pero asociado a la sustentabilidad. Nosotros podemos ser muy productivos, pero si no hacemos el planeta sustentable no estamos cuidando la creación de D-s. Por eso la Ley Judía considera una serie de elementos sobre cómo se cuida el planeta. Por ejemplo, no destruir la naturaleza, a través de cuidar nuestras plantaciones sin sobreexplotarlas. Por eso al séptimo año se deben dejar descansar, en el año de Shmitá. Y otro tema es el sufrimiento animal, cómo uno no puede hacer sufrir a los animales.
¿Por eso en el Shabat se considera la restricción del trabajo también para ellos?
-Exacto, y ahí vamos a otro tema, que es que el Shabat es el día que deja menos huella de carbono. Imagínate si todos cumpliéramos con el Shabat y no usáramos esa energía en vano, ¡no habría huella de carbono en ese día! ¡Bajaría el calentamiento global! El sábado nos permite no dañar el planeta
El cuidado del planeta, ¿tiene que ver también con el Tikún Olam?
-Si se entiende el Tikún Olam como el mejoramiento del mundo, como un concepto más global. Hay total compatibilidad entre una visión judía integrada al modelo moderno y de pensamiento universal. Si integras todos esos elementos, el Shabat, que es un día de descanso humano pero también de la naturaleza; el tema de que el mundo tiene que ser productivo pero no tiene que afectar la sustentabilidad; si entiendes el concepto de Tikún Olam como mejoramiento del mundo, como un concepto más global y que significa mejorarlo -dadas las condiciones- para que tenga sustentabilidad, ves que hay muchos parámetros que nos hablan de un concepto mucho más integrado de lo que significa la ecología y el Medio Ambiente en el judaísmo. Y no digo que seamos la única de las religiones que integra estos conceptos, pero para nosotros no es un tema extraño, aunque obviamente ahora hay parámetros nuevos, como el reciclaje; con eso hay que ver, también, cómo nos ponemos al tono. Pero creo que hay total compatibilidad entre una visión judía integrada, moderada, moderna y de pensamiento universal. El otro día, en la prédica de Iom Kipur decía que de nada vale si no cuidamos el planeta, qué tipo de judaísmo vamos a tener, ¿vamos a tener un judaísmo sin planeta? O sea, el cumplimiento de las mitzvot tiene que estar atravesado por una visión ecológica, del mundo como una casa común.
Al comienzo de la entrevista, señaló que estos son conceptos presentes en el judaísmo, que -a la luz de los tiempos- debemos revisitar.
-Uno podría decir que un modo de entender el judaísmo es que la Torá está siempre ahí como un texto a vivir, a interpretar y a actuar. Lo que pasa es que en las condiciones actuales del mundo, cuando ponemos en peligro la sustentabilidad, volvemos a reencontrarnos con aquellas indicaciones. Por eso el concepto de “Bal Tashjit”, que plantea que no hay que destruir el mundo innecesariamente, y hay varios elementos que son tomados de la Torá pero halájicamente se fueron reconstruyendo para nosotros, para obviamente recuperar y vivir de acuerdo a esos parámetros.
¿Cómo podríamos hacer un aporte a esta discusión sobre calentamiento global y Medio Ambiente desde el judaísmo?
-Yo creo que el aporte es que, desde la misma tradición, desde el origen del mundo, estaba presente esta preocupación sobre cómo iba a ser sustentable esta Creación. La función del ser humano en el mundo, desde el punto de vista de la religión judía, nunca fue conquistar y aprovechar sus recursos, solamente, sino que está en el mismo Génesis esa orientación hacia el cuidado del planeta.